Los argumentos de Hume
Publicado: Sab Sep 19, 2009 5:07 pm
Estos son los cinco argumentos de Hume con los que intenta desvirtuar el argumento del diseñador inteligente, y mis comentarios respecto a cada uno de ellos.
1. Para que el argumento sea cierto, debe ser verdadero que el orden y el
propósito se observen cuando resulten de un diseño. Pero se puede observar el
orden con frecuencia en procesos carentes de planificación como la
cristalización. El diseño sólo es causante de una minúscula parte de nuestra
experiencia.
(Carlos)
Que el diseño sea siempre la génesis del orden y del propósito es lo que Hume rechaza,
sosteniendo que con frecuencia procesos carentes de diseño (o de “planificación”) producen orden y propósito. No sé si la cristalización sea un ejemplo válido, pero
suponiendo que lo sea, es legitimo decir que, por muy desordenado que aparentemente hubiere sido el proceso de cristalización, éste siguió un determinado patrón que dió por resultado el cristal. Si no hubiera habido tal patrón, el proceso de cristalización habría dado por
resultado cualquier otra cosa. Entonces, ahí donde parecía haber desorden,
no diseño, no planificación, en realidad había un diseño intrínseco, un patrón, una “esencia” (como prefiero llamarlo), en suma, un desorden ordenado.
Un economista ateo podría poner otro ejemplo, de naturaleza enteramente diferente al de la cristalizaciòn: el de la “mano invisible” de Adam Smith, pero estarìa equivocado, pues precisamente la mano invisible, ese involuntario factor que encamina el interés individual hacia el interés común, hacia el orden económico, sería precisamente el patrón ordenado que sigue el aparentemente desordenado mercado. Otra vez un desorden ordenado.
2. Además, el argumento del diseñador se basa en una analogía incompleta:
dada nuestra experiencia con los objetos, podemos reconocer los diseñados por el
hombre, comparando por ejemplo un montón de piedra con una pared. Pero para
reconocer un universo diseñado necesitamos conocer una variedad de universos
diferentes. Como sólo podemos conocer uno, la analogía no puede aplicarse.
(Carlos)
El argumento de la “incompletitud” de Hume presupone la posibilidad de que haya otras realidades en las que el no orden, el no diseño, produjesen orden y diseño, de modo que si las conociésemos, constataríamos que en esas otras realidades el orden y el diseño no son necesarios para producir objetos diseñados y ordenados. En otras palabras, esas otras realidades desmentirían la experiencia humana con los objetos. Serían realidades en las que no solo que una pila de piedras produjese la pared sin diseño previo, sin planificación previa, sin esencia previa, sino que también un sistema planetario se produjese sin diseño previo. Este argumento, sin embargo, no demuestra la inexistencia del diseño previo, simplemente introduce una duda respecto a su necesidad. Argumento ladino, que pretende que de angas o de mangas “nos coma el tigre” a los que creemos en el diseño previo, pues para refutarlo contundentemente necesitaríamos conocer otros universos en los que se ratificara fehacientemente “nuestra experiencia con los objetos”, sin que haya ni uno solo que no lo hiciera, amén de que también se necesitaría que el número de universos en los que se ratificara nuestra experiencia fuera infinito, pues si no lo fuera, siempre cabría la posibilidad de que en algún otro desconocido universo hubiera otra realidad que refutase nuestra experiencia. Es más un argumento para “ganar el debate”, que para buscar la verdad.
3. Incluso si el argumento fuera perfectamente válido, no podría establecer
un teísmo robusto; pues se puede llegar fácilmente a la conclusión de que la
configuración del universo es el resultado de un agente o agentes no
inteligentes cuyos métodos sólo tienen una remota similitud con el diseño
humano.
(Carlos)
Esto equivale a decir: Si fuera perfectamente válido que hay un diseñador, se puede llegar fácilmente a la conclusión de que tal diseñador no es inteligente. ¿Cómo así alguien que no es inteligente produce diseño inteligente, esto es, la configuración que tiene el universo?. ¿O es que Hume creía que la configuración que tiene el universo NO es inteligente?. ¿En ese caso, por qué creía que no es inteligente?.¿Sólo porque el atributo de “inteligente” lo es desde la perspectiva humana?. ¿Y si la perspectiva humana de “inteligente” coincide con la noción que al respecto pudiesen tener otros habitantes del cosmos?. El argumento de Hume no prueba nada, más parece un fuego de artificio, con vistosidad pero sin contenido.
4. Si un mundo natural ordenado necesita de un diseñador, entonces la mente
de Dios (que es ordenada) también necesita un diseñador. Entonces, este
diseñador necesita de otro diseñador, y así ad infinitum. Se podría responder
apelando a una inexplicable mente divina auto-ordenada; pero entonces por
qué no contentarse con un inexplicablemente auto-ordenado mundo?.
(Carlos)
¿Que por qué no contentarse con un mundo auto-ordenado?.Porque todo tiene su causa, pero así como todo tiene su causa, la cadena de causas y efectos no puede ser infinita. No puedo entrar aquí en una explicación detallada de esto que parece contradictorio pero que no lo es. En otros mensajes, sin embargo, ya lo he hecho.
5. A menudo, cuando se trata del propósito, cuando parece que el objeto X
tiene la característica C para poder lograr la recompensa O, se puede explicar
mejor mediante un filtrado: es decir, el objeto X no existiría si no tuviese la
característica C, y la recompensa O sólo es una proyección de las metas humanas
en la naturaleza. Esta explicación de la teleología anticipó la idea de
selección natural.
(Carlos)
Este argumento deja intocado lo principal: la cuestión de cómo el objeto X llegó a tener la característica C que lo habilita para lograr la recompensa O. Para ponerlo en términos evolucionistas: ¿qué motoriza y direcciona el proceso evolucionista al punto de dotar de característica C al objeto X?. ¿La pura espontaneidad?.
