ENTREVISTA A NANNI MORETTI : "Benedicto XVI es un fanático"
Lejos de la corrección política, el director, actor y guionista italiano habla de todo sin temerle al qué dirán. Explica por qué su país "es incomprensible" y se refiere a la polémica suscitada con la Iglesia por su nuevo filme.
El icono intelectual de la izquierda italiana ha escrito y protagonizado, la película basada en el homónimo Caos calmo de Sandro Veronesi. Antonello Grimaldi dirige a Nanni Moretti en un drama que ahonda en el giro introspectivo de un ejecutivo de televisión tras la muerte de su esposa y que contiene una escena de sexo de cuatro minutos que ha creado polémica en Italia. El responsable para la juventud de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), Nicolo Anselmo, condenó el filme y pidió a los actores que hicieran uso de la objeción de conciencia en "escenas eróticas vulgares y destructivas".
Desde 1995, cuando rodó 'La seconda volta', de Mimmo Calopestri, no se ponía a las órdenes de otra persona...
Ser sólo actor es para mí una suerte de vacaciones, porque así me puedo concentrar en mi trabajo interpretativo. Cuando me responsabilizo de dirigir, producir y protagonizar mis películas, afronto periodos agotadores y angustiosos.
La novela ganó el más alto reconocimiento literario italiano, el premio Strega, el 2006. ¿Fue eso lo que le impulsó a escribir y protagonizar su adaptación?
El éxito del libro responde a su calidad literaria, pero también a su reflejo de una realidad emocional que se corresponde con la sociedad occidental contemporánea. El deseo de tomarse una pausa, de parar el tiempo, es común entre muchísimas personas. Lo que me animó a ofrecerme como protagonista al productor fue que el personaje me resultaba muy próximo y al mismo tiempo muy distante, y esta circunstancia despertaba mi curiosidad.
En su filme "La habitación del hijo" abordó la muerte de un vástago y en "Caos calmo", la de la esposa. ¿Le interesa explorar sus propios temores?
Hay algo de cierto en esta conclusión, ya que uno puede ser autobiográfico aunque no hable de aquello que le ha pasado, sino de una situación que teme que le suceda. Pero si quiere que le diga por qué he filmado varias películas en torno a la pérdida, la verdad es que no sabría responder.
Otro paralelismo entre los personajes de ambas películas es que no son capaces de elaborar el luto. ¿Por qué regresa a este conflicto?
Asumir la muerte de un ser querido no es lo más fácil del mundo. Sobre todo para dos personajes de los que intuimos que sólo creen en esta vida. Como persona me siento más cercano a la reacción del padre en La habitación del hijo.La pareja padre-hija de Caos calmo parece no sufrir, pero probablemente lo que sucede es que no lo exteriorizan. En La habitación del hijo era una familia que se desintegraba, en la que cada miembro, se aislaba en su propio dolor. Aquí, en cambio, se cimenta la unión entre padre e hija. Cuando decidí participar en este filme no temí las comparaciones, porque el tono es muy diferente.
Su cine siempre resulta muy personal. ¿Es defensor a ultranza del cine de autor?
Me gusta ir al cine y ver películas bien hechas en el sentido clásico, aunque no sean revolucionarias, lo que me desagrada son las películas que toman el camino del medio y se erigen como espectaculares confesiones personales. Como espectador, y en tanto que director, me interesa el cine de autor de los años sesenta: la nouvelle vague en Francia, el free cinema en Inglaterra, los primeros trabajos de Taviani, Bertolucci, Bellochio y Pasolini, el cinema nôvo brasileño, el realizado en los países del Este... Todos ellos reflejan su disconformidad con la sociedad en la que viven y con la herencia cinematográfica que han recibido. El resultado son películas de estilos muy diferentes, de corte grotesco, realista, poético..., pero con la coincidencia de querer romper con una sociedad y un cine del pasado.
Suele situarse como centro de muchas de sus películas y el público responde bien a sus tics y a sus obsesiones. ¿Alguna vez se pregunta por qué le gusta a la gente?
No lo sé. Es algo que resulta gratificante, pero no lo pienso cuando escribo. Quizá porque no sólo dirijo mi ironía hacia los demás, sino que también soy muy severo conmigo mismo.
Polémica con la Iglesia
¿No considera que el escándalo con la Iglesia en torno a la escena de sexo se debe a que la protagoniza usted?
Sí, pero ha sido la forma de comunicar al público italiano que no soy una entidad abstracta. La histeria no está justificada, porque el filme se basa en un best seller y los periodistas sabían de la relevancia y la brevedad de esta escena en la trama.
¿Piensa que para los italianos verlo a usted practicando sexo ha sido como pensar en los padres de uno haciéndolo?
Quizá soy una figura paterna, pero si tengo un hijo será porque he hecho algo para concebirlo.
La prensa italiana siempre ha mantenido una relación pasional con usted.
Si se refiere a que es una relación de amor-odio, el amor no aparece por ningún lado. Es cierto que ocupo gran espacio en sus mentes, pero qué culpa tengo yo.
¿A qué responde esa continua intromisión de la Iglesia católica en la vida italiana?
Italia es un país incomprensible. Lo que me sorprende no son las declaraciones de los religiosos, siempre hay curas diciendo que no hagas esto o aquello. El problema es que en los últimos años el periodismo italiano se ha vuelto loco. Mientras tanto, en Italia, el escándalo iba haciéndose mayor, así que han ido a tocarle los cojones a mi madre. ¡Mi madre ha entrado en un debate político-cultural en Italia!
¿Cree que la Iglesia católica está manteniendo sobre la clase política en Europa la misma influencia que en EE. UU. sobre los neoconservadores?
No es que Wojtyla fuera un progresista ni mucho menos, pero Ratzinger ha ido más allá, es un fanático. No obstante, no es la Iglesia la que ha cambiado, sino los políticos, que se dejan condicionar por sus declaraciones. No me cabe en la cabeza la dependencia de todos los grupos políticos respecto del Vaticano. ¡Se ponen nerviosos frente a las opiniones de un Estado extranjero!
Benedicto XVI es un fanático
Benedicto XVI es un fanático
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.