Lo absurdo de la vida cristiana*
Lo absurdo de la vida cristiana*
http://www.sindioses.org/examenreligion ... tiano.html
Lo absurdo de la vida cristiana*
Por: Michael Martin
Traducido por: Mario Méndez López.
Los apologistas cristianos han argumentado que la vida es absurda sin el Dios cristiano1. He mostrado en otros lados que los intentos de hacer ver el ateísmo como algo dedicado a lo absurdo de la vida no tiene fundamentos2. Pero los apologistas también asumen sin argumento que si el cristianismo es aceptado, la vida no es absurda. ¿Es esto así? En este informe afirmo que no. Al retar esta opinión no sólo utilizaré nuevos argumentos sino emplearé argumentos no teistas de diversas maneras. El fin de mi discusión será que, cualquiera que sea el caso del ateísmo, la vida cristiana es absurda.
El significado de absurdo
¿Qué significa suponer que la vida es absurda? Comencemos con la definición del diccionario. Según el American Heritage Dictionary el significado principal del término en inglés "absurd" cuando es usado como adjetivo es "ridículamente incongruente o irrazonable." Así que en este sentido, decir que la vida es absurda es decir que la vida es ridículamente incongruente e irrazonable.
Sin embargo, los filósofos han construido versiones más elaboradas de lo absurdo. Por ejemplo, Albert Camus3 mantuvo que lo absurdo de la existencia humana está en función de dos cosas: las expectativas de los seres humanos y la realidad que encuentran. Los seres humanos esperan vivir en un mundo que es racional y unificado. Esta tensión entre expectativas y realidad genera lo absurdo de la existencia. Las propias expectativas de Camus de que el mundo fuera racional y unificado eran altas. Así, él sostiene que:
Si el hombre viera que el universo así como él puede amar y sufrir, se reconciliaría. Si el pensamiento descubre en los fenómenos relaciones eternas capaces de unirse en un solo principio, entonces viviría un goce intelectual tal que el mito de los benditos sería meramente una imitación ridícula. Esa nostalgia por la unidad, este apetito por lo absoluto ilustra el impulso esencial del drama humano. Sin embargo, la existencia de esa nostalgia no implica que vaya a ser satisfecha inmediatamente. Para ello hay que construir un puente que una al deseo con la conquista. Coincidimos con Parménides en cuanto a la realidad del Uno (lo que pueda ser), cuando cae en la ridícula contradicción de una mente que coincide con una unidad total tratando de probar por ello su propia diferencia y diversidad4.
En este pasaje Camus parecía afirmar que hay por lo menos tres diferentes aspectos en que el universo decepciona a la expectativa humana5. Primero, no es una criatura sensible que pueda amar y sufrir. Además, no podemos sumar todo lo que descubrimos sobre la realidad en un mismo principio. Y finalmente, queremos que el universo sea parmenidiano y aún así nos damos cuenta de que nuestras mentes no son parte del Uno.
Thomas Nagel ha dado distintas razones de lo absurdo de la existencia humana6. Ha argumentado que la percepción de lo absurdo viene de "la colisión entre la seriedad con que tomamos nuestras vidas y la posibilidad perpetua de considerar todo lo que consideramos serio como arbitrario, o abierto a la duda."7 Aunque como seres humanos tomamos en serio nuestras vidas, es posible tomar otro punto para ver mejor las cosas, fuera de nosotros. A diferencia de los animales y las cosas inanimadas, trascendemos nuestra propia perspectiva limitada y vemos nuestras vidas en una perspectiva eterna. Desde esta perspectiva, dice Nagel, todo lo que hacemos parece ser arbitrario. Aún así esta habilidad de poder tener esta perspectiva no nos desanima y "ahí yace lo absurdo: no en el hecho de que tal visión externa se pueda quitar, sino en el hecho de que nosotros la podemos tener sin dejar de ser personas cuyas preocupaciones primordiales son tomadas tan a la ligera.8."
Lo absurdo de la vida cristiana
¿Es la vida absurda -de acuerdo al significado del diccionario, ridículamente incongruente e irrazonable- si el cristianismo es aceptado? Me parece que la respuesta es 'sí' en función a criterios críticos al cristianismo. Vivir la vida de uno como cristiano está lleno de incongruencias, entre las cuales están:
1. No hay una versión cristiana consistente de cómo los humanos -se supone- deben ser salvados, aunque ésta sea su práctica más urgente. Es absurdo que el fin del cristianismo sea la salvación humana y aún así la doctrina cristiana no explique claramente cómo debe ser hecho. En realidad, existen por lo menos cuatro ideas conflictivas de cómo salvarse sugeridas por los credos, los evangelios y las epístolas de Pablo9. La primera, presentada en los evangelios sinópticos, es que uno es salvado al seguir un estricto código ético que va más allá de las leyes judías. El segundo, el cual también está presentado en los evangelios sinópticos, es el que uno se salva al hacer grandes sacrificios al seguir a Jesús. El tercero, establecido tanto por Pablo como por Juan, es que uno se salva al tener fe en Jesús. Pablo parece suponer que esto es suficiente y necesario sólo para los que nacieron después de la llegada de Cristo. El cuarto, sugerido en las cartas de Pablo, es que uno pudo haber sido salvado antes de que llegara Cristo al seguir las leyes judías. El primero, segundo y cuarto camino hacia la salvación implican trabajar para conseguirla, mientras en el tercero se necesita únicamente la fe. Ciertamente el tercer camino es el más comúnmente asociado con la cristiandad. Sin embargo, no queda claro qué se necesita además de creer. Aún cuando uno se concentre sólo en la dimensión cognitiva de la fe existen puntos no muy claros. Los credos parece que demandan el tipo de creencia que define la cristiandad ortodoxa, es decir, todo, desde el nacimiento virgen hasta la Segunda Llegada, de la resurrección a la encarnación. Por otro lado, Juan sólo parece pedir creer en la encarnación mientras que Pablo en la resurrección. Ni Pablo ni Juan exigen creer en el nacimiento virgen o en la Trinidad.
2. Existe una seria incongruencia entre el típico deseo del cristiano de ir al cielo y la injusticia sin sentido de la que se habla. En primer lugar, la noción de la existencia humana en el cielo -ya sea en cuerpo o sin él- es conceptualmente ininteligible. Segundo, sigue siendo un misterio cómo los habitantes del cielo puedan tener libre voluntad y presumiblemente no tener equívocos morales. Tercero, la tesis del anti-universalismo de que no todos serán salvados es injusta, dados los requerimientos no claros para salvarse, donde el universalismo parece no tener sentido. Y finalmente, muchos de los pasajes en la Biblia que se refieren al cielo lo describen como un lugar donde hay guerra, sufrimiento, violencia, inequidades sociales e injusticia social10. Esto, a pesar del hecho de que ir al cielo es el objetivo principal de la vida cristiana y que se sostiene como el fin de un deseo infinito. La idea del cielo es profundamente problemática tanto conceptual como éticamente11.
3. Otra incongruencia es que la teoría de la ética cristiana que se encuentra en el Nuevo Testamento parece irrelevante o indefendible para muchas personas moralmente sensibles, incluyendo muchos cristianos contemporáneos. Aún así esta teoría se supone es la base de la vida moral cristiana. Las promesas de Jesús de otro mundo, su rigidez, su demanda de obediencia ciega, su vengatividad, sus trucos para seguirlo no sólo son moralmente inaceptables sino contradicen la afirmación de que él es moralmente perfecto12. Más aún, su aprobación tácita de la esclavitud y sus confusas enseñanzas sobre la pobreza hacen de Jesús un inapropiado modelo ético.
