Estos son los cinco argumentos de Hume con los que intenta desvirtuar el argumento del diseñador inteligente, y mis comentarios respecto a cada uno de ellos.
1. Para que el argumento sea cierto, debe ser verdadero que el orden y el
propósito se observen cuando resulten de un diseño. Pero se puede observar el
orden con frecuencia en procesos carentes de planificación como la
cristalización. El diseño sólo es causante de una minúscula parte de nuestra
experiencia.
(Carlos)
Que el diseño sea siempre la génesis del orden y del propósito es lo que Hume rechaza,
sosteniendo que con frecuencia procesos carentes de diseño (o de “planificación”) producen orden y propósito. No sé si la cristalización sea un ejemplo válido, pero
suponiendo que lo sea, es legitimo decir que, por muy desordenado que aparentemente hubiere sido el proceso de cristalización, éste siguió un determinado patrón que dió por resultado el cristal. Si no hubiera habido tal patrón, el proceso de cristalización habría dado por
resultado cualquier otra cosa. Entonces, ahí donde parecía haber desorden,
no diseño, no planificación, en realidad había un diseño intrínseco, un patrón, una “esencia” (como prefiero llamarlo), en suma, un desorden ordenado.
Un economista ateo podría poner otro ejemplo, de naturaleza enteramente diferente al de la cristalizaciòn: el de la “mano invisible” de Adam Smith, pero estarìa equivocado, pues precisamente la mano invisible, ese involuntario factor que encamina el interés individual hacia el interés común, hacia el orden económico, sería precisamente el patrón ordenado que sigue el aparentemente desordenado mercado. Otra vez un desorden ordenado.
2. Además, el argumento del diseñador se basa en una analogía incompleta:
dada nuestra experiencia con los objetos, podemos reconocer los diseñados por el
hombre, comparando por ejemplo un montón de piedra con una pared. Pero para
reconocer un universo diseñado necesitamos conocer una variedad de universos
diferentes. Como sólo podemos conocer uno, la analogía no puede aplicarse.
(Carlos)
El argumento de la “incompletitud” de Hume presupone la posibilidad de que haya otras realidades en las que el no orden, el no diseño, produjesen orden y diseño, de modo que si las conociésemos, constataríamos que en esas otras realidades el orden y el diseño no son necesarios para producir objetos diseñados y ordenados. En otras palabras, esas otras realidades desmentirían la experiencia humana con los objetos. Serían realidades en las que no solo que una pila de piedras produjese la pared sin diseño previo, sin planificación previa, sin esencia previa, sino que también un sistema planetario se produjese sin diseño previo. Este argumento, sin embargo, no demuestra la inexistencia del diseño previo, simplemente introduce una duda respecto a su necesidad. Argumento ladino, que pretende que de angas o de mangas “nos coma el tigre” a los que creemos en el diseño previo, pues para refutarlo contundentemente necesitaríamos conocer otros universos en los que se ratificara fehacientemente “nuestra experiencia con los objetos”, sin que haya ni uno solo que no lo hiciera, amén de que también se necesitaría que el número de universos en los que se ratificara nuestra experiencia fuera infinito, pues si no lo fuera, siempre cabría la posibilidad de que en algún otro desconocido universo hubiera otra realidad que refutase nuestra experiencia. Es más un argumento para “ganar el debate”, que para buscar la verdad.
3. Incluso si el argumento fuera perfectamente válido, no podría establecer
un teísmo robusto; pues se puede llegar fácilmente a la conclusión de que la
configuración del universo es el resultado de un agente o agentes no
inteligentes cuyos métodos sólo tienen una remota similitud con el diseño
humano.
(Carlos)
Esto equivale a decir: Si fuera perfectamente válido que hay un diseñador, se puede llegar fácilmente a la conclusión de que tal diseñador no es inteligente. ¿Cómo así alguien que no es inteligente produce diseño inteligente, esto es, la configuración que tiene el universo?. ¿O es que Hume creía que la configuración que tiene el universo NO es inteligente?. ¿En ese caso, por qué creía que no es inteligente?.¿Sólo porque el atributo de “inteligente” lo es desde la perspectiva humana?. ¿Y si la perspectiva humana de “inteligente” coincide con la noción que al respecto pudiesen tener otros habitantes del cosmos?. El argumento de Hume no prueba nada, más parece un fuego de artificio, con vistosidad pero sin contenido.