1. Para que el argumento sea cierto, debe ser verdadero que el orden y el
propósito se observen cuando resulten de un diseño. Pero se puede observar el
orden con frecuencia en procesos carentes de planificación como la
cristalización. El diseño sólo es causante de una minúscula parte de nuestra
experiencia.
(Carlos)
Que el diseño sea siempre la génesis del orden y del propósito es lo que Hume rechaza,
sosteniendo que con frecuencia procesos carentes de diseño (o de “planificación”) producen orden y propósito. No sé si la cristalización sea un ejemplo válido, pero
suponiendo que lo sea, es legitimo decir que, por muy desordenado que aparentemente hubiere sido el proceso de cristalización, éste siguió un determinado patrón que dió por resultado el cristal. Si no hubiera habido tal patrón, el proceso de cristalización habría dado por
resultado cualquier otra cosa. Entonces, ahí donde parecía haber desorden,
no diseño, no planificación, en realidad había un diseño intrínseco, un patrón, una “esencia” (como prefiero llamarlo), en suma, un desorden ordenado.
Un economista ateo podría poner otro ejemplo, de naturaleza enteramente diferente al de la cristalizaciòn: el de la “mano invisible” de Adam Smith, pero estarìa equivocado, pues precisamente la mano invisible, ese involuntario factor que encamina el interés individual hacia el interés común, hacia el orden económico, sería precisamente el patrón ordenado que sigue el aparentemente desordenado mercado. Otra vez un desorden ordenado.
2. Además, el argumento del diseñador se basa en una analogía incompleta:
dada nuestra experiencia con los objetos, podemos reconocer los diseñados por el
hombre, comparando por ejemplo un montón de piedra con una pared. Pero para
reconocer un universo diseñado necesitamos conocer una variedad de universos
diferentes. Como sólo podemos conocer uno, la analogía no puede aplicarse.
(Carlos)
El argumento de la “incompletitud” de Hume presupone la posibilidad de que haya otras realidades en las que el no orden, el no diseño, produjesen orden y diseño, de modo que si las conociésemos, constataríamos que en esas otras realidades el orden y el diseño no son necesarios para producir objetos diseñados y ordenados. En otras palabras, esas otras realidades desmentirían la experiencia humana con los objetos. Serían realidades en las que no solo que una pila de piedras produjese la pared sin diseño previo, sin planificación previa, sin esencia previa, sino que también un sistema planetario se produjese sin diseño previo. Este argumento, sin embargo, no demuestra la inexistencia del diseño previo, simplemente introduce una duda respecto a su necesidad. Argumento ladino, que pretende que de angas o de mangas “nos coma el tigre” a los que creemos en el diseño previo, pues para refutarlo contundentemente necesitaríamos conocer otros universos en los que se ratificara fehacientemente “nuestra experiencia con los objetos”, sin que haya ni uno solo que no lo hiciera, amén de que también se necesitaría que el número de universos en los que se ratificara nuestra experiencia fuera infinito, pues si no lo fuera, siempre cabría la posibilidad de que en algún otro desconocido universo hubiera otra realidad que refutase nuestra experiencia. Es más un argumento para “ganar el debate”, que para buscar la verdad.
3. Incluso si el argumento fuera perfectamente válido, no podría establecer
un teísmo robusto; pues se puede llegar fácilmente a la conclusión de que la
configuración del universo es el resultado de un agente o agentes no
inteligentes cuyos métodos sólo tienen una remota similitud con el diseño
humano.
(Carlos)
Esto equivale a decir: Si fuera perfectamente válido que hay un diseñador, se puede llegar fácilmente a la conclusión de que tal diseñador no es inteligente. ¿Cómo así alguien que no es inteligente produce diseño inteligente, esto es, la configuración que tiene el universo?. ¿O es que Hume creía que la configuración que tiene el universo NO es inteligente?. ¿En ese caso, por qué creía que no es inteligente?.¿Sólo porque el atributo de “inteligente” lo es desde la perspectiva humana?. ¿Y si la perspectiva humana de “inteligente” coincide con la noción que al respecto pudiesen tener otros habitantes del cosmos?. El argumento de Hume no prueba nada, más parece un fuego de artificio, con vistosidad pero sin contenido.
4. Si un mundo natural ordenado necesita de un diseñador, entonces la mente
de Dios (que es ordenada) también necesita un diseñador. Entonces, este
diseñador necesita de otro diseñador, y así ad infinitum. Se podría responder
apelando a una inexplicable mente divina auto-ordenada; pero entonces por
qué no contentarse con un inexplicablemente auto-ordenado mundo?.
(Carlos)
¿Que por qué no contentarse con un mundo auto-ordenado?.Porque todo tiene su causa, pero así como todo tiene su causa, la cadena de causas y efectos no puede ser infinita. No puedo entrar aquí en una explicación detallada de esto que parece contradictorio pero que no lo es. En otros mensajes, sin embargo, ya lo he hecho.
5. A menudo, cuando se trata del propósito, cuando parece que el objeto X
tiene la característica C para poder lograr la recompensa O, se puede explicar
mejor mediante un filtrado: es decir, el objeto X no existiría si no tuviese la
característica C, y la recompensa O sólo es una proyección de las metas humanas
en la naturaleza. Esta explicación de la teleología anticipó la idea de
selección natural.
(Carlos)
Este argumento deja intocado lo principal: la cuestión de cómo el objeto X llegó a tener la característica C que lo habilita para lograr la recompensa O. Para ponerlo en términos evolucionistas: ¿qué motoriza y direcciona el proceso evolucionista al punto de dotar de característica C al objeto X?. ¿La pura espontaneidad?.