De Orbaneja, Fernando. La Biblia al desnudo, Ed. Zeta Bolsillo, Barcelona (España), 2008.La Dra. Laura Schlessinger es una conocida locutora de radio de los EE.UU. que hace un programa en el que da consejos en directo a los oyentes que llaman por teléfono. Recientemente saltó la polémica, y más cuando se mezclan temas de religión y homosexualidad, en los que cada uno interpreta la Biblia de forma distinta. Cuando la Dra. atacó a los homosexuales diciendo que la homosexualidad era una abominación, porque así lo decía el Levítico y, por tanto, no podía consentirse bajo ninguna circunstancia.
Muy pronto la Dra. recibió por Internet la siguiente carta:
Querida Dra. Laura:
Gracias por dedicar tantos esfuerzos en educar a la gente en la Ley de Dios. Yo mismo he aprendido muchísimo con su programa de radio e intento compartir mis conocimientos con todas las personas con las que me es posible. Por ejemplo, cuando alguien intenta defender el estilo de vida homosexual me limito a recordarle que el Levítico, en sus versículos 18.22, establece que la homosexualidad es una abominación. De todas formas necesito algún consejo adicional de su parte respecto a otras citas bíblicas y a como cumplirlas:
a) Me gustaría vender a mi hermana (aunque aquí sería más bien hija, más que hermana) como esclava, tal y como dice en el Éxodo, 21.7. En los tiempos en que vivimos ¿qué precio cree usted que tiene?
b) El Levítico, 25.44, establece que puedo poseer esclavos, tanto varones como hembras, mientras sean adquiridos en naciones vecinas. Un amigo mío asegura que esto es aplicable a los mejicanos, pero no a los canadienses. ¿Me podría aclarar este punto? ¿Por qué no puedo poseer canadienses?
c) Sé que no estoy autorizado a tener contacto con ninguna mujer mientras está en su período de impureza menstrual, como ordena el Levítico, 5.19-24. El problema que se me plantea es el siguiente: ¿Cómo puedo saber si lo están o no? He intentado preguntarlo, pero casi todas se sienten ofendidas.
d) Tengo un vecino que insiste en trabajar el sábado. El Éxodo, 35.2, establece claramente que ha de recibir la pena de muerte. ¿Estoy obligado a matarlo yo mismo? ¿Me podría aclarar este tema?
e) En el Levítico, 21.20, se establece que uno no puede acercarse al altar de Dios si tiene algún defecto físico. He de confesar que necesito gafas para leer. ¿Mi agudeza visual tiene que ser del 100%? ¿Se puede relajar un poco esta condición?
f) La mayoría de mis amigos varones llevan el pelo arreglado y cortado, incluso en la zona de las sienes, a pesar de que eso está expresamente prohibido por el Levítico, 19.27. ¿Cómo han de morir?
g) Sé, gracias al Levítico, 11.6-8, que tocar la piel de un cerdo muerto me convierte en impuro. ¿Puedo continuar jugando al fútbol si me pongo guantes?
h) Mi tío tiene una granja, inclumple lo que se dice en el Levítico, 19.19, ya que se plantea dos cultivos distintos en el mismo campo y también lo incumple su mujer, pues lleva prendas hechas de dos tipos de tejidos diferentes (algodón y poliéster). Él, además, se pasa el día maldiciendo y blasfemando. ¿Es necesario llevar a cabo el engorroso procedimiento de reunir a todos los habitantes del pueblo para lapidarlos? (Lev. 24.10-16). ¿No podríamos sencillamente quemarlos vivos en una reunión familiar privada, como se hace con la gente que duerme con sus parientes políticos? (Lev. 20.14).
Sé que usted ha estudiado estos asuntos con gran profundidad, así que confío plenamente en su ayuda. Gracias de nuevo por recordarnos que la palabra de Dios es eterna e inmutable.
TOM BROWN
Nota: me gustaría que me aclarase alguien la sección "g", pues no la he acabado de entender. Gracias de antemano. Por cierto, si alguien quiere verificar cada uno de los puntos lo puede hacer en el siguiente enlace: http://www.jw.org/es/publicaciones/biblia/" onclick="window.open(this.href);return false;. ¡Un saludo a tod@s!