Perdonar pecados. ¿Labor social o prepotencia del sacerdote?
Perdonar pecados. ¿Labor social o prepotencia del sacerdote?
Perdonar pecados. ¿Labor social o prepotencia del sacerdote?
¿uhmm?.
Como comentaba a Job:
Eso de perdonar pecados, nada más y nada menos que en nombre de Dios, aparte de indignante entre iguales humanos, es un poquito prepotente por parte de los clerigos. ¿No te parece?.
Luisa
¿uhmm?.
Como comentaba a Job:
Eso de perdonar pecados, nada más y nada menos que en nombre de Dios, aparte de indignante entre iguales humanos, es un poquito prepotente por parte de los clerigos. ¿No te parece?.
Luisa
- SeñorDeXibalba
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Re: Perdonar pecados. ¿Labor social o prepotencia del sacerdote?
Más que prepotencia sacerdotal yo diría que de la Iglesia al arrogarse tal facultad y, en consecuencia, de sus representantes.
Claro, el creyente dirá que dicha facultad está sustentada en la Biblia y que por delegación directa de Cristo pueden perdonar pecados y volvemos al círculo vicioso de la fiabilidad de la Biblia y etcétera.
Claro, el creyente dirá que dicha facultad está sustentada en la Biblia y que por delegación directa de Cristo pueden perdonar pecados y volvemos al círculo vicioso de la fiabilidad de la Biblia y etcétera.
La oscuridad nos envuelve a todos, pero mientras el sabio tropieza con la pared, el ignorante está tranquilo en el centro de la estancia.
Antole France (1844-1924) Premio Nobel de Literatura.
Antole France (1844-1924) Premio Nobel de Literatura.
Re: Perdonar pecados. ¿Labor social o prepotencia del sacerdote?
Si sí, así es: un perfecto círculo, nunca mejor dicho, vicioso.SeñorDeXibalba escribió:Más que prepotencia sacerdotal yo diría que de la Iglesia al arrogarse tal facultad y, en consecuencia, de sus representantes.
Claro, el creyente dirá que dicha facultad está sustentada en la Biblia y que por delegación directa de Cristo pueden perdonar pecados y volvemos al círculo vicioso de la fiabilidad de la Biblia y etcétera.
El sacerdote establece lo que es pecado, con todo tipo de detalle, y se arroga la facultad de perdonarlo con un sistema, digamos, ¿un poquito dudoso?.
Igual a su versión de Dios no le gusta mucho eso de que en su nombre perdonen y esas cosillas, porque, digo yo, ¿si su versión de dios es Dios, tal cual lo pintan, para qué se necesita intermediarios?.
Igual esa facultad la tiene todo aquel que estudie dos o tres libros en latin, no sé, ... jejejeje
Lo cierto es que ellos (los clerigos) se lo guisan y ellos se lo comen.
Luisa
Re: Perdonar pecados. ¿Labor social o prepotencia del sacerdote?
El sacerdote en su nonbre jamás se arroga nada, es un cumplidor de la Palabra, está por debajo de ella para servir dentro del cuerpo místico de la Iglesia cuya cabeza es Jesús. Cuanto más servior sea más cerca de la Palabra estará y podrá servir mejor dentro de la sociedad cristiana.
Sólo dentro de este cuerpo, el sacerdote cumple con su misión.
Pero como jamás se puede descir que "de este agua no beberé", hay que dejar hacer dentro de la Misericordia de Dios el trabajo del sacerdote en una sociedad plural.
Sólo dentro de este cuerpo, el sacerdote cumple con su misión.
Pero como jamás se puede descir que "de este agua no beberé", hay que dejar hacer dentro de la Misericordia de Dios el trabajo del sacerdote en una sociedad plural.
Re: Perdonar pecados. ¿Labor social o prepotencia del sacerdote?
job escribió:El sacerdote en su nonbre jamás se arroga nada, es un cumplidor de la Palabra, está por debajo de ella para servir dentro del cuerpo místico de la Iglesia cuya cabeza es Jesús. Cuanto más servior sea más cerca de la Palabra estará y podrá servir mejor dentro de la sociedad cristiana.