Consideremos la esclavitud con mayor detalle. Aunque su práctica era común en el propio mundo de Jesús, no existe evidencia de que la criticara. Como Morton Smith afirma:
Había un enorme número de esclavos del emperador y del Estado romano; el Templo de Jerusalén era dueño de esclavos; los altos mandos sacerdotales tenían esclavos (uno de ellos perdió una oreja en el arresto de Jesús); todos los ricos y casi toda la clase media poseía esclavos. Hasta donde nos han dicho, Jesús nunca atacó esta práctica. Tomó las cosas como eran y moldeó sus enseñanzas según esto. De la manera en que Jesús presentaba las cosas, el principal problema de los esclavos no era liberarse, sino ganar la adoración de su amo. Parece que hubo revueltas de esclavos en Palestina y en Jordania durante la juventud de Jesús (Josephus, Bellum 2:55-56); un líder de esa revuelta que hiciera milagros hubiera atraído a muchas personas. Si Jesús hubiera denunciado la esclavitud o prometido la liberación de los esclavos, seguramente hubiéramos oído de esto. No oímos nada, así que lo más probable es que nunca haya dicho nada.13
Además, si Jesús se hubiera opuesto a la esclavitud, lo más probable es que sus primeros seguidores hubieran continuado sus enseñanzas sobre el asunto. Sin embargo, Pablo (1Cor. 7:21,24) y otros escritores cristianos les dijeron a los cristianos que continuaran con la esclavitud14. Es absurdo entonces para alguien que tácitamente aprobó la esclavitud representar el ideal moral cristiano. Aún si pasamos por alto estos problemas y nos concentramos en lo que es considerado por muchos la esencia de las enseñanzas de Jesús, específicamente, el mandamiento 'Ama a tu prójimo', existen problemas. La falta de claridad del mandamiento le permite ser interpretado de distintas maneras, algunas tienen implicaciones inaceptables y otras son tan vagas que es imposible diferenciar lo que este mandamiento implica. Por lo que es absurdo que el mandamiento ético por excelencia del cristianismo tenga tantos problemas.
4. Otra incongruencia es que no existe una teoría plausible de la resurrección; esto es, el por qué Jesús encarnó, murió en la cruz y resucitó15. Aún así, sin esto la visión cristiana no tiene sentido y por ende la encarnación, muerte y resurrección no tienen razón de ser. Todas las teorías importantes de la resurrección tienen serios problemas. En particular, fallan en explicar porqué Dios sacrificó a su hijo para la salvación de los pecadores o hacen ver el sacrificio como algo arbitrario y sin sentido. Por lo tanto, no aportan una explicación adecuada de la encarnación, muerte y resurrección de Jesús. Para ilustrar más, pondré a su consideración una de estas posiciones: la teoría del rescate, la cual, durante aproximadamente los primeros mil años de la historia cristiana, fue la teoría más popular de la resurrección.
En la cruda versión que tenían los primeros pensadores cristianos sobre el Origen (185-254 DC), la teoría del rescate asume que el diablo posee a la humanidad y que sus derechos de posesión no pueden ser ignorados. Dios acepta pagar un precio, la muerte de Su propio hijo, para rescatar a la humanidad. El diablo acepta la oferta porque cree que tendrá al hijo de Dios como su premio. Sin embargo, Dios engaña al diablo. Dios sabe que hace esa oferta al diablo que éste no podrá quedarse con el hijo de Dios como premio.
Consecuentemente, el hijo escapa de los poderes del diablo y se reconcilia con su padre. En versiones posteriores, más sofisticadas, por ejemplo, la de Agustín: el diablo es engañado no por Dios sino por su propio orgullo; en particular, es derrotado por su propia maldad. Consecuentemente, la justicia de Dios es preservada16.
Esta teoría, obviamente, tiene muchos problemas. Las primeras versiones explícitamente le atribuyen a Dios cualidades de carácter que no son dignas de un ser divino. Si Dios es moralmente perfecto, no tiene que engañar a nadie, ni siquiera al diablo. Pero aún las versiones más sofisticadas se hacen suposiciones implausibles; por ejemplo, que el diablo estaría tan cegado por el orgullo que creería que es más poderoso que el hijo de Dios. Es más, la misma idea de un diablo, especialmente uno que ha ganado el derecho de posesión de los seres humanos debido a sus pecados, una que Dios debe acatar y honrar, es considerada por muchos lectores modernos como bizarra e implausible. ¿Por qué Dios creería que el diablo tiene derechos morales sobre las criaturas de Dios? Después de todo, el diablo es una de sus criaturas, una que lo ha desobedecido y pecado en contra de él. Aún más, no era necesario que Dios sacrificara a su hijo para el rescate ya que podría haber otras opciones. Como Dios es todopoderoso y puede hacer cualquier cosa aunque sea lógicamente imposible, Dios seguramente pudo haber tenido otras formas de lograr sus metas. Por último, esta teoría no explica por qué los humanos deben tener fe en Jesús para ser salvados, ya que, según la teoría del rescate, después de la muerte y resurrección de Jesús los seres humanos se libraron de las garras del diablo; parecía ser que la forma de salvarse era simplemente seguir una vida libre de pecados para ya no caer en el control del diablo. ¿Qué tiene que ver la fe en Jesús con esto? La teoría del rescate no da ninguna respuesta así como tampoco las teorías de la resurrección, la aceptación, la penitencia, el gobierno, la moral y la mística. Todas son extremadamente implausibles.
5. La última incongruencia que mencionaré es que los cristianos basan sus vidas en la creencia del Dios cristiano y ese concepto también es incoherente. Así que ¿qué podría ser más absurdo que basar la vida de uno en una noción incoherente? En primer lugar, algunas de las propiedades atribuidas a Dios en la Biblia son inconsistentes17. Por ejemplo, se dice que Dios es invisible (Col. 1:15, 1Ti 1:17, 6:16), un ser que nunca ha sido visto (Juan 1:18, 1Jo 4:12), pero hay personas en la Biblia, entre ellos Moisés (Ex 33:11, 23) Abraham, Isaac y Jacobo (Ge. 12:7, 26:2, Ex 6:3) vieron a Dios. Dios se supone que dijo, "no pueden ver mi rostro, pues nadie me puede ver y vivir" (Ge 32:30). Sin embargo, Jacob vio a Dios y vivió (Ge 32:30). En algunas partes Dios es descrito como misericordioso18 y en otras que no tiene misericordia19; en unas partes como un ser que se arrepiente y cambia de parecer20 y en otras como un ser que nunca se arrepiente ni cambia de parecer21. A veces es un ser que engaña y causa maldad22 y a veces un ser que nunca lo hace23; a veces es alguien que castiga a los hijos de las malas acciones de sus padres24 y otras como alguien que nunca lo hace25.
Segundo, los atributos especificados en los relatos filosóficos de Dios o están en conflicto entre ellos o son internamente inconsistentes. En Atheism dediqué treinta páginas a analizar en detalle la incoherencia relacionada con los conceptos de omnisciencia, omnipotencia y libertad divina. Aquí sólo tengo espacio para subrayar mis argumentos relativos a la omnisciencia. En cierto sentido, decir que Dios es omnisciente es decir que Dios lo sabe todo. Decir que Dios todo lo sabe quiere decir que tiene todo el conocimiento que existe. Ahora los filósofos han distinguido entre tres tipos distintos de conocimiento: proposicional, procedural y conocimiento familiar.
Brevemente, el conocimiento proposicional o factual es saber que algo es analizable como una creencia verdadera de algún tipo. En contraste, el conocimiento procedural o el conocimiento del cómo es un tipo de habilidad y no es reductible al conocimiento proposicional26. Finalmente, el conocimiento familiar es el que se da por contacto directo con algún objeto, persona o fenómeno27. Por ejemplo, el que yo diga que conozco al Sr. Jones implica que tengo más que un conocimiento proposicional detallado sobre el Sr. Jones; que tengo un contacto directo con el Sr. Jones. Igualmente, decir que conozco la pobreza implica que, además de un conocimiento detallado proposicional de la pobreza, tengo experiencia directa de ella.
