Lancelottt escribió:Sin embargo, no sé a que viene esto:
deloeste33 escribió:Sería muy bueno que el campo de las creencias no sea el único capaz de nombrar y administrar nuestros sentimientos. ¿No te parece?
Saludos
Para expresar el afecto entre las personas, hubieron tradiciones como la religiosa. Provienen de épocas donde la palabra hablada no describía con precisión o riqueza los estados de ánimo individuales.
¿Por qué? Porque lo grupal, lo colectivo, pesaba más que lo individual.
Es fácil sospechar que raras épocas además del presente los sentimientos individuales tuvieron tanta importancia.
El lenguaje está modelado según las necesidades de cada época.
Y a su vez los individuos
lo remodelan cuando surgen nuevas vivencias que lo justifican.
Siempre es así, y no sólo por una cuestión de estilo: si se cree que el descreimiento
sólo se puede expresar desde la pura racionalidad, lo estamos encogiendo a un segmento de nuestra experiencia vital ligada a las "cosas importantes".
Ahora, si uno considera que no importa qué palabras usa para decir lo que siente, y dejarse llevar por un repertorio que ya viene a medio hacer por la creencia, está de algún modo admitiendo su importancia
por encima de la verdad de nuestro mundo interior.
Por eso dije: las creencias se erigen en un campo. Campo que abarca facetas emocionales muy importantes. Incluso más que la racionalidad.
La vida cotidiana, por ejemplo.
Pero se trata de una apropiación, una estrategia similar a otras (como la idea de "lo natural") donde
lo que se nombra se posee.
Espero haber sido claro. Saludos.