Sólo dentro de este cuerpo, el sacerdote cumple con su misión.
Pero como jamás se puede descir que "de este agua no beberé", hay que dejar hacer dentro de la Misericordia de Dios el trabajo del sacerdote en una sociedad plural.
Mejor explicado imposible. Ahora ya me queda claro del todo. (Es que tenía mis dudillas)
Gracias Job.
Re: Perdonar pecados. ¿Labor social o prepotencia del sacerdote?
Y otra duda de esas sin importancia que tengo.
¿Eso de los pecados como funciona exactamente? ... qué, ¿le envía Dios una lista ordenada por orden alfabético de pecados al sacerdote en correo divino? ... ¿se lo dice directamente vía telepática ...? y por otro lado, ¿cada cuánto tiempo actualiza Dios los pecados, la penitencia justa a los mismos y esas cosillas de importancia celestial? ... no sé, ... la verdad, es que aún me quedan muchas lagunillas en ese tema, no acabo de comprender bien del todo como va eso del sistema pecaminoso.
Luisa
¿Eso de los pecados como funciona exactamente? ... qué, ¿le envía Dios una lista ordenada por orden alfabético de pecados al sacerdote en correo divino? ... ¿se lo dice directamente vía telepática ...? y por otro lado, ¿cada cuánto tiempo actualiza Dios los pecados, la penitencia justa a los mismos y esas cosillas de importancia celestial? ... no sé, ... la verdad, es que aún me quedan muchas lagunillas en ese tema, no acabo de comprender bien del todo como va eso del sistema pecaminoso.
Luisa
Re: Perdonar pecados. ¿Labor social o prepotencia del sacerdote?
El "perdón de de los pecados" es uno de los inventos divino-morales del cristianismo del que podría decirse que nada beneficia al individuo ni a la sociedad, al contrario puede tener un efecto ansiogénico adjunto al empujar al individuo y la sociedad a vivir pensando en que esto o aquello es "pecado".
Antonio
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- beltzean
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Re: Perdonar pecados. ¿Labor social o prepotencia del sacerdote?
Ni labor social ni nada.
cotilleo puro y duro.
A los curas les encanta escuchar como un jovencito habla de sus primeras pajillas.
¿qué pensais que le cuenta la gente?
Por cierto, he sacado de una página la siguiente entrevista a una experta en doctrina católica en la que habla sobre el secreto de confesión.
¿No hay excepciones?
El secreto de confesión no admite excepción. Se llama "sigilo sacramental" y consiste en que todo lo que el penitente ha manifestado al sacerdote queda "sellado" por el sacramento.
Un sacerdote no puede hablar a nadie sobre lo que se le dice en confesión. Aun cuando él supiera la identidad del penitente y posteriormente se encontrara con él no puede comentarle nada de lo que le dijo en confesión, a menos que sea el mismo penitente quien primero lo comente. Entonces y sólo entonces, puede discutirlo sólo con él. De lo contrario debe permanecer en silencio.
¿Cómo se asegura este secreto?
Bajo ninguna circunstancia puede quebrantarse el “sigilo” de la confesión. De acuerdo a la ley canónica, la penalización para un sacerdote que viole este sigilo sería la excomunión automática (Derecho Canónico 983, 1388).
El sigilo obliga por derecho natural (en virtud del cuasi contrato establecido entre el penitente y el confesor), por derecho divino (en el juicio de la confesión, establecido por Cristo, el penitente es el reo, acusador y único testigo; lo cual supone implícitamente la obligación estricta de guardar secreto) y por derecho eclesiástico (Código de Derecho Canónico, c. 983).
¿Y si revelando una confesión se pudiera evitar un mal?
El sigilo sacramental es inviolable; por tanto, es un crimen para un confesor el traicionar a un penitente ya sea de palabra o de cualquier otra forma o por cualquier motivo.