Decir que Dios lo sabe todo, entonces, es decir que Dios tiene todo el conocimiento ya sea proposicional, procedural o familiar. Sin embargo, las implicaciones de esta afirmación de la existencia de Dios no son analizadas normalmente. Si Dios es omnisciente, entonces Dios debe tener todo el conocimiento incluyendo el saber cómo nadar. Pero esto entra en conflicto con el hecho de que no tiene cuerpo. Pues sólo un ser con un cuerpo puede saber como nadar en el sentido práctico; o sea, puede en verdad tener la habilidad de nadar. Ya que por definición Dios no tiene cuerpo, el atributo de Dios de no tener cuerpo y su atributo de ser omnisciente están en conflicto. Por lo tanto, ya que Dios tiene propiedades en conflicto el concepto de Dios es incoherente.
La propiedad de saber todo también entra en conflicto con ciertos atributos morales comúnmente atribuidos a Dios. Pues si Dios es omnisciente, entonces Él tiene el conocimiento directo de todos los aspectos de lujuria y envidia. Un aspecto de la lujuria es el sentimiento de lujuria y otro aspecto de la envidia es el sentimiento de envidia. Sin embargo, una parte del concepto de Dios es que Él es moralmente perfecto y ser moralmente perfecto excluye estos sentimientos. Consecuentemente, el concepto de Dios es incoherente28.
Además, la omnisciencia de Dios entra en conflicto con su omnipotencia. Como Dios es omnipotente entonces no puede experimentar miedo, frustración y desesperanza29. Para tener estas experiencias uno debe creer que uno es incapaz de algo, pero como Dios lo sabe todo y lo puede todo, Él sabe que su poder es ilimitado. Consecuentemente, Él no puede tener conocimiento directo completo de todos los aspectos de miedo, frustración y desesperanza. Por el otro lado, ya que Dios es omnisciente Él debe tener este conocimiento. De nuevo el concepto de Dios muestra ser incoherente. ¿Qué podría ser más absurdo? El concepto central de la vida cristiana que es Dios y que este concepto es incoherente30.
¿Tratarán mejor lo absurdo de la vida cristiana filósofos como Camus y Nagel? Consideremos a Camus. Aunque Camus rechazaba la cristiandad porque autoriza el salto conceptual de la fe, de todos modos era importante ver que si la gente realmente tiene las tres expectativas que él les atribuye, la cristiandad los decepcionará y la vida será absurda aún si siguen la cristiandad. Primero, el universo mismo, aún desde la perspectiva cristiana, no es una criatura sensible y no ama ni sufre. Algunas criaturas en el universo son sensibles y si la cristiandad está en lo correcto, el creador del universo también. Pero esto aparentemente no satisface a los seres humanos que quieren que el universo sea sensible. Segundo, la cristiandad no enseña que todo puede ser descubierto o resumido en un sólo principio; pero esto es, según Camus, lo que esperan los seres humanos. Finalmente, a excepción de algunos místicos y panteístas cristianos, la cristiandad no puede enseñar que el universo es el Uno (parmenidiano) y que nuestras mentes son parte del Uno. Sin embargo, según Camus, eso es lo que los seres humanos esperan. Así que aún aceptando lo dicho por Camus, la vida cristiana sigue siendo absurda. Existe tensión entre lo que enseña la cristiandad y lo que los humanos esperan y esta tensión es precisamente lo que Camus cree que la hace absurda.
Aunque Nagel no discute explícitamente el cristianismo, su teoría sugiere que la cristiandad no elimina lo absurdo de la vida. Nagel argumenta que es inútil tratar de escapar de nuestra posición tomando una perspectiva más amplia que pueda dar significado a nuestras vidas. En particular, duda que la creencia en Dios y su propósito cósmico pueda eliminar el sentimiento de lo absurdo. Si podemos regresar y dudar de los propósitos individuales de vida, es posible dudar del reino y gloria de Dios también. "Lo que hace la duda con respecto al logro limitado del individuo también lo hace con respecto a cualquier propósito que aliente el sentido de que la vida no tiene sigificado31". Sin embargo, Nagel, a diferencia de Camus, no recomienda este desafío al universo de cara a lo absurdo. Este tipo de respuesta dramática, dice Nagel, falla al apreciar la "importancia cósmica de la situación": "Sin una visión de eternidad no hay razón en creer que algo es importante, entonces si ello tampoco importa lidiaremos con nuestras absurdas vidas de manera irónica en lugar de con heroísmo y desesperación."32 Para Nagel, entonces, esto significa que la salvación cristiana con dicho tipo de visión, no importa. Pero que esto no importe no tiene en sí importancia. Lo absurdo para Nagel yace en el hecho que los cristianos pueden tomar este punto de vista externo y aún así no deslindarse de la vida. Lidiando sus vidas con una ironía, así siguen viviendo.
Conclusión
Las ideas cristianas de salvación, cielo, ética, resurrección y Dios son profundamente problemáticas y la vida siguiendo estas ideas es absurda en términos de la definición ordinaria del diccionario de lo "absurdo". Sin embargo, los análisis filosóficos de lo absurdo realizados por Camus y Nagel muestran que la cristiandad no es mejor que el ateísmo.
Notas:
[*] Publicado en "The American Rationalist". Mayo-Junio, 2000.
[1] Ver, por ejemplo, William Lane Craig, Reasonable Faith (Wheaton, III: Crossway Books, 1994) Capítulo 2. Este libro es la edición revisada de su libro de 1984 publicado por Moody Press.
[2] Michael Martin, Atheism: A Philosophical Justification (Philadelphia, PA 1990), Capítulo 1. Aunque el libro de Craig fue revisado en 1994 no hace ningún esfuerzo en responder alguna de mis objeciones y parece pasar por alto mis críticas.
[3] Albert Camus, The Myth of Sisyphus and Other Essays, traducido por Justin O'Brien, (Nueva York: Alfred A. Knopf, Inc. 1955) Selecciones relevantes de su obra fueron reimpresas en The Meaning of Life de Steven Sanders y David Cheney. (Englewood Cliffs, NJ: Prentice Hall, 1980) Ver Albert Camus, "An Absurd Reasoning", The Meaning Of Life. pp. 65-75.
[4] Camus, "An Absurd Reasoning", The Meaning of Life. p 69.
[5] Martin, Atheism, pp. 17-18
[6] Thomas Nagel, "The Absurd", The Meaning of Life, pp. 155-165.
[7] Ibid. p. 157
[8] Ibid., p. 159
[9] Ver Michael Martin, The Case Against Christianity, (Philadelphia, PA: Temple University Press, 1991), Capítulo 7. Ver también C. Dennis McKinsey, The Encyclopedia of Biblical Errancy (Amherst, NY: Prometheus Books, 1995), Capítulo 16.
[10] Ver McKinsey, The Encyclopedia of Biblical Errancy. pp 330-332 para referecias bíblicas específicas.
[11] Ver Michael Martin, "Problems With Heaven". Julio 22, 1997. http://www.infidels.org/library/modern/ ... eaven.html
[12] Ver Martin, The Case Against Christianity, Capítulo 6, MacKinsey The Encyclopedia of Biblical Errancy, Capítulo 7.
[13] Ver Morton Smith, "Biblical Arguments for Slavery", Free Inquiry, 7, Primavera 1987, p. 30
[14] Ibid. Ver también Edward A. Westermarck, "Christianity and Slavery", A Second Anthology of Atheism and Rationalism, ed. Gordon Stein, (Buffalo, NY.: Prometheus Books, 1987), pp. 427-437.
