Shé escribió:Mi alabadísimo y nunca suficientemente ponderado Sr. Ampudia,
Pido humildemente perdón por el atrevimiento e, incluso, descaro que supone que una mísera fémina, una arrastrada culebra para más deshonra, se atreva a dirigirse, aunque desde la distancia que mandan los cánones, a vuecencia.
Sin embargo, desde que he visto que usted afirma que incluso dios se equivoca a veces, no se me quita la sonrisa de la boca.
Se da la circunstancia de que, aunque justamente despreciada y relegada por el clero de Roma y de todos los pueblos bajo su mandato a un segundo o, incluso, tercer lugar en los papeles del mundo, mi fe inquebrantable en el Altísimo me ayudó siempre a superar mundanos resentimientos, ofreciendo sinceramente mi perdón contiiiiiiiiiiiinuo al clero por su comprensible desprecio hacia mi culebril y femenina persona. Igualmente he de manifestar que siempre he creido como desde mi más tierna infancia se me ordenó hacer, que el Papa, que ojalá Dios tenga pronto en su infinita gloria, no se equivoca nunca. Siempre he sabido que se equivocaba, pero lo importante no es lo que sé, sino lo que creo, a los ojos insondables del Todopoderoso.
Esta es pues mi pregunta: la distancia entre la verdad -que el Papa se equivoca cada vez que abre la boca, u osico- y la fe, que nos dice que esto no puede ser, ¿supondría una reflexión tal que podría poner en peligro mi futuro puesto, aunque sin duda de ínfima categoría, en el paraíso?
¿Podría ser que dios se hubiera equivocado al decirle al Papa que nos diga de su infalibilidad? ¿Podría? ¿SI?
Humilde y arrastradamente a sus pies,
Guanamina de la Herrumbre
PS: En el caso de que vuecencia considere que el bienestar de mi eternidad pudiera no estar de todo a salvo, ¿Aceptaría Dios Nuestro Señor en su infinita bondad un sacrificio en compensación por mis elucubraciones? De ser así, voluntariamente y con profundo fervor, yo misma le haría ofrenda del Sr. Sarkozy en sacrificio, por el fuego o por el cuchillo, lo que v.e. recomiende como más adecuado. :angel12:
¡Caramba de los carambas! Que para ser mujer tienes un entendimiento muy sutil de las cosas, ¿ah, hija mía? Pues que ya te respondo Guanamina de la Herrumbre, y te respondo de esta forma, mira... Es cierto que Dios, en su infinita sabiduría, le ha dado al hombre mayor raciocinio que a la hembra, cualquier hombre se da cuenta de eso. Pero es cierto también que Nuestro Señor ha tratado de compensarlas con no pocas bendiciones: la maternidad, la gestación, la regla, la natural dulzura que os adorna y el entendimiento natural de las cosas de la cocina, la lavandería y la crianza de los niños. ¡Que no es poco maja! Ya quisiera yo criar niños y lavar y cambiar pañales en vez de, como es natural en mí, por ser hombre, andar meditando cómo es que la Gloria del Señor se manifiesta por doquier. Es un trabajo duro pensar em Dios pues, como hasta una mujer sabe, el Señor no salta a la vista. Por lo demás, a ti no te va tan mal, ah? Ya te digo, acá entre nos: tienes más raciocinio que muchos de los monjes que mi obispo manda ayudarme a orar por las noches.
Y sobre tus dudas sobre el Papa y su infalibilidad y la contradición con la Fe, pues deja esos asuntos para las mentes de los varones Guanamina de la Herrumbre. No es necesario que hagas ningún sacrificio. Tu, simplemente, a lo tuyo, vamos, que tu marido no tarda en regresar a casa y necesita un buen plato de sopa caliente y una guapa que adorne su sala y alivie su cansancio. Si tu cumples con eso, pues ten por seguro que el Señor te tendrá un puesto muy bueno en el Paraíso. Amén.
Renato Ampudia
Cura progresista, filólogo, teólogo y ex-alcohólico