No hay excepciones a esta ley, sin importar quién sea el penitente. Esto se aplica a todos los fieles —obispos, sacerdotes, religiosos y seglares—. El sigilo sacramental es protección de la confianza sagrada entre la persona que confiesa su pecado y Dios, y nada ni nadie puede romperlo.
¿Qué puede hacer entonces un sacerdote si alguien le confiesa un crimen?
Si bien el sacerdote no puede romper el sello de la confesión al revelar lo que se le ha dicho ni usar esta información en forma alguna, sí está en la posición —dentro del confesionario— de ayudar al penitente a enfrentar su propio pecado, llevándolo así a una verdadera contrición y esta contrición debería conducirlo a desear hacer lo correcto.
¿Las autoridades judiciales podrían obligar a un sacerdote a revelar un secreto de confesión?
En el Derecho de la Iglesia la cuestión está clara: el sigilo sacramental es inviolable. El confesor que viola el secreto de confesión incurre en excomunión automática.
Esta rigurosa protección del sigilo sacramental implica también para el confesor la exención de la obligación de responder en juicio «respecto a todo lo que conoce por razón de su ministerio», y la incapacidad de ser testigo en relación con lo que conoce por confesión sacramental, aunque el penitente le releve del secreto «y le pida que lo manifieste», (cánones 1548 y 1550).
¿Aunque contando el secreto el sacerdote pudiera obtener algo bueno para alguien?
El sigilo sacramental no puede quebrantarse jamás bajo ningún pretexto, cualquiera que sea el daño privado o público que con ello se pudiera evitar o el bien que se pudiera promover.
Obliga incluso a soportar el martirio antes que quebrantarlo, como fue el caso de San Juan Nepomuceno. Aquí debe tenerse firme lo que afirmaba Santo Tomás: «lo que se sabe bajo confesión es como no sabido, porque no se sabe en cuanto hombre, sino en cuanto Dios», (In IV Sent., 21,3,1).
¿Y si otra persona oye o graba la confesión y la revela?
La Iglesia ha precisado que incurre también en excomunión quien capta mediante cualquier instrumento técnico, o divulga las palabras del confesor o del penitente, ya sea la confesión verdadera o fingida, propia o de un tercero.
¿Y en el caso de que el sacerdote no haya dado la absolución?
El sigilo obliga a guardar secreto absoluto de todo lo dicho en el sacramento de la confesión, aunque no se obtenga la absolución de los pecados o la confesión resulte inválida.
¿Y el estado lo permite? ¿estan las leyes "divinas" por encima de las que son validad para todos?
cotilleo puro y duro.
A los curas les encanta escuchar como un jovencito habla de sus primeras pajillas.
¿qué pensais que le cuenta la gente?
Por cierto, he sacado de una página la siguiente entrevista a una experta en doctrina católica en la que habla sobre el secreto de confesión.
¿No hay excepciones?
El secreto de confesión no admite excepción. Se llama "sigilo sacramental" y consiste en que todo lo que el penitente ha manifestado al sacerdote queda "sellado" por el sacramento.
Un sacerdote no puede hablar a nadie sobre lo que se le dice en confesión. Aun cuando él supiera la identidad del penitente y posteriormente se encontrara con él no puede comentarle nada de lo que le dijo en confesión, a menos que sea el mismo penitente quien primero lo comente. Entonces y sólo entonces, puede discutirlo sólo con él. De lo contrario debe permanecer en silencio.
¿Cómo se asegura este secreto?
Bajo ninguna circunstancia puede quebrantarse el “sigilo” de la confesión. De acuerdo a la ley canónica, la penalización para un sacerdote que viole este sigilo sería la excomunión automática (Derecho Canónico 983, 1388).
El sigilo obliga por derecho natural (en virtud del cuasi contrato establecido entre el penitente y el confesor), por derecho divino (en el juicio de la confesión, establecido por Cristo, el penitente es el reo, acusador y único testigo; lo cual supone implícitamente la obligación estricta de guardar secreto) y por derecho eclesiástico (Código de Derecho Canónico, c. 983).