[15] Ver Martin, The Case Against Christianity, Apéndice 2.
[16] L. W. Grensted, A Short History of the Doctrine of Atonement (Londres: Manchester University Press, 1920), Capítulo 3. Algunos comentaristas argumentan que Augustino no mantenía una teoría del rescate, ni siquiera una sofisticada. Ver la introducción a Anselomo Why God Became Man and The Virgin Conception and Original Sin, de Joseph M. Colleran, traducida, introducción y notas por Joseph M. Colleran (Albany, NY.:MagiBooks, 1969) p. 44.
[17] Aquí estoy en deuda con Nonbelief and Evil de Ted Drange (Amherest, NY; Prometheus Books, 1998) Apéndice D.
[18] Ps 86:5, 100:5, 103:8, 106:1, 136:2. 148:8-9; Joel 2:13; Mic 7:18, Jas 5:11.
[19] De 7:2,16, 20:16-17; Jos 6:21, 10:11, 19, 40, 11:6-20; ISa 6; 19. 15:3; Na 1:2; Jer 13:14; Mt 8:12, 13:42, 50, 25:30, 41, 46; Mk 3:29, 2Th 1:8-9; Re 14:9-11, 21:8
[20] Ge 6:6, Ex 32:14;1Sa 2:30-31, 15:11,35, 2Sa 24:16:2Ki 20: 1-6; Ps 106:45; Jer 42:10; Am 7:3; Jon 3:10
[21] Nu 23:19; ISa 15:29, Eze 24:14 Mal 3:6: Jas 1:17.
[22] Ge 11:7; Jg 9:23; 1Sa 16:14, La 3:34; 1Ki 22:22-23; Isa 45:7, Am 3:6; Jer 18:11, 20:7; Eze 20: 25, 2 Th 2:11
[23] De 32:4; Ps 25:8, 100:5, 145:9; ICo 14:33.
[24] Ge 9:22-25; Ex 20:5, 34:7; Nu 14;18; De 5:9; 2Sa 12:14; Isa 14:21, 65:6-7.
[25] De 24:16; 2Ch 25:4; Eze 18:20
[26] Para la explicación de estos dos tipos de conocimiento ver Conditions of Knowledge de Isareal Scheffler (Chicago: Scott Foresman and Co. 1965)
[27] Ver D. W. Hamlyn, The Theory of Knowledge, (Gardin City, NY.: Doubleday, 1970), pp. 104-106.
[28] Este argumento se desarrollo en "A Disproof of the God of the Common Man," de Michael Martin, Question, 1974, 115-124; Michael Martin, "A Disproof of God's Existence," Darshana International, 1970.
[29] Cf. David Blumenfeld, "On the Compossibility of the Divine Attributes", Philosophical Studies, 34, 1978, pp.91-103.
[30] Otras absurdidades consideradas en algunos otros lados que tienen que ver con la doctrina cristiana de Dios específicamente cn la Trinidad y la reencarnación. Vea Martin, The case against Cristianity, Chapter 5, pp. 10-11, p. 14.
[31] The meaning of Lifes, p. 160.
[32] Ibid. p.165.
Lo absurdo de la vida cristiana*
Por: Michael Martin
Traducido por: Mario Méndez López.
Los apologistas cristianos han argumentado que la vida es absurda sin el Dios cristiano1. He mostrado en otros lados que los intentos de hacer ver el ateísmo como algo dedicado a lo absurdo de la vida no tiene fundamentos2. Pero los apologistas también asumen sin argumento que si el cristianismo es aceptado, la vida no es absurda. ¿Es esto así? En este informe afirmo que no. Al retar esta opinión no sólo utilizaré nuevos argumentos sino emplearé argumentos no teistas de diversas maneras. El fin de mi discusión será que, cualquiera que sea el caso del ateísmo, la vida cristiana es absurda.
El significado de absurdo
¿Qué significa suponer que la vida es absurda? Comencemos con la definición del diccionario. Según el American Heritage Dictionary el significado principal del término en inglés "absurd" cuando es usado como adjetivo es "ridículamente incongruente o irrazonable." Así que en este sentido, decir que la vida es absurda es decir que la vida es ridículamente incongruente e irrazonable.
Sin embargo, los filósofos han construido versiones más elaboradas de lo absurdo. Por ejemplo, Albert Camus3 mantuvo que lo absurdo de la existencia humana está en función de dos cosas: las expectativas de los seres humanos y la realidad que encuentran. Los seres humanos esperan vivir en un mundo que es racional y unificado. Esta tensión entre expectativas y realidad genera lo absurdo de la existencia. Las propias expectativas de Camus de que el mundo fuera racional y unificado eran altas. Así, él sostiene que:
Si el hombre viera que el universo así como él puede amar y sufrir, se reconciliaría. Si el pensamiento descubre en los fenómenos relaciones eternas capaces de unirse en un solo principio, entonces viviría un goce intelectual tal que el mito de los benditos sería meramente una imitación ridícula. Esa nostalgia por la unidad, este apetito por lo absoluto ilustra el impulso esencial del drama humano. Sin embargo, la existencia de esa nostalgia no implica que vaya a ser satisfecha inmediatamente. Para ello hay que construir un puente que una al deseo con la conquista. Coincidimos con Parménides en cuanto a la realidad del Uno (lo que pueda ser), cuando cae en la ridícula contradicción de una mente que coincide con una unidad total tratando de probar por ello su propia diferencia y diversidad4.
En este pasaje Camus parecía afirmar que hay por lo menos tres diferentes aspectos en que el universo decepciona a la expectativa humana5. Primero, no es una criatura sensible que pueda amar y sufrir. Además, no podemos sumar todo lo que descubrimos sobre la realidad en un mismo principio. Y finalmente, queremos que el universo sea parmenidiano y aún así nos damos cuenta de que nuestras mentes no son parte del Uno.
Thomas Nagel ha dado distintas razones de lo absurdo de la existencia humana6. Ha argumentado que la percepción de lo absurdo viene de "la colisión entre la seriedad con que tomamos nuestras vidas y la posibilidad perpetua de considerar todo lo que consideramos serio como arbitrario, o abierto a la duda."7 Aunque como seres humanos tomamos en serio nuestras vidas, es posible tomar otro punto para ver mejor las cosas, fuera de nosotros. A diferencia de los animales y las cosas inanimadas, trascendemos nuestra propia perspectiva limitada y vemos nuestras vidas en una perspectiva eterna. Desde esta perspectiva, dice Nagel, todo lo que hacemos parece ser arbitrario. Aún así esta habilidad de poder tener esta perspectiva no nos desanima y "ahí yace lo absurdo: no en el hecho de que tal visión externa se pueda quitar, sino en el hecho de que nosotros la podemos tener sin dejar de ser personas cuyas preocupaciones primordiales son tomadas tan a la ligera.8."
