Pastranec escribió:El discurso es perfecto, y difícilmente se puede encontrar en él algo con lo que no estar de acuerdo. Pivota únicamente sobre dos ideas, que jamás se mezclan, y se exponen con una claridad, una brevedad y una eficacia asombrosa. Por supuesto el discurso no es un programa político, es sólo una apelación clara y directa fundamentado en los valores básicos de los estadounidenses. Casi todo son generalidades.
Comienza, en el primer párrafo, reafirmando el «sueño americano» para pasar a reafirmar la unidad de la nación: «Somos, y siempre seremos, los Estados Unidos de América.» Esta es la tesis central de todo su discurso, que va a concluir, al final, con el famoso «sí podemos».
El resto del discurso es un refuerzo, con numerosos argumentos de estas ideas.
En primer lugar felicita, alaba de hecho, a su rival, McCain, y sin olvidarse de Palin. Luego agradece la labor de quienes le han ayudado a llegar: su vicepresidente, su familia, su equipo de campaña, y el consabido pero eficacísimo «esta victoria os pertenece a vosotros». Todo ello refuerza el argumento de «Somos una nación».
A continuación hay una sección del discurso que comienza con «Nunca parecí el aspirante a este cargo con más posibilidades» y termina con «Esta es vuestra victoria» que refuerza la idea de que el «sueño americano» es posible por que ya lo han logrado al llevarle a él a la presidencia. Digamos que es el «sueño americano» cumplido.
Inmediatamente sigue la definición de un nuevo proyecto, un nuevo «sueño americano», que comienza por enumerar los problemas que tiene el país: «dos guerras, un planeta en peligro, la peor crisis financiera desde hace un siglo», y sigue por las dificultades: «Puede que no lleguemos en un año ni en un mandato», pero no deja que se caiga en el desánimo: «Os prometo que, nosotros, como pueblo, llegaremos», o «Esta victoria en sí misma no es el cambio que buscamos. Es sólo la oportunidad para que hagamos ese cambio».
Para este nuevo «sueño americano» vuelve a apelar a la nación unida: «Así que hagamos un llamamiento a un nuevo espíritu del patriotismo», y «En este país, avanzamos o fracasamos como una sola nación». ¿Y por qué? Pues enumera «los valores que todos compartimos»: «la autosuficiencia y la libertad del individuo y la unidad nacional». La sección termina con un llamamiento a quienes no le han votado y les dice: «Y seré vuestro presidente, también».
Este «sueño americano» no es sólo para los estadounidenses, también implica a todo el mundo, y promete el liderazgo del Estados Unidos en el mundo. La sección comienza con: «Y a todos aquellos que nos ven esta noche desde más allá de nuestras costas», se refuerza con «llega un nuevo amanecer de liderazgo estadounidense», quita toda esperanza a los terroristas: «a aquellos que derrumbarían al mundo: os vamos a vencer», ¿y cómo?: «la fuerza auténtica de nuestra nación procede [...] de nuestros ideales; la democracia, la libertad, la oportunidad y la esperanza firme». Esta es la única parte del discurso medianamente programática, ya que afirma que la manera de luchar contra los «enemigos» no es renunciando a los derechos si no reforzándolos. La sección termina con «Lo que ya hemos logrado nos da esperanza con respecto a lo que podemos y tenemos que lograr mañana».
El discurso vuelve a centrarse en el «sueño americano» para los estadounidenses, y les hace conscientes del lo histórico del momento: «Estas elecciones contaron con muchas primicias y muchas historias que se contarán durante siglos». Es ahora cuando cuenta la historia de Ann Nixon Cooper, la anciana de 106 años. Aquí comienza su coda final. Mientras cuenta la historia dice hasta tres veces «Sí podemos», y lo repite otras cuatro veces en los párrafos siguientes.
La última frase es estupenda, por que resumen en una sola frase las dos ideas centrales del discurso: el «sueño americano» y la unidad nacional: «Y donde nos encontramos con escepticismo y dudas y aquellos que nos dicen que no podemos, contestaremos con ese credo eterno que resume el espíritu de un pueblo: Sí podemos».
¿Quien puede estar en desacuerdo con que podemos conseguirlo todo, sobre todo si estamos unidos? Así, en abstracto, sin concretar nada. El problema es que para conseguirlo todo hay que tomar decisiones, y cuando se opta por un camino se abandonan otros.
Desgraciadamente todo esto está enmarcado por sendas apelaciones a Dios. El acto comienza con la intervención de un pastor protestante, y el discurso termina con: «Gracias. Que Dios os bendiga. Y que Dios bendiga a los Estados Unidos de América». Es una pena que no se puedan librar de estas intromisiones de la religión en la vida pública. ¿Os imagináis que en España, tras ganar una elecciones un obispo abriera el discurso de victoria? Yo creo que es protocolario, pero es que el protocolo responde a la necesidad de mantener las buenas maneras ante unos interlocutores que esperan que te comportes así. Obama no renuncia a esa intromisión de la religión en la política, quizá sea pedirle demasiado, al menos por el momento.
Pastranec, tu análisis del discurso es buenísimo.
Estoy de acuerdo contigo en que el discurso de Obama es impecable, pues es capaz de llegar a todos. Con seriedad, es capaz de tocar la fibra sensible de todos, utilizando un discurso que yo lo entiendo como pasional. Desde mi punto de vista, no es nada fácil utilizar un discurso pasional con coherencia mostrando, como muestra, esa formalidad. Si os fijáis en el video, y en otros donde puede verse al público, se observa como hay personas llorando, las cuales, sin dejar de escucharlo con sumo interés, se les cae las lágrimas. En esos momentos estaba despertando la ilusión, el ánimo e ideales de libertad, justicia, unión.
Desde mi punto de vista, dada la participación en las votaciones, y esas citas en las que manifiesta que la victoria es de todos, se ha reforzado la democracia y esa sensación de que el voto de una persona, por más humilde que esta sea, es importante. Esto es crucial, en tanto que los clérigos, como norma, y especialmente la jerarquía clerical, son aférrimos enemigos de la democracia.
Por otro lado, pienso que también es de destacar, es la primera vez que en un discurso de estas características se citan a homosexuales y heterosexuales, a blancos y negros, a pobres y ricos, ... es decir, se establece una igualdad a la dignidad de las personas más allá de su condición privada.
Por lo que comentas del alegato a dios en la despedida, entiendo también que es simple protocolo y, sí, sería mucho pedirle de momento que lo eliminara del discurso en tanto que su función es unir a todos como pueblo, en un pueblo que tiene a los clérigos metidos hasta en la sopa, mucho más de lo que podemos imaginar aquí en Europa.
También es algo destacable el respeto que muestra por su rival, McCain tras la derrota electoral de este. Igualmente, McCain cierra filas en torno al que será su presidente, algo digno de un buen compatriota. También se ha notado en esto una diferencia de McCain con respecto a Bush, siendo eso en Bush algo impensable, siendo como es un prepotente. En ese sentido, tanto Obama como McCain, han dado una muestra de juego limpio democrático y un ejemplo a seguir aunque sea rivales políticos, cosa que aplaudo.
Como orador, Obama es muy bueno. Esperemos que lo sea también como político.
Desde mi punto de vista creo que Obama puede ser un buen presidente, eso si no se lo cargan con algún atentado. Esperemos que no.
Un cordial saludo.
Luisa Serrano.
P.D.: ¿Alguien tiene el discurso completo de McClain tras la derrota electoral?. Sería muy interesante leerlo por aquí.