¿Y si revelando una confesión se pudiera evitar un mal?
El sigilo sacramental es inviolable; por tanto, es un crimen para un confesor el traicionar a un penitente ya sea de palabra o de cualquier otra forma o por cualquier motivo.
No hay excepciones a esta ley, sin importar quién sea el penitente. Esto se aplica a todos los fieles —obispos, sacerdotes, religiosos y seglares—. El sigilo sacramental es protección de la confianza sagrada entre la persona que confiesa su pecado y Dios, y nada ni nadie puede romperlo.
¿Qué puede hacer entonces un sacerdote si alguien le confiesa un crimen?
Si bien el sacerdote no puede romper el sello de la confesión al revelar lo que se le ha dicho ni usar esta información en forma alguna, sí está en la posición —dentro del confesionario— de ayudar al penitente a enfrentar su propio pecado, llevándolo así a una verdadera contrición y esta contrición debería conducirlo a desear hacer lo correcto.
¿Las autoridades judiciales podrían obligar a un sacerdote a revelar un secreto de confesión?
En el Derecho de la Iglesia la cuestión está clara: el sigilo sacramental es inviolable. El confesor que viola el secreto de confesión incurre en excomunión automática.
Esta rigurosa protección del sigilo sacramental implica también para el confesor la exención de la obligación de responder en juicio «respecto a todo lo que conoce por razón de su ministerio», y la incapacidad de ser testigo en relación con lo que conoce por confesión sacramental, aunque el penitente le releve del secreto «y le pida que lo manifieste», (cánones 1548 y 1550).
¿Aunque contando el secreto el sacerdote pudiera obtener algo bueno para alguien?
El sigilo sacramental no puede quebrantarse jamás bajo ningún pretexto, cualquiera que sea el daño privado o público que con ello se pudiera evitar o el bien que se pudiera promover.
Obliga incluso a soportar el martirio antes que quebrantarlo, como fue el caso de San Juan Nepomuceno. Aquí debe tenerse firme lo que afirmaba Santo Tomás: «lo que se sabe bajo confesión es como no sabido, porque no se sabe en cuanto hombre, sino en cuanto Dios», (In IV Sent., 21,3,1).
¿Y si otra persona oye o graba la confesión y la revela?
La Iglesia ha precisado que incurre también en excomunión quien capta mediante cualquier instrumento técnico, o divulga las palabras del confesor o del penitente, ya sea la confesión verdadera o fingida, propia o de un tercero.
¿Y en el caso de que el sacerdote no haya dado la absolución?
El sigilo obliga a guardar secreto absoluto de todo lo dicho en el sacramento de la confesión, aunque no se obtenga la absolución de los pecados o la confesión resulte inválida.
¿Y el estado lo permite? ¿estan las leyes "divinas" por encima de las que son validad para todos?
esto es un sindios
Re: Perdonar pecados. ¿Labor social o prepotencia del sacerdote?
Mi opinión personal:Luisa Serrano escribió:Y otra duda de esas sin importancia que tengo.
¿Eso de los pecados como funciona exactamente? ... qué, ¿le envía Dios una lista ordenada por orden alfabético de pecados al sacerdote en correo divino? ... ¿se lo dice directamente vía telepática ...? y por otro lado, ¿cada cuánto tiempo actualiza Dios los pecados, la penitencia justa a los mismos y esas cosillas de importancia celestial? ... no sé, ... la verdad, es que aún me quedan muchas lagunillas en ese tema, no acabo de comprender bien del todo como va eso del sistema pecaminoso.
Luisa
No te preocupes por los pecados, no seremos enjuiciados por los pecados sino por el bien o amor que hicimos o pusimos en nuestra vida. Sin embargo, por si acaso, arrepientete de tus "pecadillos" aunque sea en tu interior y dirigido a Dios. Y "DIos que ve en el interior de la persona", lo verá. (Creo que esta sería una idea protestante del perdón de los pecados)
No recuerdo bien la frase, creo que era así: "Haz el amor (cariño, delicadeza, bien...etc) y haz lo que quieras" Porque una persona que busca el bien del prójimo por encima suyo no puede ir en contra de lo que quiere Dios.
