La eucaristía, invento espurio
Publicado: Mié Feb 04, 2009 1:40 am
Leyendo el libro de Piergiorgio Odifreddi, científico italiano, titulado "Por qué no podemos ser cristianos, y menos aún católicos", entre otros curiosos datos encuentro este escenario:
La eucaristía no se basa, como parecería lógico, en los evangelistas presentes durante la última cena, sino en un delirium tremens del famoso Saulo, lo cual convierte en auténtico capricho de chalados una de las bases esenciales del catolicismo.
Veamos: Mateo, capítulo 26, hace este relato de aquella cena:
26 Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos,
dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo.»
27 Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: «Bebed de ella todos,
28 porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los
pecados.
29 Y os digo que desde ahora no beberé de este producto de la vid hasta el día aquel en que lo
beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi Padre.»
30 Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos.
El otro evangelista presente, Juan, no menciona siquiera ese episodio.
Por su parte, Marcos, capítulo 14, relata así aquel momento:
22 Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: «Tomad, este es mi cuerpo.»
23 Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos de ella.
24 Y les dijo: «Esta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos.
25 Yo os aseguro que ya no beberé del producto de la vid hasta el día en que lo beba nuevo en el Reino de Dios.»
26 Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos.
Es evidente que Marcos leyó el escrito de Mateo, y lo fusiló literalmente.
Por ahora, en parte ninguna aparece la famosa frase "haced esto en memoria mía".
Por tanto, la institución de la eucaristía en la vida eclesial católica no tiene origen en los apóstoles presentes durante aquella cena. ¿Dónde, pues, nace?
Pues en Saulo, exactamente en la primera carta a los corintios, capítulo 11:
23 Porque yo recibí del Señor lo que os he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan,
24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: "Este es mi cuerpo que se da por vosotros; haced esto en recuerdo mío."
25 Asimismo también la copa después de cenar diciendo: "Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces la bebiereis, hacedlo en recuerdo mío."
26 Pues cada vez que coméis este pan y bebéis esta copa, anunciáis la muerte del Señor, hasta que venga
Por fin, el evangelista que nos queda, Lucas, hace un relato similar al de Saulo, no por nada éste era su jefe y amigo.
En suma, del texto de Saulo, de ese final "cada vez que coméis etc.", se origina la ceremonia de la eucaristía. Es decir, de un tipo que no conoció a Jesús, pero que escribe "yo recibí del Señor", que ya hay que estar pirado, deduce la Iglesia vaticana que Cristo está a diario en ese trocito de pan.
Total, una exhibición de confianza en un chiflado que ve visiones, de quien deriva uno de los pilares de la Iglesia católica. Es decir, arbitrariedad, inanidad, esperpento, ausencia de rigor, espiritismo.
Está visto que los creyentes no son normales, no.
La eucaristía no se basa, como parecería lógico, en los evangelistas presentes durante la última cena, sino en un delirium tremens del famoso Saulo, lo cual convierte en auténtico capricho de chalados una de las bases esenciales del catolicismo.
Veamos: Mateo, capítulo 26, hace este relato de aquella cena:
26 Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos,
dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo.»
27 Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: «Bebed de ella todos,
28 porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los
pecados.
29 Y os digo que desde ahora no beberé de este producto de la vid hasta el día aquel en que lo
beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi Padre.»
30 Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos.
El otro evangelista presente, Juan, no menciona siquiera ese episodio.
Por su parte, Marcos, capítulo 14, relata así aquel momento:
22 Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: «Tomad, este es mi cuerpo.»
23 Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos de ella.
24 Y les dijo: «Esta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos.
25 Yo os aseguro que ya no beberé del producto de la vid hasta el día en que lo beba nuevo en el Reino de Dios.»
26 Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos.
Es evidente que Marcos leyó el escrito de Mateo, y lo fusiló literalmente.
Por ahora, en parte ninguna aparece la famosa frase "haced esto en memoria mía".
Por tanto, la institución de la eucaristía en la vida eclesial católica no tiene origen en los apóstoles presentes durante aquella cena. ¿Dónde, pues, nace?
Pues en Saulo, exactamente en la primera carta a los corintios, capítulo 11:
23 Porque yo recibí del Señor lo que os he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan,
24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: "Este es mi cuerpo que se da por vosotros; haced esto en recuerdo mío."
25 Asimismo también la copa después de cenar diciendo: "Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces la bebiereis, hacedlo en recuerdo mío."
26 Pues cada vez que coméis este pan y bebéis esta copa, anunciáis la muerte del Señor, hasta que venga
Por fin, el evangelista que nos queda, Lucas, hace un relato similar al de Saulo, no por nada éste era su jefe y amigo.
En suma, del texto de Saulo, de ese final "cada vez que coméis etc.", se origina la ceremonia de la eucaristía. Es decir, de un tipo que no conoció a Jesús, pero que escribe "yo recibí del Señor", que ya hay que estar pirado, deduce la Iglesia vaticana que Cristo está a diario en ese trocito de pan.
Total, una exhibición de confianza en un chiflado que ve visiones, de quien deriva uno de los pilares de la Iglesia católica. Es decir, arbitrariedad, inanidad, esperpento, ausencia de rigor, espiritismo.
Está visto que los creyentes no son normales, no.