Pastranec escribió:Es el fanatismo musulmán el que provoca el terrorismo asesino, y no el islam (de lo contrario deberíamos concluir que todo musulmán es un terrorista). Es el fanatismo cristiano lo que provoca, y sobre todo provocó, crímenes sin cuento, y no el cristianismo (de lo contrario deberíamos concluir que todo cristiano es un criminal). Otra cosa es que comunismo, islam y cristianismo son ideologías tales que favorecen la aparición de fanáticos, eso es posible.
Muy pertinente tu post que cae como agua de mayo sobre este hilo yermo de SIEMPRE/NUNCA, TODOS/NINGUNO. Sólo este medio párrafo requiere una aproximación a la realidad. No necesito enumerar los crímenes del cristianismo sobradamente conocidos, pero es chocante el falso matiz cristiano vs fanático, pues lo segundo es condición para lo primero (a los tibios los vomitaré, quien no está conmigo bla bla bla, quien después de poner la mano sobre el arado mira atrás no es digno de bla bla...). Ahora ya, tratándose del islam ("sumisión"), no me j*dás, compadre! si la misma palabra lo dice clarito como el agua; encuentro disculpa en que nuestro conocimiento del islam desde aquí no es directo, pero salid de lo anecdótico-folclórico, que hay ediciones baratas de traducciones del corán, y gratuitas en la web; no necesito tampoco rebuscar citas y no porque presuma vuestro conocimiento, simplemente abrid el libro por cualquier página al azar. Éstas son escuelas de fanáticos, y castigan severamente la duda, y la apostasía con pena de muerte. En 2006 estaba por Egipto (un país no teocrático de mayoría islámica, aparte de Turquía no sé si hubo alguno más en la historia) y la conversión de un par de sujetos al cristianismo copto llevó a una indiscriminada revuelta de quema de iglesias y batallas callejeras. Al menos los cristianos YA no matan a los apóstatas, pero no porque la doctrina no lo exija sino porque aquí hubo una Ilustración, estados laicos, democracias y cosas.
Tomando a bulto todas las críticas al comunismo que hay en el hilo, perdón si alguna no lo merece, se respira un tufillo años 50 guerra fría total. Pero dejad tranquilo a Stalin, que los mismos comunistas unánimemente repudian como una aberración (
Tontxu lo explica muy bien); yo sólo he sabido de un partido comunista que asumiera su línea, Unificación Comunista de España, un derivado del FRAP; a quien haya vivido el final de la oprobiosa seguro que le suenan y no para bien. Los comunistas que vamos quedando estamos más cerca de Hillary Clinton que de tal monstruo, si acaso continuador de la línea política de Rasputín o Iván el terrible. El muro de Berlín cayó y vimos lo que había detrás: gente como la de aquí, incluyendo aquel papa polaco, que había sido cardenal y antes obispo, y antes cura y seminarista en un seminario de… Polonia!!! Pero a ver, no quedamos en que habían masacrado a los creyentes y quemado los templos? Propaganda del este, propaganda del oeste.
El comunismo no exige matar a todo el clero y la burguesía como el islam exige convertir o matar a todos los infieles paganos politeístas idólatras y sí, ateos especialmente; sólo exige separarlos de su posición de poder, apartarlos del control de los medios de producción, privarlos del objeto de su rapiña y devolver la riqueza a su único dueño legítimo, el productor. La violencia sólo aparece porque no cederán su botín sin lucha.
Decepcionante,
Antonio, verte citar a medias para luego retorcer el argumento (muy al estilo Watchtower $ociety) acerca del "opio del pueblo", parece que se ha nublado por un momento el radiante sol de tu intelecto. Como difícilmente puedo explicarlo mejor, copio y pego:
Tontxu escribió:"La inquietud religiosa es al mismo tiempo la expresión del sufrimiento real y una protesta contra el sufrimiento real. La religión es la queja de la criatura oprimida, el sentimiento de un mundo sin corazón y el espíritu de un estado de cosas desalmado. Es el opio del pueblo". Marx, se refiere al "opio" como dormidera, alejando a los creyentes de la lucha por la liberación.
Tontxu escribió:Marx, se oponía a la religión de dos formas; la primera por razones puramente intelectuales y filosóficas, pero para Marx la fundamental era de carácter netamente político, los líderes religiosos estaban a favor de la burguesía y por lo tanto eran enemigos de clase.
No sólo no necesito matar a los creyentes por la primera razón, que comparto plenamente, es que me la pela, por mí como si quieren creer en el Spaghetti Flying Monster o en los hombrecillos del planeta Raticulín. La segunda es la que cuenta, porque amenazan mi modo de vida, mi libertad, mi integridad física en cuanto se les cruce un cable, y mi bolsillo en todo momento. Y tampoco hay que cortarles la cabeza por eso, sólo hay que cortarles el atajo al poder que sortea los cauces de la democracia representativa, y cortarles el presupuesto público y el que quiera curas que se los pague, o si no que se busquen un trabajo de verdad (aunque si se mueren del disgusto por eso, no me culpéis a mí, sino a su condición de parásitos obligados).
Bajad a este mundo, por favor, que es el único que yo conozco, para que podamos hablar. Los creyentes me dan tanta pena, cómo podría pensar en dañarlos a los pobrecillos, si bastante han sufrido ya. El objetivo es la religión organizada, organizada como poder absoluto que mueve los hilos del imperio, recordad la historia en su punto álgido, el papa Gregorio VII y el emperador Enrique IV, situación que se extiende desde la fundación de la ICAR en 325 hasta la auto-coronación de Napoleón en 1804 (haya sucedido así o no es otra historia) que marca el principio del fin de la teocracia en Europa occidental. Este es el meollo, a mí me tiene al fresco rebatir una creencia, vamos a lo práctico, que mientras discutimos si son galgos o podencos, nos están metiendo la mano en el bolsillo, que estamos manteniendo parásitos, pero de los peligrosos. Que lo que ellos quisieran, declaró abiertamente Wojtila, es revertir lo que ha pasado en el pensamiento europeo de Descartes para acá. Que la amenaza es seria, cohone ya, digo.