Ateos y blasfemos en la Semana Santa
Publicado: Sab Abr 04, 2009 10:23 pm
Esta mañana, acompañado de una amiga, nos topamos con uno de los múltiples carteles que anuncian actos de Semana Santa, este era de su pueblo y exclamó: "¡Qué vergüenza! ¿Cómo esta gente, que son todos ateos y blasfemos se atreven a hacer una representación de la Pasión? Este no fue a misa ni para el funeral de su madre, y este otro comulga sin confesar". Y si lo dice ella es cierto, que de otra cosa no sabrá, ¡pero de las miserias de la gente...!
Saldrán, si no han salido ya, los obispos a decir que la Semana Santa es un tiempo de reflexión, y que hay que vivirla con devoción y no como una fiesta, pero ¿qué sería de la Semana Santa sin la fiesta? ¿Acaso se creen los obispos que la gente (ateos y blasfemos incluidos) participa en los actos de Semana Santa por fe? La Iglesia es la institución peor valorada por los españoles, los católicos practicantes no llegan la 20% ¿y se creen que con esos mimbres el auge actual de la Semana Santa se debe a la devoción? No señores, se debe a la fiesta, al espectáculo, a uno de los eventos teatrales callejeros más importantes del mundo. Muy pocas compañías de teatro son capaces de hacer un espectáculo tan desmesurado. ¿Por qué se creen que vienen turistas de todo el mundo?, ¿por fe?
En algunos hilos recientes habéis mostrado vuestro desagrado por las procesiones, y en algunas cosas, como que estén presentes las corporaciones de los ayuntamientos o los militares tenéis razón, pero no valoráis su dimensión teatral, un espectáculo barroco, ritualizado, lleno de símbolos, y mucho más pagano de lo que a primera vista parece. Claro que no todas las semanas santas son iguales, no en todas partes se sacan a la calle auténticas obras de arte del Barroco y el Neoclásico, ni en todas partes se cuida tanto la música, ni hay un barrio antiguo con calles semioscuras por el que pasan los papones, ni se recita poesía, aunque sea sacra.
Ir a ver procesiones es una fiesta, se entra en los bares, se recorren las calles llenas de gente, especialmente por la noche, se sale de la rutina de todos los fines de semanas y la gente se divierte (no como en tiempos del Tío Paco, que había que estar triste por Decreto Ley). El choque entre la vieja tradición religiosa y la actitud totalmente laica del 90% de los espectadores actuales es digna de verse.
A mí no me extraña que a ateos, a blasfemos y a demás gente de mal vivir les encante participar en semejante espectáculo, como no me extraña que participen en las fiestas de moros y cristianos, y que hasta el católico más santurrón quiera ser moro, por que sus vestidos son más bonitos.
Lo que cansa, eso sí, y además es intolerable, es que en televisión, con la excusa, se pretenda adoctrinar, eso no tiene nada que ver con el espectáculo popular y callejero del que hablo; pero si tienen cerca una buena semana santa, después de la playa, la nieve o el campo, no se pierdan una procesión. ¿Acaso no admiráis una catedral, por sus valores artísticos, y os olvidáis de que es una iglesia? Esa es mi actitud ante las procesiones y demás actos de Semana Santa.
Saldrán, si no han salido ya, los obispos a decir que la Semana Santa es un tiempo de reflexión, y que hay que vivirla con devoción y no como una fiesta, pero ¿qué sería de la Semana Santa sin la fiesta? ¿Acaso se creen los obispos que la gente (ateos y blasfemos incluidos) participa en los actos de Semana Santa por fe? La Iglesia es la institución peor valorada por los españoles, los católicos practicantes no llegan la 20% ¿y se creen que con esos mimbres el auge actual de la Semana Santa se debe a la devoción? No señores, se debe a la fiesta, al espectáculo, a uno de los eventos teatrales callejeros más importantes del mundo. Muy pocas compañías de teatro son capaces de hacer un espectáculo tan desmesurado. ¿Por qué se creen que vienen turistas de todo el mundo?, ¿por fe?
En algunos hilos recientes habéis mostrado vuestro desagrado por las procesiones, y en algunas cosas, como que estén presentes las corporaciones de los ayuntamientos o los militares tenéis razón, pero no valoráis su dimensión teatral, un espectáculo barroco, ritualizado, lleno de símbolos, y mucho más pagano de lo que a primera vista parece. Claro que no todas las semanas santas son iguales, no en todas partes se sacan a la calle auténticas obras de arte del Barroco y el Neoclásico, ni en todas partes se cuida tanto la música, ni hay un barrio antiguo con calles semioscuras por el que pasan los papones, ni se recita poesía, aunque sea sacra.
Ir a ver procesiones es una fiesta, se entra en los bares, se recorren las calles llenas de gente, especialmente por la noche, se sale de la rutina de todos los fines de semanas y la gente se divierte (no como en tiempos del Tío Paco, que había que estar triste por Decreto Ley). El choque entre la vieja tradición religiosa y la actitud totalmente laica del 90% de los espectadores actuales es digna de verse.
A mí no me extraña que a ateos, a blasfemos y a demás gente de mal vivir les encante participar en semejante espectáculo, como no me extraña que participen en las fiestas de moros y cristianos, y que hasta el católico más santurrón quiera ser moro, por que sus vestidos son más bonitos.
Lo que cansa, eso sí, y además es intolerable, es que en televisión, con la excusa, se pretenda adoctrinar, eso no tiene nada que ver con el espectáculo popular y callejero del que hablo; pero si tienen cerca una buena semana santa, después de la playa, la nieve o el campo, no se pierdan una procesión. ¿Acaso no admiráis una catedral, por sus valores artísticos, y os olvidáis de que es una iglesia? Esa es mi actitud ante las procesiones y demás actos de Semana Santa.