Lo absurdo de la vida cristiana
¿Es la vida absurda -de acuerdo al significado del diccionario, ridículamente incongruente e irrazonable- si el cristianismo es aceptado? Me parece que la respuesta es 'sí' en función a criterios críticos al cristianismo. Vivir la vida de uno como cristiano está lleno de incongruencias, entre las cuales están:
1. No hay una versión cristiana consistente de cómo los humanos -se supone- deben ser salvados, aunque ésta sea su práctica más urgente. Es absurdo que el fin del cristianismo sea la salvación humana y aún así la doctrina cristiana no explique claramente cómo debe ser hecho. En realidad, existen por lo menos cuatro ideas conflictivas de cómo salvarse sugeridas por los credos, los evangelios y las epístolas de Pablo9. La primera, presentada en los evangelios sinópticos, es que uno es salvado al seguir un estricto código ético que va más allá de las leyes judías. El segundo, el cual también está presentado en los evangelios sinópticos, es el que uno se salva al hacer grandes sacrificios al seguir a Jesús. El tercero, establecido tanto por Pablo como por Juan, es que uno se salva al tener fe en Jesús. Pablo parece suponer que esto es suficiente y necesario sólo para los que nacieron después de la llegada de Cristo. El cuarto, sugerido en las cartas de Pablo, es que uno pudo haber sido salvado antes de que llegara Cristo al seguir las leyes judías. El primero, segundo y cuarto camino hacia la salvación implican trabajar para conseguirla, mientras en el tercero se necesita únicamente la fe. Ciertamente el tercer camino es el más comúnmente asociado con la cristiandad. Sin embargo, no queda claro qué se necesita además de creer. Aún cuando uno se concentre sólo en la dimensión cognitiva de la fe existen puntos no muy claros. Los credos parece que demandan el tipo de creencia que define la cristiandad ortodoxa, es decir, todo, desde el nacimiento virgen hasta la Segunda Llegada, de la resurrección a la encarnación. Por otro lado, Juan sólo parece pedir creer en la encarnación mientras que Pablo en la resurrección. Ni Pablo ni Juan exigen creer en el nacimiento virgen o en la Trinidad.
2. Existe una seria incongruencia entre el típico deseo del cristiano de ir al cielo y la injusticia sin sentido de la que se habla. En primer lugar, la noción de la existencia humana en el cielo -ya sea en cuerpo o sin él- es conceptualmente ininteligible. Segundo, sigue siendo un misterio cómo los habitantes del cielo puedan tener libre voluntad y presumiblemente no tener equívocos morales. Tercero, la tesis del anti-universalismo de que no todos serán salvados es injusta, dados los requerimientos no claros para salvarse, donde el universalismo parece no tener sentido. Y finalmente, muchos de los pasajes en la Biblia que se refieren al cielo lo describen como un lugar donde hay guerra, sufrimiento, violencia, inequidades sociales e injusticia social10. Esto, a pesar del hecho de que ir al cielo es el objetivo principal de la vida cristiana y que se sostiene como el fin de un deseo infinito. La idea del cielo es profundamente problemática tanto conceptual como éticamente11.
3. Otra incongruencia es que la teoría de la ética cristiana que se encuentra en el Nuevo Testamento parece irrelevante o indefendible para muchas personas moralmente sensibles, incluyendo muchos cristianos contemporáneos. Aún así esta teoría se supone es la base de la vida moral cristiana. Las promesas de Jesús de otro mundo, su rigidez, su demanda de obediencia ciega, su vengatividad, sus trucos para seguirlo no sólo son moralmente inaceptables sino contradicen la afirmación de que él es moralmente perfecto12. Más aún, su aprobación tácita de la esclavitud y sus confusas enseñanzas sobre la pobreza hacen de Jesús un inapropiado modelo ético.
Consideremos la esclavitud con mayor detalle. Aunque su práctica era común en el propio mundo de Jesús, no existe evidencia de que la criticara. Como Morton Smith afirma:
Había un enorme número de esclavos del emperador y del Estado romano; el Templo de Jerusalén era dueño de esclavos; los altos mandos sacerdotales tenían esclavos (uno de ellos perdió una oreja en el arresto de Jesús); todos los ricos y casi toda la clase media poseía esclavos. Hasta donde nos han dicho, Jesús nunca atacó esta práctica. Tomó las cosas como eran y moldeó sus enseñanzas según esto. De la manera en que Jesús presentaba las cosas, el principal problema de los esclavos no era liberarse, sino ganar la adoración de su amo. Parece que hubo revueltas de esclavos en Palestina y en Jordania durante la juventud de Jesús (Josephus, Bellum 2:55-56); un líder de esa revuelta que hiciera milagros hubiera atraído a muchas personas. Si Jesús hubiera denunciado la esclavitud o prometido la liberación de los esclavos, seguramente hubiéramos oído de esto. No oímos nada, así que lo más probable es que nunca haya dicho nada.13
Además, si Jesús se hubiera opuesto a la esclavitud, lo más probable es que sus primeros seguidores hubieran continuado sus enseñanzas sobre el asunto. Sin embargo, Pablo (1Cor. 7:21,24) y otros escritores cristianos les dijeron a los cristianos que continuaran con la esclavitud14. Es absurdo entonces para alguien que tácitamente aprobó la esclavitud representar el ideal moral cristiano. Aún si pasamos por alto estos problemas y nos concentramos en lo que es considerado por muchos la esencia de las enseñanzas de Jesús, específicamente, el mandamiento 'Ama a tu prójimo', existen problemas. La falta de claridad del mandamiento le permite ser interpretado de distintas maneras, algunas tienen implicaciones inaceptables y otras son tan vagas que es imposible diferenciar lo que este mandamiento implica. Por lo que es absurdo que el mandamiento ético por excelencia del cristianismo tenga tantos problemas.
4. Otra incongruencia es que no existe una teoría plausible de la resurrección; esto es, el por qué Jesús encarnó, murió en la cruz y resucitó15. Aún así, sin esto la visión cristiana no tiene sentido y por ende la encarnación, muerte y resurrección no tienen razón de ser. Todas las teorías importantes de la resurrección tienen serios problemas. En particular, fallan en explicar porqué Dios sacrificó a su hijo para la salvación de los pecadores o hacen ver el sacrificio como algo arbitrario y sin sentido. Por lo tanto, no aportan una explicación adecuada de la encarnación, muerte y resurrección de Jesús. Para ilustrar más, pondré a su consideración una de estas posiciones: la teoría del rescate, la cual, durante aproximadamente los primeros mil años de la historia cristiana, fue la teoría más popular de la resurrección.
En la cruda versión que tenían los primeros pensadores cristianos sobre el Origen (185-254 DC), la teoría del rescate asume que el diablo posee a la humanidad y que sus derechos de posesión no pueden ser ignorados. Dios acepta pagar un precio, la muerte de Su propio hijo, para rescatar a la humanidad. El diablo acepta la oferta porque cree que tendrá al hijo de Dios como su premio. Sin embargo, Dios engaña al diablo. Dios sabe que hace esa oferta al diablo que éste no podrá quedarse con el hijo de Dios como premio.
Consecuentemente, el hijo escapa de los poderes del diablo y se reconcilia con su padre. En versiones posteriores, más sofisticadas, por ejemplo, la de Agustín: el diablo es engañado no por Dios sino por su propio orgullo; en particular, es derrotado por su propia maldad. Consecuentemente, la justicia de Dios es preservada16.
Esta teoría, obviamente, tiene muchos problemas. Las primeras versiones explícitamente le atribuyen a Dios cualidades de carácter que no son dignas de un ser divino. Si Dios es moralmente perfecto, no tiene que engañar a nadie, ni siquiera al diablo. Pero aún las versiones más sofisticadas se hacen suposiciones implausibles; por ejemplo, que el diablo estaría tan cegado por el orgullo que creería que es más poderoso que el hijo de Dios. Es más, la misma idea de un diablo, especialmente uno que ha ganado el derecho de posesión de los seres humanos debido a sus pecados, una que Dios debe acatar y honrar, es considerada por muchos lectores modernos como bizarra e implausible. ¿Por qué Dios creería que el diablo tiene derechos morales sobre las criaturas de Dios? Después de todo, el diablo es una de sus criaturas, una que lo ha desobedecido y pecado en contra de él. Aún más, no era necesario que Dios sacrificara a su hijo para el rescate ya que podría haber otras opciones. Como Dios es todopoderoso y puede hacer cualquier cosa aunque sea lógicamente imposible, Dios seguramente pudo haber tenido otras formas de lograr sus metas. Por último, esta teoría no explica por qué los humanos deben tener fe en Jesús para ser salvados, ya que, según la teoría del rescate, después de la muerte y resurrección de Jesús los seres humanos se libraron de las garras del diablo; parecía ser que la forma de salvarse era simplemente seguir una vida libre de pecados para ya no caer en el control del diablo. ¿Qué tiene que ver la fe en Jesús con esto? La teoría del rescate no da ninguna respuesta así como tampoco las teorías de la resurrección, la aceptación, la penitencia, el gobierno, la moral y la mística. Todas son extremadamente implausibles.