Lo que digo no es moralmente correcto, pero ahí está la misericordia de Dios. No nos podemos olvidar de ella.
Correctamente o moralmente sería.....
Re: Perdonar pecados. ¿Labor social o prepotencia del sacerdote?
Lo malo de todo esto mi estimado Job, es que según los evangeios Jesús nunca habría instituido una organización llamada iglesia, con sacerdotes, sacramentos, dogmas etc. Jesús habría pregonizado la llegada del reino de los cielos y lo que llegó fue la iglesia. Los sacerdotes fueron los que se arrogaron ser los únicos legítimos representantes de "Dios"job escribió:El sacerdote en su nonbre jamás se arroga nada, es un cumplidor de la Palabra, está por debajo de ella para servir dentro del cuerpo místico de la Iglesia cuya cabeza es Jesús. Cuanto más servior sea más cerca de la Palabra estará y podrá servir mejor dentro de la sociedad cristiana.
Sólo dentro de este cuerpo, el sacerdote cumple con su misión.
Pero como jamás se puede descir que "de este agua no beberé", hay que dejar hacer dentro de la Misericordia de Dios el trabajo del sacerdote en una sociedad plural.
Las religiones han condenado el suicidio y el asesinato, pero, - sin considerar los sacrificios humanos – han permitido y ordenado las más crueles persecuciones de distinto pensantes
(Fritz Bauer jurista alemán y fiscal general 1903 – 1968)
(Fritz Bauer jurista alemán y fiscal general 1903 – 1968)
Re: Perdonar pecados. ¿Labor social o prepotencia del sacerdote?
job escribió:Mi opinión personal:Luisa Serrano escribió:Y otra duda de esas sin importancia que tengo.
¿Eso de los pecados como funciona exactamente? ... qué, ¿le envía Dios una lista ordenada por orden alfabético de pecados al sacerdote en correo divino? ... ¿se lo dice directamente vía telepática ...? y por otro lado, ¿cada cuánto tiempo actualiza Dios los pecados, la penitencia justa a los mismos y esas cosillas de importancia celestial? ... no sé, ... la verdad, es que aún me quedan muchas lagunillas en ese tema, no acabo de comprender bien del todo como va eso del sistema pecaminoso.
Luisa
No te preocupes por los pecados, no seremos enjuiciados por los pecados sino por el bien o amor que hicimos o pusimos en nuestra vida. Sin embargo, por si acaso, arrepientete de tus "pecadillos" aunque sea en tu interior y dirigido a Dios. Y "DIos que ve en el interior de la persona", lo verá. (Creo que esta sería una idea protestante del perdón de los pecados)
No recuerdo bien la frase, creo que era así: "Haz el amor (cariño, delicadeza, bien...etc) y haz lo que quieras" Porque una persona que busca el bien del prójimo por encima suyo no puede ir en contra de lo que quiere Dios.
Lo que digo no es moralmente correcto, pero ahí está la misericordia de Dios. No nos podemos olvidar de ella.
Correctamente o moralmente sería.....
No no Job, eso que dices de "hacer el amor y ... haz lo que quieras, ... por el bien del prójimo", pero ¡si eso es un pecado gordísimo!!!!!!, ¡PERO HOMBRE DE DIOS!!!!, ¿CÓMO DICES ESO? .... madremía, madremía, Job, la que te has liado eternamente en un tristras, creo ...... Pero Job, tú fíjate que eso mismo lo interpretaron al pie de la letra en las inexistentes ciudades de Sodoma y Gomorra y no veas el cabreo que se pilló tu versión de Dios, pero si acabó con to el que se movía... me cachis!!!!!.
De todas formas no te inquietes demasiado por eso, de verdad, que últimamente tu versión de dios, será por cosas de la edad supongo, (que quieras o no 2000 años ese cuerpecillo que tiene dios a imagen y semejanza se notan) está más pasota y te lo perdonará.
