Yvonne Ridley, periodista inglesa, fue apresada en 2001:
La increíble historia de la mujer capturada por los talibanes que se convirtió al islam
La corresponsal del Sunday Express estuvo nueve días presa en Kabul, y pensó que sería ejecutada. La liberaron, y su vida cambió. De vuelta en Londres, se convirtió al islam, escribió "En manos del talibán", regresó seis veces a Afganistán y hoy trabaja en la primera biografía de Osama Bin Laden escrita con fuentes talibanas.
Diez días antes de que empezara la Operación Libertad Duradera, con la que Estados Unidos inició los bombardeos y la ocupación de Afganistán tras el 11-S, la periodista británica Yvonne Ridley (Stanley, 1959) se encontraba en Pakistán, tratando por todos sus medios de conseguir una visa para Kabul. Después de tres rechazos a sus solicitudes, la corresponsal del Sunday Express decidió cruzar la frontera en una carreta tirada por un burro y con un burka. El 28 de septiembre de 2001, sin embargo, fue descubierta por la policía religiosa y encarcelada acusada de ser una espía occidental.
"A pesar de que yo estaba aterrorizada todo el tiempo y creía que me iban a matar, ellos me trataron bien", señala Yvonne Ridley desde Londres. "Los primeros seis días estuve en una cárcel en Jalalabad, en una celda con aire acondicionado, alfombra y acceso a un baño para refrescarme y tomar una ducha. Ellos llevaban a mi pieza agua, pan y arroz estofado cada mañana, mediodía y noche. Seis hombres, con una apariencia hostil y terrorífica, me interrogaban a diario".
Una mañana, sin embargo, la trasladaron a la Kabul Center Prisioner. Pero alcanzó a estar sólo tres días en la nueva cárcel: la tarde del 7 de octubre llegó una patrulla talibán a su celda y le dijeron que sería enviada al Reino Unido al día siguiente: "Esa noche me pusieron en una camioneta, me vendaron los ojos, me llevaron por siete horas hasta la frontera pakistaní, y me dejaron ahí. No sé por qué ellos no liberaron a las otras prisioneras".
Yvonne Ridley no tiene claridad de por qué la liberaron a ella, pero tiene una hipótesis: "Durante una conversación les dije 'si ustedes me liberan, en cuanto vuelva a Londres, leeré su santo Corán y estudiaré todo sobre el islam, para estar bien informada como periodista'. Me dio la impresión de que ellos confiaron en mi palabra". La periodista británica cumplió: "Dos años después, en 2003, me convertí al islam, y para la mayoría de la gente fue un gigantesco cambio en mí".
De vuelta en Londres escribió el best seller "En manos del talibán", donde relata los pormenores de su cautiverio. Regresó seis veces a Afganistán: "Cuando regresé de cubrir la guerra de Irak, tomé a mi hija de 10 ños [sic] y la llevé para que pudiera ver por sí misma lo bonito que es ese país y lo amorosos que son los afganos. La misma gente que los británicos habían definido como peligrosa".
Hoy en día trabaja en un documental sobre Afganistán y está finalizando una biografía de Osama Bin Laden, que será la primera investigación sobre el líder de Al Qaeda escrita con fuentes talibanas. Algunos de sus descubrimientos son que su abuelo y bisabuelo no eran saudíes millonarios en Hijaz, sino que eran granjeros muy pobres de Tarim, el desierto de Yemen. Revela, además, que Bin Laden dirigía una constructora con amigos africanos en Sudán.
Fuente
Me parece un aporte el hecho que ella reivindique a un grupo de personas, en este caso afganos, estigmatizados por los británicos. Pero a mi entender, es lamentable que una periodista (cuya formación profesional supone un alto sentido crítico y de análisis) se haya convertido a una religión que hoy se caracteriza por denigrar sistematizadamente a las mujeres.