5. La última incongruencia que mencionaré es que los cristianos basan sus vidas en la creencia del Dios cristiano y ese concepto también es incoherente. Así que ¿qué podría ser más absurdo que basar la vida de uno en una noción incoherente? En primer lugar, algunas de las propiedades atribuidas a Dios en la Biblia son inconsistentes17. Por ejemplo, se dice que Dios es invisible (Col. 1:15, 1Ti 1:17, 6:16), un ser que nunca ha sido visto (Juan 1:18, 1Jo 4:12), pero hay personas en la Biblia, entre ellos Moisés (Ex 33:11, 23) Abraham, Isaac y Jacobo (Ge. 12:7, 26:2, Ex 6:3) vieron a Dios. Dios se supone que dijo, "no pueden ver mi rostro, pues nadie me puede ver y vivir" (Ge 32:30). Sin embargo, Jacob vio a Dios y vivió (Ge 32:30). En algunas partes Dios es descrito como misericordioso18 y en otras que no tiene misericordia19; en unas partes como un ser que se arrepiente y cambia de parecer20 y en otras como un ser que nunca se arrepiente ni cambia de parecer21. A veces es un ser que engaña y causa maldad22 y a veces un ser que nunca lo hace23; a veces es alguien que castiga a los hijos de las malas acciones de sus padres24 y otras como alguien que nunca lo hace25.
Segundo, los atributos especificados en los relatos filosóficos de Dios o están en conflicto entre ellos o son internamente inconsistentes. En Atheism dediqué treinta páginas a analizar en detalle la incoherencia relacionada con los conceptos de omnisciencia, omnipotencia y libertad divina. Aquí sólo tengo espacio para subrayar mis argumentos relativos a la omnisciencia. En cierto sentido, decir que Dios es omnisciente es decir que Dios lo sabe todo. Decir que Dios todo lo sabe quiere decir que tiene todo el conocimiento que existe. Ahora los filósofos han distinguido entre tres tipos distintos de conocimiento: proposicional, procedural y conocimiento familiar.
Brevemente, el conocimiento proposicional o factual es saber que algo es analizable como una creencia verdadera de algún tipo. En contraste, el conocimiento procedural o el conocimiento del cómo es un tipo de habilidad y no es reductible al conocimiento proposicional26. Finalmente, el conocimiento familiar es el que se da por contacto directo con algún objeto, persona o fenómeno27. Por ejemplo, el que yo diga que conozco al Sr. Jones implica que tengo más que un conocimiento proposicional detallado sobre el Sr. Jones; que tengo un contacto directo con el Sr. Jones. Igualmente, decir que conozco la pobreza implica que, además de un conocimiento detallado proposicional de la pobreza, tengo experiencia directa de ella.
Decir que Dios lo sabe todo, entonces, es decir que Dios tiene todo el conocimiento ya sea proposicional, procedural o familiar. Sin embargo, las implicaciones de esta afirmación de la existencia de Dios no son analizadas normalmente. Si Dios es omnisciente, entonces Dios debe tener todo el conocimiento incluyendo el saber cómo nadar. Pero esto entra en conflicto con el hecho de que no tiene cuerpo. Pues sólo un ser con un cuerpo puede saber como nadar en el sentido práctico; o sea, puede en verdad tener la habilidad de nadar. Ya que por definición Dios no tiene cuerpo, el atributo de Dios de no tener cuerpo y su atributo de ser omnisciente están en conflicto. Por lo tanto, ya que Dios tiene propiedades en conflicto el concepto de Dios es incoherente.
La propiedad de saber todo también entra en conflicto con ciertos atributos morales comúnmente atribuidos a Dios. Pues si Dios es omnisciente, entonces Él tiene el conocimiento directo de todos los aspectos de lujuria y envidia. Un aspecto de la lujuria es el sentimiento de lujuria y otro aspecto de la envidia es el sentimiento de envidia. Sin embargo, una parte del concepto de Dios es que Él es moralmente perfecto y ser moralmente perfecto excluye estos sentimientos. Consecuentemente, el concepto de Dios es incoherente28.
Además, la omnisciencia de Dios entra en conflicto con su omnipotencia. Como Dios es omnipotente entonces no puede experimentar miedo, frustración y desesperanza29. Para tener estas experiencias uno debe creer que uno es incapaz de algo, pero como Dios lo sabe todo y lo puede todo, Él sabe que su poder es ilimitado. Consecuentemente, Él no puede tener conocimiento directo completo de todos los aspectos de miedo, frustración y desesperanza. Por el otro lado, ya que Dios es omnisciente Él debe tener este conocimiento. De nuevo el concepto de Dios muestra ser incoherente. ¿Qué podría ser más absurdo? El concepto central de la vida cristiana que es Dios y que este concepto es incoherente30.
¿Tratarán mejor lo absurdo de la vida cristiana filósofos como Camus y Nagel? Consideremos a Camus. Aunque Camus rechazaba la cristiandad porque autoriza el salto conceptual de la fe, de todos modos era importante ver que si la gente realmente tiene las tres expectativas que él les atribuye, la cristiandad los decepcionará y la vida será absurda aún si siguen la cristiandad. Primero, el universo mismo, aún desde la perspectiva cristiana, no es una criatura sensible y no ama ni sufre. Algunas criaturas en el universo son sensibles y si la cristiandad está en lo correcto, el creador del universo también. Pero esto aparentemente no satisface a los seres humanos que quieren que el universo sea sensible. Segundo, la cristiandad no enseña que todo puede ser descubierto o resumido en un sólo principio; pero esto es, según Camus, lo que esperan los seres humanos. Finalmente, a excepción de algunos místicos y panteístas cristianos, la cristiandad no puede enseñar que el universo es el Uno (parmenidiano) y que nuestras mentes son parte del Uno. Sin embargo, según Camus, eso es lo que los seres humanos esperan. Así que aún aceptando lo dicho por Camus, la vida cristiana sigue siendo absurda. Existe tensión entre lo que enseña la cristiandad y lo que los humanos esperan y esta tensión es precisamente lo que Camus cree que la hace absurda.
Aunque Nagel no discute explícitamente el cristianismo, su teoría sugiere que la cristiandad no elimina lo absurdo de la vida. Nagel argumenta que es inútil tratar de escapar de nuestra posición tomando una perspectiva más amplia que pueda dar significado a nuestras vidas. En particular, duda que la creencia en Dios y su propósito cósmico pueda eliminar el sentimiento de lo absurdo. Si podemos regresar y dudar de los propósitos individuales de vida, es posible dudar del reino y gloria de Dios también. "Lo que hace la duda con respecto al logro limitado del individuo también lo hace con respecto a cualquier propósito que aliente el sentido de que la vida no tiene sigificado31". Sin embargo, Nagel, a diferencia de Camus, no recomienda este desafío al universo de cara a lo absurdo. Este tipo de respuesta dramática, dice Nagel, falla al apreciar la "importancia cósmica de la situación": "Sin una visión de eternidad no hay razón en creer que algo es importante, entonces si ello tampoco importa lidiaremos con nuestras absurdas vidas de manera irónica en lugar de con heroísmo y desesperación."32 Para Nagel, entonces, esto significa que la salvación cristiana con dicho tipo de visión, no importa. Pero que esto no importe no tiene en sí importancia. Lo absurdo para Nagel yace en el hecho que los cristianos pueden tomar este punto de vista externo y aún así no deslindarse de la vida. Lidiando sus vidas con una ironía, así siguen viviendo.
