Vitriólico escribió:Si se quiere argumentar que es posible la convivencia entre creyente y ateo en el contexto de una situación de religión descafeinada, habría que darse cuenta de una vez que ésta no es la situación general en absoluto, sino que se da excepcionalmente y sólo en algunos ámbitos de algunos países occidentales.
(Véase un mapa y piénsese si esa situación es verosímil en el mundo musulmán, en la generalidad de Hispanoamérica o Asia, en extensísimas zonas de Norteamérica o en África).
En Europa no es tan excepcional porque creyentes
descafeinados (me gusta la definición, les viene bien) hay muchos, pero si estoy de acuerdo en que en el resto del mundo esté más dificil este matrimonio. Cuando yo expuse mi idea dije que
era posible educar a un niño conjuntamente entre ateo y creyente respetandose ambas ideas y si dije que
era posible es porque
es posible si hay tolerancia/respeto de ambas partes. Si no es posible un buen matrimonio entre ateo y creyente musulman es porque éste último es muy intelorante,
pero si no lo fuera...
Si no se da el caso es porque hay mayor fanatismo religioso en esos paises y porque no se respetan las ideas contrarias que es a lo que yo me refería.
Vitriólico escribió:
Pero, incluso admitiendo la posibilidad de tal situación, aparentemente el razonamiento está trucado porque obviamente estamos eliminando de la ecuación gran parte de la religión de uno de los conyuges -o como quiera que se llame a eso que practican los creyentes sociales-.
A ver, es que uno tiene religión y el otro no, pero realmente lo que pasa es que pierden un poco los dos. El ateo no pierde religión (no tiene), pierde al darse algo de religión.
Vitriólico escribió:En cualquier caso, en mi enferma opinión, lo que realmente ocurre es que se minusvaloran y desconocen los mecanismos de transmisión de las emociones asociadas a la religión -que es lo que se transmite realmente, no conocimiento alguno-.
Cuando no se es consciente de lo que implícitamente queda en los recovecos del la cabeza después de una programación emocional ... digo, de una educación religiosa, por descafeinada que sea, se puede ser proclive a opinar equivocadamente que ésta no ha tenido efecto apreciable alguno y que es perfectamente compatible con otras interpretaciones de la realidad, como una más.
No es eso lo que yo quería decir. Recuerdo haber escrito que un día el niño tendrá que elegir. Lo que tiene este método es que a su vez creará (si es que el niño decide creer) también a un creyente
descafeinado.
Vitriólico escribió:Aunque también es posible que lo habitual sea la contemplación de un matrimonio de ideología y religión descafeinadas que sólo hable de trivialidades sin entrar en cuestiones de base. En este caso si es posible una laaaarga y pacífica convivencia. La paz del cementerio, claro.
Sinceramente creo que este mal se suele dar mucho, idependientemente de si la pareja es de creyentes, de ateos o de creyente y ateo.
Vitriólico escribió:El fanatismo, lejos de ser menor ahora que antes, crece -como se puede comprobar fácilmente-...
En todas partes no, lo que de verdad crece es el número de la población. En un país fanático donde ayer había dos millones de creyentes, hoy hay cuatro.