Extinción voluntaria de la humanidad
Publicado: Vie May 15, 2009 12:45 pm
(Pido disculpas por la falta de algunos acentos: la tecla de los acentos no me funciona y solo algunos los puedo corregir por medio del corrector de Word)
Como creo que el tema es lo suficiente interesante, he decidido abrir uno expresamente para ello.
Como ateo que soy, niego por completo cualquier sentido de la vida, además de no tenerlo aunque Dios existiera. Dicho esto, si la vida no tiene sentido, solo nos queda el disfrutar de la vida al máximo aprovechando las oportunidades que nos ofrece la misma. No obstante, hay algo que no deja de darme vueltas por la cabeza y que me tortura casi a diario: el sufrimiento de la humanidad.
Si retrocedemos en el tiempo, vemos que la historia de la humanidad es la historia del sufrimiento. El hombre ha estado rodeado permanentemente de múltiples situaciones horrendas en las que ha experimentado padecimientos de toda clase; y la inmensa mayoría de desgracias las sufre a manos de sus propios congeniares.
Ningún ser vivo tenía la necesidad de vivir. Las necesidades surgen a partir de la existencia, no antes. De ahí, que algunos creamos que la mejor manera de evitar el sufrimiento -y siguiendo el proverbio chino “evita el deseo y evitaras el dolor”- sea el de no tener descendencia.
Ya dije que el grupo que propugna la extinción voluntaria de la humanidad es consciente de su utopía. Y yo también se que por el hecho de no tener descendencia no aportare nada a dicha utopía, pero si abr evitado posibles sufrimientos innecesarios al no traer al mundo necesidades que ahora no existen.
No se trata ya del calentamiento global, la pobreza o la crisis económica. El sufrimiento humano viene de lejos y tiene muchísimas causas. No podemos olvidar la constante amenaza de todas las catástrofes naturales, como todas las enfermedades. Estamos constantemente indagando, investigando y estudiando la forma de complacer y satisfacer nuestras necesidades. Posiblemente seamos el ser vivo con mas necesidades que satisfacer y, posiblemente, también, el ser vivo que mas dificultades tiene para satisfacerlas.
Si nos preguntáramos cual de entre todas las especies es la que menos miembros tiene satisfechos, sin lugar a dudas esta especie seria la humana. Y si nos preguntáramos cual de todas las especies sufre mas, esta seria, también, la humana.
¿Cuál es la forma mas eficaz de evitar el sufrimiento como producto de nuestra insatisfacción? Evidentemente, la inexistencia.
Y en todo ese tema tan fascinante, no debemos olvidar otro de no menor trascendencia, como es el tema del instinto de procreación. Deberíamos analizar que es lo que nos impulsa a traer nuevas criaturas al mundo sin que puedan tener ni voz ni voto y a utilizarlas para satisfacer uno de tantos instintos como los que tenemos.
¿Tenemos derecho a utilizar vidas ajenas para satisfacer dicho instinto? Si, ya se que suena muy fuerte, pero la pregunta esta ahí y ahí la dejo para reflexionar.
No olvidemos que los ateos criticamos la utilización que habría hecho Dios en el caso de que nos hubiera creado. Si eso hubiera sido así, no habría ninguna duda de que seriamos un medio para un fin divino. Los hijos, también son un medio: un medio que beneficia a quienes decidieron satisfacer su instinto materno-paternal. Y por culpa de es instinto –que incluye el sexo- estamos aquí y no por otra cosa.
Al final, podríamos decir que existe sufrimiento, porque existe el sexo y el instinto maternal-paternal. Tema para meditar.
No entro en juicios ni en valoraciones morales. No soy quien para ello. Solo dejo ahí una cuestión muy peliaguda que no puede tratarse con frivolidad ni con sarcasmo. El asunto del sufrimiento humano es demasiado serio como para dejarlo en la cuneta.
Como creo que el tema es lo suficiente interesante, he decidido abrir uno expresamente para ello.
Como ateo que soy, niego por completo cualquier sentido de la vida, además de no tenerlo aunque Dios existiera. Dicho esto, si la vida no tiene sentido, solo nos queda el disfrutar de la vida al máximo aprovechando las oportunidades que nos ofrece la misma. No obstante, hay algo que no deja de darme vueltas por la cabeza y que me tortura casi a diario: el sufrimiento de la humanidad.
Si retrocedemos en el tiempo, vemos que la historia de la humanidad es la historia del sufrimiento. El hombre ha estado rodeado permanentemente de múltiples situaciones horrendas en las que ha experimentado padecimientos de toda clase; y la inmensa mayoría de desgracias las sufre a manos de sus propios congeniares.
Ningún ser vivo tenía la necesidad de vivir. Las necesidades surgen a partir de la existencia, no antes. De ahí, que algunos creamos que la mejor manera de evitar el sufrimiento -y siguiendo el proverbio chino “evita el deseo y evitaras el dolor”- sea el de no tener descendencia.
Ya dije que el grupo que propugna la extinción voluntaria de la humanidad es consciente de su utopía. Y yo también se que por el hecho de no tener descendencia no aportare nada a dicha utopía, pero si abr evitado posibles sufrimientos innecesarios al no traer al mundo necesidades que ahora no existen.
No se trata ya del calentamiento global, la pobreza o la crisis económica. El sufrimiento humano viene de lejos y tiene muchísimas causas. No podemos olvidar la constante amenaza de todas las catástrofes naturales, como todas las enfermedades. Estamos constantemente indagando, investigando y estudiando la forma de complacer y satisfacer nuestras necesidades. Posiblemente seamos el ser vivo con mas necesidades que satisfacer y, posiblemente, también, el ser vivo que mas dificultades tiene para satisfacerlas.
Si nos preguntáramos cual de entre todas las especies es la que menos miembros tiene satisfechos, sin lugar a dudas esta especie seria la humana. Y si nos preguntáramos cual de todas las especies sufre mas, esta seria, también, la humana.
¿Cuál es la forma mas eficaz de evitar el sufrimiento como producto de nuestra insatisfacción? Evidentemente, la inexistencia.
Y en todo ese tema tan fascinante, no debemos olvidar otro de no menor trascendencia, como es el tema del instinto de procreación. Deberíamos analizar que es lo que nos impulsa a traer nuevas criaturas al mundo sin que puedan tener ni voz ni voto y a utilizarlas para satisfacer uno de tantos instintos como los que tenemos.
¿Tenemos derecho a utilizar vidas ajenas para satisfacer dicho instinto? Si, ya se que suena muy fuerte, pero la pregunta esta ahí y ahí la dejo para reflexionar.
No olvidemos que los ateos criticamos la utilización que habría hecho Dios en el caso de que nos hubiera creado. Si eso hubiera sido así, no habría ninguna duda de que seriamos un medio para un fin divino. Los hijos, también son un medio: un medio que beneficia a quienes decidieron satisfacer su instinto materno-paternal. Y por culpa de es instinto –que incluye el sexo- estamos aquí y no por otra cosa.
Al final, podríamos decir que existe sufrimiento, porque existe el sexo y el instinto maternal-paternal. Tema para meditar.
No entro en juicios ni en valoraciones morales. No soy quien para ello. Solo dejo ahí una cuestión muy peliaguda que no puede tratarse con frivolidad ni con sarcasmo. El asunto del sufrimiento humano es demasiado serio como para dejarlo en la cuneta.