Conclusión
Las ideas cristianas de salvación, cielo, ética, resurrección y Dios son profundamente problemáticas y la vida siguiendo estas ideas es absurda en términos de la definición ordinaria del diccionario de lo "absurdo". Sin embargo, los análisis filosóficos de lo absurdo realizados por Camus y Nagel muestran que la cristiandad no es mejor que el ateísmo.
Notas:
[*] Publicado en "The American Rationalist". Mayo-Junio, 2000.
[1] Ver, por ejemplo, William Lane Craig, Reasonable Faith (Wheaton, III: Crossway Books, 1994) Capítulo 2. Este libro es la edición revisada de su libro de 1984 publicado por Moody Press.
[2] Michael Martin, Atheism: A Philosophical Justification (Philadelphia, PA 1990), Capítulo 1. Aunque el libro de Craig fue revisado en 1994 no hace ningún esfuerzo en responder alguna de mis objeciones y parece pasar por alto mis críticas.
[3] Albert Camus, The Myth of Sisyphus and Other Essays, traducido por Justin O'Brien, (Nueva York: Alfred A. Knopf, Inc. 1955) Selecciones relevantes de su obra fueron reimpresas en The Meaning of Life de Steven Sanders y David Cheney. (Englewood Cliffs, NJ: Prentice Hall, 1980) Ver Albert Camus, "An Absurd Reasoning", The Meaning Of Life. pp. 65-75.
[4] Camus, "An Absurd Reasoning", The Meaning of Life. p 69.
[5] Martin, Atheism, pp. 17-18
[6] Thomas Nagel, "The Absurd", The Meaning of Life, pp. 155-165.
[7] Ibid. p. 157
[8] Ibid., p. 159
[9] Ver Michael Martin, The Case Against Christianity, (Philadelphia, PA: Temple University Press, 1991), Capítulo 7. Ver también C. Dennis McKinsey, The Encyclopedia of Biblical Errancy (Amherst, NY: Prometheus Books, 1995), Capítulo 16.
[10] Ver McKinsey, The Encyclopedia of Biblical Errancy. pp 330-332 para referecias bíblicas específicas.
[11] Ver Michael Martin, "Problems With Heaven". Julio 22, 1997. http://www.infidels.org/library/modern/ ... eaven.html
[12] Ver Martin, The Case Against Christianity, Capítulo 6, MacKinsey The Encyclopedia of Biblical Errancy, Capítulo 7.
[13] Ver Morton Smith, "Biblical Arguments for Slavery", Free Inquiry, 7, Primavera 1987, p. 30
[14] Ibid. Ver también Edward A. Westermarck, "Christianity and Slavery", A Second Anthology of Atheism and Rationalism, ed. Gordon Stein, (Buffalo, NY.: Prometheus Books, 1987), pp. 427-437.
[15] Ver Martin, The Case Against Christianity, Apéndice 2.
[16] L. W. Grensted, A Short History of the Doctrine of Atonement (Londres: Manchester University Press, 1920), Capítulo 3. Algunos comentaristas argumentan que Augustino no mantenía una teoría del rescate, ni siquiera una sofisticada. Ver la introducción a Anselomo Why God Became Man and The Virgin Conception and Original Sin, de Joseph M. Colleran, traducida, introducción y notas por Joseph M. Colleran (Albany, NY.:MagiBooks, 1969) p. 44.
[17] Aquí estoy en deuda con Nonbelief and Evil de Ted Drange (Amherest, NY; Prometheus Books, 1998) Apéndice D.
[18] Ps 86:5, 100:5, 103:8, 106:1, 136:2. 148:8-9; Joel 2:13; Mic 7:18, Jas 5:11.
[19] De 7:2,16, 20:16-17; Jos 6:21, 10:11, 19, 40, 11:6-20; ISa 6; 19. 15:3; Na 1:2; Jer 13:14; Mt 8:12, 13:42, 50, 25:30, 41, 46; Mk 3:29, 2Th 1:8-9; Re 14:9-11, 21:8
[20] Ge 6:6, Ex 32:14;1Sa 2:30-31, 15:11,35, 2Sa 24:16:2Ki 20: 1-6; Ps 106:45; Jer 42:10; Am 7:3; Jon 3:10
[21] Nu 23:19; ISa 15:29, Eze 24:14 Mal 3:6: Jas 1:17.
[22] Ge 11:7; Jg 9:23; 1Sa 16:14, La 3:34; 1Ki 22:22-23; Isa 45:7, Am 3:6; Jer 18:11, 20:7; Eze 20: 25, 2 Th 2:11
[23] De 32:4; Ps 25:8, 100:5, 145:9; ICo 14:33.
[24] Ge 9:22-25; Ex 20:5, 34:7; Nu 14;18; De 5:9; 2Sa 12:14; Isa 14:21, 65:6-7.
[25] De 24:16; 2Ch 25:4; Eze 18:20
[26] Para la explicación de estos dos tipos de conocimiento ver Conditions of Knowledge de Isareal Scheffler (Chicago: Scott Foresman and Co. 1965)
[27] Ver D. W. Hamlyn, The Theory of Knowledge, (Gardin City, NY.: Doubleday, 1970), pp. 104-106.
[28] Este argumento se desarrollo en "A Disproof of the God of the Common Man," de Michael Martin, Question, 1974, 115-124; Michael Martin, "A Disproof of God's Existence," Darshana International, 1970.
[29] Cf. David Blumenfeld, "On the Compossibility of the Divine Attributes", Philosophical Studies, 34, 1978, pp.91-103.
[30] Otras absurdidades consideradas en algunos otros lados que tienen que ver con la doctrina cristiana de Dios específicamente cn la Trinidad y la reencarnación. Vea Martin, The case against Cristianity, Chapter 5, pp. 10-11, p. 14.
[31] The meaning of Lifes, p. 160.
[32] Ibid. p.165.
Re: Lo absurdo de la vida cristiana*
Si le dices a un cristiano que hasta ahora creías en Osirirs pero que te asaltan las dudas sobre la veracidad de su existencia, probablemente te de la razón: "Claro!, es absurdo creer en Osiris, te dirá" .
No salta dentro de el ninguna alarma.
No se siente atacado pues considera que el resto de los dioses no son su Dios.
Pero en realidad le resultaría dificil encontrar diferencias entre los argumentos de los seguidores de esos dioses y los suyos personales.
En realidad, su Dios es mas parecido a la marca de un grupo que a un ente supraterrenal.
El Dios cristiano es parecido al simbolo de un equipo de fútbol: Real Madrid, Boca , Futbol Club Barcelona.... etc.
Si a un fanático de uno de estos le dices que el futbol es una mierda podrida te mirará con indiferencia, o dirá que todos los equipos no son iguales.
Si a ese fanático del Real Madrid le dices que su equipo, -que juega con las mismas reglas que los demas- es eso... tendreis algo mas que palabras.
El Dios cristiano es un distintivo de marca, como lo puede ser el musulmán o cualquier otro.
La marca diferencia al grupo, pero el sentido de existencia es el mismo para el que para los demás -jugar al futbol y ganar- -someter a los demás hombres a mi grupo y tener mas poder-.
La Fe no es virtud
Salud os
No salta dentro de el ninguna alarma.
No se siente atacado pues considera que el resto de los dioses no son su Dios.
Pero en realidad le resultaría dificil encontrar diferencias entre los argumentos de los seguidores de esos dioses y los suyos personales.
En realidad, su Dios es mas parecido a la marca de un grupo que a un ente supraterrenal.