4. Si un mundo natural ordenado necesita de un diseñador, entonces la mente
de Dios (que es ordenada) también necesita un diseñador. Entonces, este
diseñador necesita de otro diseñador, y así ad infinitum. Se podría responder
apelando a una inexplicable mente divina auto-ordenada; pero entonces por
qué no contentarse con un inexplicablemente auto-ordenado mundo?.
(Carlos)
¿Que por qué no contentarse con un mundo auto-ordenado?.Porque todo tiene su causa, pero así como todo tiene su causa, la cadena de causas y efectos no puede ser infinita. No puedo entrar aquí en una explicación detallada de esto que parece contradictorio pero que no lo es. En otros mensajes, sin embargo, ya lo he hecho.
5. A menudo, cuando se trata del propósito, cuando parece que el objeto X
tiene la característica C para poder lograr la recompensa O, se puede explicar
mejor mediante un filtrado: es decir, el objeto X no existiría si no tuviese la
característica C, y la recompensa O sólo es una proyección de las metas humanas
en la naturaleza. Esta explicación de la teleología anticipó la idea de
selección natural.
(Carlos)
Este argumento deja intocado lo principal: la cuestión de cómo el objeto X llegó a tener la característica C que lo habilita para lograr la recompensa O. Para ponerlo en términos evolucionistas: ¿qué motoriza y direcciona el proceso evolucionista al punto de dotar de característica C al objeto X?. ¿La pura espontaneidad?.
Los argumentos de Hume
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Re: Los argumentos de Hume
Teoría y práctica del oxímoron; " el caos ordenado”
A pesar del riesgo que corro por el vano intento de comprender a David Hume (que no de hablar en su nombre), en este su famoso alegato contra el argumento teleológico que pretendía demostrar la existencia de Dios y que, como supondrás, estoy tan alejado del pensamiento de Hume como aparentemente puedas estarlo tú. Digo aparentemente porque David tiene el mismo concepto acerca de lo causal como el que defendiste en otro hilo. Con lo cual, considero que vuestras posiciones no están tan alejadas y cómo no se lo que opinas sobre otros asuntos, dejo para otra ocasión las afinidades o concordancias que pudieran aparecer en un futuro entre ambos.
La cristalización (natural) no necesita de diseñador inteligente, salvo que las abejas lo sean por la capacidad que tienen en la conversión del néctar a miel y que dependiendo de los azúcares (causa) que contenga precipitarán el efecto de cristalización natural que a los consumidores no les suele agradar, de hay su pasteurización previa para eliminar la contingencia cristalina. Me estoy imaginando a las abejas haciendo patrones o esencias previas para la transformación del néctar en sustancia (miel). No sé si Hume sabía de estas cosas o hablaba de su vecino el cristalero soplador de vidrio. La obsidiana es un vidrio volcánico que los mayas utilizaban como remedio medicinal…¡ lo que da de sí, el caos ordenado!. Es que los oxímoron, lo mismo sirven para un roto que para un descosido.
Los argumentos de los que Hume hace gala en su pretensión de refutar el “argumento teleológico” son, el sentido común y que como buen mecanicista empírico se basa en los conocimientos de la época, por lo que me parece un poco absurdo sacar de la tumba conceptos científicos del siglo XVIII por muy espabilado que Sr. David fuere.
¿Cómo se explica entonces el caos y la complejidad?, porque existir, existe,¿ha sido un error de diseño?, ¿Para qué necesitamos un cuerpo que solo sirve como máquina portadora del alma “egoísta”?, hubiera sido más sencillo que éstas pululasen por el firmamento, libre de contingencias; al fin y al cabo, el alma es lo esencial ¿o no?.
Para comprender la complejidad (no nos queda más remedio, Dios no nos lo va a explicar) que emerge de los sistemas complejos necesitamos olvidarnos del diseñador (no quiero sacarle los colores) y pasar a un nuevo marco conceptual. Para entender (que no ordenar) la complejidad es esencial que el sistema sea no-lineal (holismo, la suma de las partes no es el todo) y también se requiere que estos sistemas estén fuera de “equilibrio termodinámico”, esto quiere decir, que el sistema debe ser abierto, que interactué con el exterior. Si estas condiciones se dan, surgirá lo que se ha dado en llamar fenómenos emergentes, que formarían “patrones, sincronización y hasta la propia vida”.
