Vitriolico escribió:Shé escribió:
Pero, francamente, ¿no crees que exageras un poco?
Pues, sinceramente, no. Porque si en un foro ateo empezamos por
no distinguir la existencia de algo, de lo que
es sólo pensado, o de lo que no se percibe, ¡apaga y vámonos!. O acabaremos diciendo que Jesucristo "existe, pero en un plano de existencia distinto".
¡Administradooooor!...¿qué hay de lo mío?.
¿Que hacemos con lo que "no existe" porque no es material? ¿Dejamos de pensar porque las ideas "no existen"?
Las ideas
son energía.
Existen en el cerebro.
Viajan de un cerebro a otro mediante soportes que las representan (comunicación). Pueden llegar a muchos cerebros. Mueven a la gente.
Otra cosa distinta es qué representan, si lo que representan es válido o inútil, falso o verdadero, un proyecto realizable o una quimera...
Y por supuesto
hay que saber distinguir. Para esto usamos la inteligencia.
El móvil (que parte como sabemos del antiguo teléfono de coche, sólo había que resolver lo de la batería y lo del mercado) se inició como una idea. Idea que además se topó con el excepticismo de algún experto. Ahora el móvil es un recurso imprescindible y una plaga al mismo tiempo. Y todo parte de una idea sobre un proyecto.
¿Existe o no la idea inicial? En mi opinión, sí. No es palpable, pero ahí estuvo y se tradujo en un proyecto realizable y ha cambiado nuestras vidas. El teléfono móvil existe, pero no existiría sin la idea inicial. ¿Vamos a negar ahora la existencia de esta idea inicial?
Puedo ver un documental sobre dinosaurios y saber que puede estar realizado con honestidad y basado en conocimientos honestamente acumulados, o también en especulaciones y efectos especiales para que se venda mejor. Puedo conceder algo o bastante credibilidad al primero y muy poca o ninguna al segundo. Los dinosaurios existieron. La idea de dinosaurio forma parte del acerbo cultural y se transmite para permitir una mejor comprensión de nuestro planeta y su historia, como tantas otras cosas que aprendemos. Pero también hay películas sobre dragones... Cada cosa en su lugar, en el cerebro.
Yo no he estado nunca en el polo sur, pero puedo imaginarlo. El unicornio rosa no existe, y también puedo imaginarlo. El agujero negro existe, pero no soy capaz de imaginarlo. Pero
distingo perfectamente entre una cosa y otra. Y sigo aprendiendo a distinguir, porque a veces me falta preparación técnica en muchos campos, y cometo errores. Duda y comprobación constante.
La imaginación es un hecho, un proceso cerebral, una serie de neuronas trabajando intercambiado energía, y todo eso existe, igual que el desplazamiento de un coche gracias al trabajo y al diseño de la máquina. Otra cosa es si existe o no el objeto imaginado, y si es así, en qué plano de existencia existe. Puede EXISTIR exclusivamente en la imaginación, y NO EXISTIR fuera de ninguna manera. Puede que termine existiendo si el objeto/proyecto imaginado se plasma posteriormente en una realidad.
El Pato Donald no es real, pero puedo enchufar el DVD y pasarme un buen rato viendo sus aventuras, porque éstas sí existen. Se han creado para venderlas y que las veamos para pasar el rato, en el cine, en casa, o en "comics" de papel. Hay infinidad de materiales de "merchandising" con la imagen del Pato Donald, que no se venderían si no fuera por estas imágenes. A pesar de la no existencia del Pato Donald en el mundo físico, conozco al Pato Donald mejor que a ningún otro pato real (con la excepción de Saturnino, que en paz descanse, y que es otra historia)
Puedo ver un documental sobre la vida de Cristo, pero sé que no está basado en hechos históricos, y que por tanto lo que veré es la representación de un personaje con intención de colármelo como una persona/dios que existió. Falso como una moneda de plástico, y no cuela. Pero cuela en otros. Existe como fraude en mi cerebro. Y existe como idea de dios en los cerebros de los creyentes, y pienso igual que tú, que por muchos que sean pensando lo mismo, es una tara mental hacerlo. Excepto en los muy incultos, que no están locos sino engañados.
Saber distinguir es la clave. No negar la condición de existencia a cosas de las que estamos discutiendo, algo que no haríamos si no existiesen en absoluto.
Sinceramente, creo que el problema está en esta única palabra "existir" que se basa en lo real y lo verdadero, siendo éstas palabras equívocas.