El Dios cristiano es parecido al simbolo de un equipo de fútbol: Real Madrid, Boca , Futbol Club Barcelona.... etc.
Si a un fanático de uno de estos le dices que el futbol es una mierda podrida te mirará con indiferencia, o dirá que todos los equipos no son iguales.
Si a ese fanático del Real Madrid le dices que su equipo, -que juega con las mismas reglas que los demas- es eso... tendreis algo mas que palabras.
El Dios cristiano es un distintivo de marca, como lo puede ser el musulmán o cualquier otro.
La marca diferencia al grupo, pero el sentido de existencia es el mismo para el que para los demás -jugar al futbol y ganar- -someter a los demás hombres a mi grupo y tener mas poder-.
La Fe no es virtud
Salud os
Re: Lo absurdo de la vida cristiana*
Me ha gustado el símil, es muy ilustrativo.El Dios cristiano es un distintivo de marca, como lo puede ser el musulmán o cualquier otro.
La marca diferencia al grupo, pero el sentido de existencia es el mismo para el que para los demás -jugar al futbol y ganar- -someter a los demás hombres a mi grupo y tener mas poder-.
salu2
"La duda, Adso, es enemiga de la fe."
Guillermo de Baskerville
Guillermo de Baskerville
Re: Lo absurdo de la vida cristiana*
Decir que Dios lo sabe todo, entonces, es decir que Dios tiene todo el conocimiento ya sea proposicional, procedural o familiar. Sin embargo, las implicaciones de esta afirmación de la existencia de Dios no son analizadas normalmente. Si Dios es omnisciente, entonces Dios debe tener todo el conocimiento incluyendo el saber cómo nadar. Pero esto entra en conflicto con el hecho de que no tiene cuerpo. Pues sólo un ser con un cuerpo puede saber como nadar en el sentido práctico; o sea, puede en verdad tener la habilidad de nadar. Ya que por definición Dios no tiene cuerpo, el atributo de Dios de no tener cuerpo y su atributo de ser omnisciente están en conflicto. Por lo tanto, ya que Dios tiene propiedades en conflicto el concepto de Dios es incoherente.
La propiedad de saber todo también entra en conflicto con ciertos atributos morales comúnmente atribuidos a Dios. Pues si Dios es omnisciente, entonces Él tiene el conocimiento directo de todos los aspectos de lujuria y envidia. Un aspecto de la lujuria es el sentimiento de lujuria y otro aspecto de la envidia es el sentimiento de envidia. Sin embargo, una parte del concepto de Dios es que Él es moralmente perfecto y ser moralmente perfecto excluye estos sentimientos. Consecuentemente, el concepto de Dios es incoherente28.
Lo siento no soy filósofo; Dios no nadaba, andaba por encima del agua. Dios permite la lujuria y la envidia, pero no tiene lujuria y envidia; Dios es Amor.
Dios solo tiene una esencia, porque si tuviera dos ya no podría ser Dios. Esto último no lo puedo explicar, porque me perdí la charla sobre este tema. Dios no puede negarse a sí mismo, es evidente.
Recuerda que Jesús es Dios, y comía y bebía, y le gustaban las fiestas, etc... la lujuria y la envidia y otros cinco pecados capitales no entran en la definición de perfección.
Solo estos detalles para que no te creas todo lo que te cuenten. Un saludo.
La propiedad de saber todo también entra en conflicto con ciertos atributos morales comúnmente atribuidos a Dios. Pues si Dios es omnisciente, entonces Él tiene el conocimiento directo de todos los aspectos de lujuria y envidia. Un aspecto de la lujuria es el sentimiento de lujuria y otro aspecto de la envidia es el sentimiento de envidia. Sin embargo, una parte del concepto de Dios es que Él es moralmente perfecto y ser moralmente perfecto excluye estos sentimientos. Consecuentemente, el concepto de Dios es incoherente28.
Lo siento no soy filósofo; Dios no nadaba, andaba por encima del agua. Dios permite la lujuria y la envidia, pero no tiene lujuria y envidia; Dios es Amor.
Dios solo tiene una esencia, porque si tuviera dos ya no podría ser Dios. Esto último no lo puedo explicar, porque me perdí la charla sobre este tema. Dios no puede negarse a sí mismo, es evidente.
Recuerda que Jesús es Dios, y comía y bebía, y le gustaban las fiestas, etc... la lujuria y la envidia y otros cinco pecados capitales no entran en la definición de perfección.
Solo estos detalles para que no te creas todo lo que te cuenten. Un saludo.
Re: Lo absurdo de la vida cristiana*
Se acaba de meter en este hilo un bot llamado Job. Preguntad lo que querais... responderá lo que le venga en gana.
"Matadlos a todos que Dios reconocerá a los suyos"
esta frase fué pronunciada por Arnaldo Amalric, arzobispo de Narbona, en el siglo XIII.
En el año 1209 el Papa Inocencio III declaró una cruzada contra los cátaros. Los cátaros eran cristianos franceses un poco especiales que no seguían las órdenes del Papa y por eso Éste los declaró herejes y mandó contra ellos a los cruzados.
Los mandamases de la cruzada cátara eran Simon de Montfort, al mando de las tropas, y el arzobispo de Narbona (Francia) como representante directo del Papa.
Uno de los episodios más famosos de esta guerra fue el asedio de la ciudad de Béziers el 21 de julio de 1209. En esta ciudad vivían muchos cátaros y habían conseguido refugio otros muchos.
Cuando las tropas católicas consiguieron entrar en la ciudad, recibieron la orden de matar a todos los cátaros, ya fuesen niños, viejos, hombres o mujeres. Simon de Montfort, al mando de los soldados, se quejó entonces ante el arzobispo, Arnaldo Amalric, de que no podía cumplir esa orden, ya que no tenía forma de distinguir entre los católicos que vivían en la ciudad derrotada y los cátaros que también vivían allí o que se habían refugiado en la ciudad. En ese momento, el arzobispo pronunció la famosa frase:
- ¡Matadlos a todos, que Dios reconocerá a los suyos!
"Los suyos", eran para el arzobispo los católicos. Simon de Montfort cumplió la orden y sus tropas mataron a más de 7.000 personas.
La fe no es virtud
Salud os
"Matadlos a todos que Dios reconocerá a los suyos"
esta frase fué pronunciada por Arnaldo Amalric, arzobispo de Narbona, en el siglo XIII.
En el año 1209 el Papa Inocencio III declaró una cruzada contra los cátaros. Los cátaros eran cristianos franceses un poco especiales que no seguían las órdenes del Papa y por eso Éste los declaró herejes y mandó contra ellos a los cruzados.
Los mandamases de la cruzada cátara eran Simon de Montfort, al mando de las tropas, y el arzobispo de Narbona (Francia) como representante directo del Papa.
Uno de los episodios más famosos de esta guerra fue el asedio de la ciudad de Béziers el 21 de julio de 1209. En esta ciudad vivían muchos cátaros y habían conseguido refugio otros muchos.
Cuando las tropas católicas consiguieron entrar en la ciudad, recibieron la orden de matar a todos los cátaros, ya fuesen niños, viejos, hombres o mujeres. Simon de Montfort, al mando de los soldados, se quejó entonces ante el arzobispo, Arnaldo Amalric, de que no podía cumplir esa orden, ya que no tenía forma de distinguir entre los católicos que vivían en la ciudad derrotada y los cátaros que también vivían allí o que se habían refugiado en la ciudad. En ese momento, el arzobispo pronunció la famosa frase:
- ¡Matadlos a todos, que Dios reconocerá a los suyos!
"Los suyos", eran para el arzobispo los católicos. Simon de Montfort cumplió la orden y sus tropas mataron a más de 7.000 personas.
La fe no es virtud
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