Un ejemplo típico para entendernos, es el huevo de la gallina (no el Dawkins, otro huevo).
Si colocamos el susodicho huevo en un recipiente aislado del exterior que impida cualquier flujo de calor, su complejidad implícita por la estructura del huevo se degradará y su transformación redundará en más desorden. El huevo es una estructura ordenada, pero que la jodida 2ª ley de la termodinámica se ha encargado en desordenar. Si por el contrario el mismo huevo y/o similar permitimos el flujo de calor y además lo calentamos lo suficiente (dejamos a la mamá gallina que se encargue de la labor), podremos observar una sorprendente transformación; lo que era complejidad intrínseca que sin calor se degradó, ahora con calor surge un sistema complejo, un pollito que tiene autonomía, anda y pía como un descosido. Es curioso, solamente hemos cambiado su entorno y el resultado de aplicar calor (sistema abierto) y estar al margen del equilibrio termodinámico ha hecho surgir la maravilla. ¿A qué viene todo esto?. Sencillamente, para ofrecerte otra alternativa (que se da realmente) donde el supuesto diseñador nada tiene que ver con el asunto, son las condiciones ambientales interactuando con los organismos las que condicionan los procesos de la vida y que un cambio en el equilibrio supone alterar la propia vida.
Me ha gustado lo del argumento ladino. Yo prefiero este; donde ronca tigre, no hay burro con reúma. Saludos y otro día más, con el permiso de la autoridad competente y si el personal lo soporta, seguiremos divagando.
A pesar del riesgo que corro por el vano intento de comprender a David Hume (que no de hablar en su nombre), en este su famoso alegato contra el argumento teleológico que pretendía demostrar la existencia de Dios y que, como supondrás, estoy tan alejado del pensamiento de Hume como aparentemente puedas estarlo tú. Digo aparentemente porque David tiene el mismo concepto acerca de lo causal como el que defendiste en otro hilo. Con lo cual, considero que vuestras posiciones no están tan alejadas y cómo no se lo que opinas sobre otros asuntos, dejo para otra ocasión las afinidades o concordancias que pudieran aparecer en un futuro entre ambos.
La cristalización (natural) no necesita de diseñador inteligente, salvo que las abejas lo sean por la capacidad que tienen en la conversión del néctar a miel y que dependiendo de los azúcares (causa) que contenga precipitarán el efecto de cristalización natural que a los consumidores no les suele agradar, de hay su pasteurización previa para eliminar la contingencia cristalina. Me estoy imaginando a las abejas haciendo patrones o esencias previas para la transformación del néctar en sustancia (miel). No sé si Hume sabía de estas cosas o hablaba de su vecino el cristalero soplador de vidrio. La obsidiana es un vidrio volcánico que los mayas utilizaban como remedio medicinal…¡ lo que da de sí, el caos ordenado!. Es que los oxímoron, lo mismo sirven para un roto que para un descosido.
Los argumentos de los que Hume hace gala en su pretensión de refutar el “argumento teleológico” son, el sentido común y que como buen mecanicista empírico se basa en los conocimientos de la época, por lo que me parece un poco absurdo sacar de la tumba conceptos científicos del siglo XVIII por muy espabilado que Sr. David fuere.
¿Cómo se explica entonces el caos y la complejidad?, porque existir, existe,¿ha sido un error de diseño?, ¿Para qué necesitamos un cuerpo que solo sirve como máquina portadora del alma “egoísta”?, hubiera sido más sencillo que éstas pululasen por el firmamento, libre de contingencias; al fin y al cabo, el alma es lo esencial ¿o no?.