Por mi tampoco te preocupes demasiado, gracias, pues, en fin, mis pecados son pecadillos menores, nada que un simple aprendiz de dios no pudiera comprender, con lo cual, tu versión de dios que es tan grande y poderoso, seguro entenderá a las que somos "rojillas" como yo y, en fin, tenemos pequeños deslices humanos.
Un cordial saludo.
Luisa
Re: Perdonar pecados. ¿Labor social o prepotencia del sacerdote?
Jejejejejejejejejeje. Seguro que te comprende, seguro. Jejejejejeje.
Re: Perdonar pecados. ¿Labor social o prepotencia del sacerdote?
beltzean escribió:Ni labor social ni nada.
cotilleo puro y duro.
A los curas les encanta escuchar como un jovencito habla de sus primeras pajillas.
¿qué pensais que le cuenta la gente?
Por cierto, he sacado de una página la siguiente entrevista a una experta en doctrina católica en la que habla sobre el secreto de confesión.
¿No hay excepciones?
El secreto de confesión no admite excepción. Se llama "sigilo sacramental" y consiste en que todo lo que el penitente ha manifestado al sacerdote queda "sellado" por el sacramento.
Un sacerdote no puede hablar a nadie sobre lo que se le dice en confesión. Aun cuando él supiera la identidad del penitente y posteriormente se encontrara con él no puede comentarle nada de lo que le dijo en confesión, a menos que sea el mismo penitente quien primero lo comente. Entonces y sólo entonces, puede discutirlo sólo con él. De lo contrario debe permanecer en silencio.
¿Cómo se asegura este secreto?
Bajo ninguna circunstancia puede quebrantarse el “sigilo” de la confesión. De acuerdo a la ley canónica, la penalización para un sacerdote que viole este sigilo sería la excomunión automática (Derecho Canónico 983, 1388).
El sigilo obliga por derecho natural (en virtud del cuasi contrato establecido entre el penitente y el confesor), por derecho divino (en el juicio de la confesión, establecido por Cristo, el penitente es el reo, acusador y único testigo; lo cual supone implícitamente la obligación estricta de guardar secreto) y por derecho eclesiástico (Código de Derecho Canónico, c. 983).
¿Y si revelando una confesión se pudiera evitar un mal?
El sigilo sacramental es inviolable; por tanto, es un crimen para un confesor el traicionar a un penitente ya sea de palabra o de cualquier otra forma o por cualquier motivo.
No hay excepciones a esta ley, sin importar quién sea el penitente. Esto se aplica a todos los fieles —obispos, sacerdotes, religiosos y seglares—. El sigilo sacramental es protección de la confianza sagrada entre la persona que confiesa su pecado y Dios, y nada ni nadie puede romperlo.
¿Qué puede hacer entonces un sacerdote si alguien le confiesa un crimen?
Si bien el sacerdote no puede romper el sello de la confesión al revelar lo que se le ha dicho ni usar esta información en forma alguna, sí está en la posición —dentro del confesionario— de ayudar al penitente a enfrentar su propio pecado, llevándolo así a una verdadera contrición y esta contrición debería conducirlo a desear hacer lo correcto.
¿Las autoridades judiciales podrían obligar a un sacerdote a revelar un secreto de confesión?
En el Derecho de la Iglesia la cuestión está clara: el sigilo sacramental es inviolable. El confesor que viola el secreto de confesión incurre en excomunión automática.
Esta rigurosa protección del sigilo sacramental implica también para el confesor la exención de la obligación de responder en juicio «respecto a todo lo que conoce por razón de su ministerio», y la incapacidad de ser testigo en relación con lo que conoce por confesión sacramental, aunque el penitente le releve del secreto «y le pida que lo manifieste», (cánones 1548 y 1550).
¿Aunque contando el secreto el sacerdote pudiera obtener algo bueno para alguien?
