Abraham escribió:¿a dónde se dirigen nuestras especulaciones científicas y filosóficas sino a un saber absoluto y eterno, a una paz espiritual y a una comunión perfecta entre todos los seres humanos? Dios está detrás de todo eso. Respecto a su naturaleza, no sabría decirte absolutamente nada, pero se intuye en todo aquello.
¿No te das cuenta de tu manera tan arbitraria de hablar? Hablas de Dios como si supieras lo que es, como si fueras consciente de su existencia cuando aquí ya has reconocido que a pesar de estar en tu pensamiento no sabes darnos la más mínima pista de cómo es o de lo que es. Utilizas, como todo creyente, argumentos espetados por tu cara bonita y que en ningún momento demuestras. Tu arbitrariedad resulta hasta insultante para la inteligencia cuando sueltas cosas como "las especulaciones científicas se dirigen a la paz espiritual y a la comunión entre seres humanos". ¿A quién te crees que vas a hacer pensar con esa chorrada insulsa, gratuíta y vacía de todo contenido? ¿Tratas de idiota al personal?
Y encima después rematas con esto:
Abraham escribió:Obviamente, no os habéis topado aún en vuestro corazón con una reflexión metafísica como Dios manda.
Sigues hablando de Dios a lo gratis. Sigues insinuando tu condición de iluminado a lo gratis, y sigues evadiendo los argumentos que se te presentan contra tu pensamiento caprichoso e injustificado A LO GRATIS. Trampita, trampita, trampita. Y te recuerdo que el corazón no alberga reflexiones porque es un músculo. Y mucho menos "reflexiones metafísicas".
Lancelottt escribió:Que me diga cómo es que la ciencia nos puede ayudar a demostrar la inexistencia de dios,
Muy sencillo. Básate en el concepto de Dios que se ha tenido durante siglos, el de un "ente espiritual omnipresente creador del Universo" y luego léete las leyes de la termodinámica. Punto. Demostrado. No existe. Lo que pasa es que luego se trampea, se redefine y se la cuelan a algunos.
Lancelottt escribió:pues yo no entiendo cómo el conocimiento empírico me puede revelar algo sobre la divinidad.
No revela algo sobre la divinidad, sino la nada. Muy sencillo: esa divinidad había sido dotada de ciertas características que el conocimiento empírico demuestra como imposibles. Lo que pasa es que, una vez más, después se redefine a esa divinidad y ya está. Y a seguir molestando.
Lancelottt escribió:En resumen, no sustenten sus argumentos en algo que no tienen (demostración científica de la no existencia de dios), por ejemplo, la alusión que realizan sobre los pitufos no tiene nada de riguroso ni de científico (ni siquiera tiene fundamento lógico), solamente es un muy fuerte comentario, al mas puro estilo de Sancho Panza.
Es curioso que dices que eres ateo por sentido común y luego saltas diciendo que la alusión a los Pitufos no tiene nada de científico. ¡Pues claro que no! Es simple sentido común al que tú apelas como ateo, puesto que tenemos exáctamente las mismas referencias reales de Dios que de los Pitufos: seres cuya existencia sólo se halla en la imaginación y en los cuentos. Es perfectamente lícita la comparación. Tampoco te dejes engañar en esto por los creyentes que alegan su típica falacia de petición de principio diciendo que Dios es demasiado importante y serio como para comparalo con muñecos de los cuentos. Que a uno se le haya dotado de funciones más importantes para cubrir las insuficiencias de valor y los miedos de los creyentes es del todo irrelevante. Ambos son muñecos de los cuentos. Y si no es así, que lo demuestren. Punto pelota.
Lancelottt escribió:Mi ateísmo está basado en el sentido común, no entiendo como la mayoría de las personas que frecuentan este foro, relacionan la física (por decir algo) con la no existencia de dios. Además, hasta ahora (ya van varios meses) no he visto ninguna demostración científica sobre la no existencia.
Lancelott: dudo que haya alguien aquí cuyo ateísmo no esté basado en el sentido común. Se ve claro que no has entendido mi punto. Como bien dice Xasto, la ciencia no se encarga de la demostración de inexistencia de seres imaginarios, intangibles y sin referente real. Fíjate que yo, hablando de la demostración científica de la inexistencia de Dios, hice énfasis en la expresión coloquial "
de carambola" o "
de rebote", precisamente porque ese nunca ha sido objetivo de la ciencia. El caso es que
a priori, se tiene definido a Dios de una cierta manera y con unas ciertas características que posteriormente la ciencia demuestra como absolutamente imposibles de darse en ningún ser y después,
a posteriori, por la linda cara de los creyentes y sin dar una maldita evidencia o razón de nada de lo que dicen, cambian esas características de Dios o le otorgan otras trucadas por el lenguaje que lo llevan un paso más lejos para tenernos otro rato entretenidos. Ya han visto cómo Abraham se hace su "Dios a medida" (como dijo Shé) y después lo ha complicado tanto para poder escabullirse que termina por no saber ni definirlo, o por decir que no puede definirlo para que no le caigamos encima a aplastárselo de nuevo.
Resulta muy triste y desesperanzador que haya ateos que todavía no perciban esa trampa y se dejen engañar por la manipulación, la falsedad, la deshonestidad y los típicos ardides lingüísticos de los creyentes.
xasto escribió:La ciencia no puede demostrar la inexistencia de un invento. Sólo se puede demostrar que un invento es eso, un invento.
Exáctamente. Y después, como es un invento, pues ese invento se reinventa y ya está. Qué fácil. Qué tramposos.
Abraham escribió:Uno de los mayores errores que cometen los ateos es presuponer que los creyentes no piensan,
Depende de qué creyentes. Me consta que los hay que son unos auténticos autómatas con la misma capacidad racional que la de un dátil y me consta que los hay que sí que piensan. Piensan la manera de escurrirse por todos los huecos de la lógica de los menos atentos para poder seguir sustentando a su Dios frente a los argumentos ateos. Ello requiere un cierto esfuerzo intelectual, es obvio, pero se la van a colar a Rita y a algunos ateos despistados. A mí no me la pegan. Y sin duda, las caraterísticas principales de este tipo de creyentes son la cobardía, la hipocresía y la deshonestidad.