Para comprender la complejidad (no nos queda más remedio, Dios no nos lo va a explicar) que emerge de los sistemas complejos necesitamos olvidarnos del diseñador (no quiero sacarle los colores) y pasar a un nuevo marco conceptual. Para entender (que no ordenar) la complejidad es esencial que el sistema sea no-lineal (holismo, la suma de las partes no es el todo) y también se requiere que estos sistemas estén fuera de “equilibrio termodinámico”, esto quiere decir, que el sistema debe ser abierto, que interactué con el exterior. Si estas condiciones se dan, surgirá lo que se ha dado en llamar fenómenos emergentes, que formarían “patrones, sincronización y hasta la propia vida”.
Un ejemplo típico para entendernos, es el huevo de la gallina (no el Dawkins, otro huevo).
Si colocamos el susodicho huevo en un recipiente aislado del exterior que impida cualquier flujo de calor, su complejidad implícita por la estructura del huevo se degradará y su transformación redundará en más desorden. El huevo es una estructura ordenada, pero que la jodida 2ª ley de la termodinámica se ha encargado en desordenar. Si por el contrario el mismo huevo y/o similar permitimos el flujo de calor y además lo calentamos lo suficiente (dejamos a la mamá gallina que se encargue de la labor), podremos observar una sorprendente transformación; lo que era complejidad intrínseca que sin calor se degradó, ahora con calor surge un sistema complejo, un pollito que tiene autonomía, anda y pía como un descosido. Es curioso, solamente hemos cambiado su entorno y el resultado de aplicar calor (sistema abierto) y estar al margen del equilibrio termodinámico ha hecho surgir la maravilla. ¿A qué viene todo esto?. Sencillamente, para ofrecerte otra alternativa (que se da realmente) donde el supuesto diseñador nada tiene que ver con el asunto, son las condiciones ambientales interactuando con los organismos las que condicionan los procesos de la vida y que un cambio en el equilibrio supone alterar la propia vida.
Me ha gustado lo del argumento ladino. Yo prefiero este; donde ronca tigre, no hay burro con reúma. Saludos y otro día más, con el permiso de la autoridad competente y si el personal lo soporta, seguiremos divagando.
“Algunos científicos son tan distraídos que no recuerdan ni dónde han dejado la ética”Ramón Eder
Re: Los argumentos de Hume
CarlosPalacios60 escribió: ¿Que por qué no contentarse con un mundo auto-ordenado?.Porque todo tiene su causa, pero así como todo tiene su causa, la cadena de causas y efectos no puede ser infinita. No puedo entrar aquí en una explicación detallada de esto que parece contradictorio pero que no lo es. En otros mensajes, sin embargo, ya lo he hecho.
Carlos Palacios, es muy graciosos que intentes refutar a Hume desde Santo Tomás , cuando en todas las universidades del mundo (que no pertenecen a la secta cartólica), hay un consenso total en que Hume hizo papilla al Santo Angélico ese. Por poner solo un ejemplo: dices que el mundo no puede estar ordenado por sí mismo, ya que, según dices, "todo tiene causa". De ahí deduces, que el mundo tuvo una causa anterior (Dios). Pero, cuando Hume argumenta que también Dios debería tener una causa anterior, entonces dices que la cadena de causas previas "no puede ser infinitamente larga". Pues yo te digo: si "la cadena de causas no puede ser infinitamente larga", ciertamente en algún momento hay que parar. Pero no donde a ti, o a un cura le de la gana. Sino donde es más racional.
Yo paro en el mundo mismo, y digo que el mundo en su conjunto no tiene causa. Tú, por contra, prefieres ver detrás del mundo una causa, que identificas con Dios, y te paras ahí. La diferencia entre tú y yo, está en que yo asumo la explicación más simple y evidente (la existencia del mundo es comprobable por la experiencia), mientras que tú, prefieres poner una causa anterior al mundo, que identificas con el Dios judeo-cristiano, igual que la podrías identificar con un demonio o con un dromedario, y ahí consideras que comienza todo. No respetas el principio filosófico llamado "navaja de Okham", de buscar la explicación más simple a los fenómenos. En este caso, lo más sencillo es detener las hipótesis causales, en el mundo mismo (por ejemplo, en el big-bang).
Que tu Dios te de salud, para que yo pueda seguir refutándote. Aunque no es ningún mérito por mi parte. Refutar argumentos de hace setecientos años está tirado. Por eso, la iglesia católica tiene los días contados.
Un saludo de Carlos(sofo)