El sigilo sacramental no puede quebrantarse jamás bajo ningún pretexto, cualquiera que sea el daño privado o público que con ello se pudiera evitar o el bien que se pudiera promover.
Obliga incluso a soportar el martirio antes que quebrantarlo, como fue el caso de San Juan Nepomuceno. Aquí debe tenerse firme lo que afirmaba Santo Tomás: «lo que se sabe bajo confesión es como no sabido, porque no se sabe en cuanto hombre, sino en cuanto Dios», (In IV Sent., 21,3,1).
¿Y si otra persona oye o graba la confesión y la revela?
La Iglesia ha precisado que incurre también en excomunión quien capta mediante cualquier instrumento técnico, o divulga las palabras del confesor o del penitente, ya sea la confesión verdadera o fingida, propia o de un tercero.
¿Y en el caso de que el sacerdote no haya dado la absolución?
El sigilo obliga a guardar secreto absoluto de todo lo dicho en el sacramento de la confesión, aunque no se obtenga la absolución de los pecados o la confesión resulte inválida.
¿Y el estado lo permite? ¿estan las leyes "divinas" por encima de las que son validad para todos?
Pues será muy experta en doctrina cristiana y todo lo que ella quiera, pero lo cierto es que los sacerdotes no respetan lo de la confesión.
Por otro lado, el derecho canónico se lo pueden pasar ellos por el arco del triunfo, puesto que no forma parte de las leyes del pueblo. Eso es algo interno entre ellos, como puede ser interno las normas adicionales que pongamos en uno de estos subforos. Para el caso es lo mismo.
La confesión les sirve a ellos para tener información sobre la gente del lugar y utilizan esa información para sus fines, como lo utilizaron, por ejemplo, en múltiples dictaduras para que los dictadores pudieran saber quienes eran "afectos al regimen" y quienes no.
Por lo demás, no es más que simple entretenimiento para el cura de turno.
Por otro lado el sacerdote se arroga la labor de un psicólogo, de consejeros profesionales, incluso de psiquiatras. En ese sentido, no creo que esté muy lejos que sea considerado esta costumbre inútil, más que morbosa del sacerdote, como algún tipo de instrusismo profesional incluso, depende de los casos, sea denunciado ante los tribunales de justicia por aconsejar malamente, en ocasiones, con consecuencias de perjuicio para la salud mental del que se ha confesado y hasta para terceros ... este es otro de los temas que también estan jugando con fuego los sacerdotes, máxime cuando confiesan a niños y demás.
Un sacerdote no es ningún profesional cualificado para preguntar cosas a un niño íntimas, ni aún siquiera para escucharlas, ni en nombre de dios ni en nombre de rita la cantaora, porque puede crear daños irreversibles al mismo. Que lo tengan muy en cuenta, máxime en una sociedad que mima la salud de los niños.
Que no se extrañen si algun padre alguna vez les pone una denuncia por algo de eso.
Un cordial saludo.
Luisa
Re: Perdonar pecados. ¿Labor social o prepotencia del sacerdote?
LUISA:
Iba a hacerte una pregunta un poquito indiscreta, pero mejor me la callo, porque veo que andas últimamente un poco cabreada conmigo, al parecer, porque el niño Antonio (el no-ateo, según yo y muchos otros) aquí es intocable.
Por lo demás estoy de acuerdo contigo.
JOB:
Sin comentarios. Disculpa, pero lo tuyo es de risa.
OSOLINI:
De acuerdo contigo. Lo que llegó fue la ponzoña cristiana que hoy conocemos.
Iba a hacerte una pregunta un poquito indiscreta, pero mejor me la callo, porque veo que andas últimamente un poco cabreada conmigo, al parecer, porque el niño Antonio (el no-ateo, según yo y muchos otros) aquí es intocable.
Por lo demás estoy de acuerdo contigo.
JOB:
Sin comentarios. Disculpa, pero lo tuyo es de risa.
OSOLINI:
De acuerdo contigo. Lo que llegó fue la ponzoña cristiana que hoy conocemos.