Muchas gracias Agustín. Nuevamente me has servido de mucha ayuda .Agustín escribió:Me sorprende tu pregunta. No sé desde qué país escribes, pero desde luego en España (al menos a partir de mi experiencia personal) no existe ese problema. Cuando alguien muere, la empresa que se ocupa del tema no es la Iglesia, sino la aseguradora (de estar contratada) o la firma funeraria elegida de manera directa por los afectados. Y ni mucho menos te ofrecen por defecto, como parece que tú crees, un funeral religioso. Sólo como una opción más, fácil de rechazar si así lo manifiestan los familiares, ya sea en su propio nombre o en el del difunto, si así dejó expresada esa voluntad (y, evidentemente, si los familiares deciden respetarla; ellos tienen la última palabra). La mayoría de funerales (no tantos, por fortuna) a los que he asistido han sido totalmente laicos. El procedimiento es sencillo: la gente se reúne, se dicen unas palabras (o no) y se da paso al procedimiento de "desaparición" (incineración, enterramiento, nicho...). Ni mucho menos, en todo el proceso desde el momento de la muerte hasta el fin del funeral, existe ninguna presión por parte de nadie para que realices un funeral religioso, ni te aparece por sorpresa ningún cura acechante intentando convencerte de ello, que es la idea que parece desprenderse de lo que dices.Carlosofo escribió:Tengo algunos conocidos no creyentes, que han muerto y su funeral se ha realizado en una iglesia católica. Cuando alguien muere, la gente suele acudir a la empresa más organizada y con más experiencia en estos menesteres: la secta católica. No suelen mirarse, por desgracia, los deseos del muerto.
Pero, en mi caso, no me gustaría que mi muerte sirviera para publicitar a ninguna secta (sea la católica u otra). ¿Sabeis de empresas o de procedimientos laicos viables y baratos, para realizar un funeral decente?
Ya sé que esto puede causar dentera . Pero, si somos consecuentes con nuestra actitud antirreligiosa, creo que debemos tenerlo muy claro y dejarlo todo "atado y bien atado" para que los curas no metan baza ni apestoso incienso en nuestro funeral.
Por otro lado, a mí personalmente me da igual. Como si quieren canonizarme. En ese momento ya no existiré; es más, será como si nunca hubiera existido (quiero decir para mí, aunque ya no habrá ningún "mí"). Si lo piensa mi yo de ahora, no puedo negar que me ocurre un poco como a ti: no puedo evitar tener mis preferencias con respecto a ese momento. Pero al mismo tiempo me doy cuenta de que es algo totalmente irracional. Mi yo una vez muerto no será ningún yo, luego a la fuerza le tiene que traer sin cuidado todo este asunto (menudo lío me estoy haciendo... pero yo sé lo que quiero decir).
Ciertamente te escribo desde España, y me sorprende (gratamente) el que los funerales a los que has asistido sean laicos en su mayoría. Yo, por contra, siempre me los he tragado religiosos. Tu experiencia demuestra que la sociedad avanza, ¡y ya era hora!
No te creas que lo del funeral me preocupe por una cuestión estética. Ya sé que después de muerto no podré disfrutar del espectáculo de mi funeral. Pero, lo que NO me gustaría es que mi funeral sirviera de comparsa para llenar el cepillo de una iglesia. Creo que ese no es un tema menor. Uno tiene su dignidad.
Un saludo.