Reficul escribió:
Conozco los pasajes más oscuros del Corán y también algunos de los más progresistas. Si tuviera que elegir uno de los tres libros sagrados creo que me quedaría con este. Otra cosa es la interpretación torticera que algunas facciones del islam hacen del él.
A riesgo de aburrir a los que ya lo saben, nunca se insistirá bastante. El corán fue "revelado" a lo largo de muchos años, una sura cada vez, y no tiene un hilo argumental como el libro de los jueces, ni una sistematización jurídica como la torah, sino que cada fragmento venía oportunamente a cuento de algún sucedido en los tiempos de Mohammed; así por ejemplo, cuando se casa con la esposa de su hijo en contra de lo dispuesto en una revelación anterior y en contra de su promesa de renunciar a ello, oportunamente llega el día antes el capítulo que lo autoriza. Contiene por tanto un montón de contradicciones, pero esto no es problema porque cuando alguien lo notó, llegó al día siguiente el capítulo que explica qué hacer: la doctrina de la abrogación (
Nasj), por la que una revelación posterior que contradice a otra es derogatoria o aclaratoria. Esta doctrina es mandatoria universalmente al estar contenida en el propio libro.
Habiendo sido recibido de ese modo "desordenado", el corán se ordena por tamaño de las suras, la más larga es la primera, y la última es la más corta, con excepción de la sura 9, "Los botines de guerra", la única que no empieza por la
bismillah ("en el nombre del altísimo..."), se especula si por haber formado parte de la 8 en algún momento previo a la fijación del libro por el califa de turno, unos 200 años después, cuando se decidió la redacción definitiva y se quemaron todas las demás.
Así, 9:5 "matad a los idólatras donde quiera que los encontréis" deroga 2:256 "no hay compulsión en religión", 18:29 "al que quiera creer, dejadlo que crea, y al que no quiera, dejadlo que no crea", así como 109:6 "para mí mi religión, para vosotros la vuestra". ¿Por qué? Porque el primero se dictó el último en Meca cuando ya era señor de vidas y haciendas, y deroga a los anteriores de Medina, donde predicaba una religión bonita cuando a lo largo de diez años no tenía más que 100 seguidores. Para seguir todo este galimatías se necesita una edición comentada, con referencias al comentario y las abrogaciones, de otro modo no sabes si lo que estás leyendo es válido. La mayoría de abrogaciones son incontrovertibles, y unas pocas que afectan a la sucesión del profeta y otros temas espinosos, están disputadas. Para la versión suní mayoritaria, recomiendo la edición biligüe del complejo del rey Fahd, que se descarga gratis de su sitio en *.PDF.
Por supuesto, cuando un musulmán te cuenta los ayat "presentables", él sabe muy bien que te la está dando con queso porque están derogados. Concepto poco familiar para los educados en otras religiones, en el islam la mentira está prohibida en general, pero es obligatoria cuando se trata de defender la religión, ganar la guerra, salvar el matrimonio y proteger la amistad.
A partir del siglo 3º de la Héjira, y a pesar de que lo había prohibido severamente en su momento, los eruditos empezaron a escribir tradiciones orales sobre los dichos y hechos del profeta. El corán dice muchas veces que hay que imitar a Mohammed, el más perfecto de los hombres, pero no cuenta casi nada de él, así que sin estas tradiciones (Hádices) no se sabría qué es lo que hay que imitar, cómo y cuándo rezar, cómo practicar zaqat (limosna), etc. El método seguido es interrogar a mucha gente hasta encontrar tradiciones con varias líneas de transmisión segura, con atención a la solidez moral del transmisor, y sólo éstas son tenidas por válidas (
Sahih). Hay discrepancias en puntos sensibles, por ejemplo, el hadith que distingue la jihad menor (guerra santa) de la jihad mayor (esfuerzo moral) por desgracia para los infieles no es sahih.
En un sentido, el corán no se ha leído si no se ha estudiado el comentario (tafsir), los ahadith y la biografía del profeta (sirat) que le pueden dar algún sentido. Concebido como una enmienda a la tanaj, el talmud y el evangelio, que supuestamente eran la misma revelación desvirtuada por sus indignos receptores, haría falta conocer también éstos.
Como no es un libro inspirado sino dictado, la palabra literal de dios, no cabe ninguna interpretación. Cualquier intento de modernización está y permanecerá condenado al fracaso porque los
taliban (estudiantes) no tienen más que apuntar con el dedo el verso correspondiente y los renovadores quedan automáticamente señalados como apóstatas (pena de muerte). Por eso no verás islam moderado fuera de tus sueños. Por supuesto que verás musulmanes que son buenas personas pero son malos musulmanes. Justo como los judíos que hace dos mil años que no apedrean a sus apóstatas son malos judíos que no cumplen la torah. La diferencia es que éstos pueden reinterpretar las leyes, y aquéllos no.
El corán fue dictado en árabe y ha de ser leído en árabe. Islamización siempre ha significado arabización. Los norteafricanos han perdido su cultura ancestral y hasta su idioma. Si no has nacido árabe no puedes leer el corán, como es el caso de la inmensa mayoría de los musulmanes. Más aún, el oscuro dialecto quraish del s. VII no puede ser entendido por la mayoría de los araboparlantes, y en su tiempo era la lengua de unos pocos (3000?).
En el sentido más estricto, el Corán verdadero no lo ha leído nadie porque está en el cielo. Fue creado antes que el universo, y lo que se mandó a Arabia hace catorce siglos es un facsímil.
En el sentido práctico, el
Qur'an no lo lee nadie, porque como su nombre indica, es para "ser recitado". Es bien curioso cómo si discutes el corán con un magrebí, primero dice "el libro no dice nada de eso", pero luego canturrea, se queda perplejo, traduce para sí del árabe religioso al árabe común, luego al español pasando por el francés, y sólo entonces comprende que dice lo que dice, y siente el mismísimo genuino horror que yo. Por eso sé que son seres humanos.
Sin religión, la gente buena seguiría haciendo cosas buenas y los malos, cosas malas. Para que los buenos hagan el mal, es para lo que se necesita la religión.
Reficul escribió:
la recuperación del conocimiento que los occidentales habíamos perdido (en gran parte por las muchas bibliotecas quemadas por los cristianos).
Esto es esencialmente mítico, para ser breve aunque inexacto. Los originales griegos nunca se perdieron de Grecia. Las traducciones latinas estaban cogiendo polvo en los monasterios occidentales. Como perro del hortelano, los monjes ni leían ni dejaban leer. Por la otra parte, los ulemas también seleccionaban cuidadosamente qué conservar y qué echar al fuego. El beneficio a la ciencia fue indirecto y no pretendido. La trigonometría para indicar la
qibblah en cuya dirección había que rezar, la astronomía por si la predicción astrológica podía ayudar al plan de batalla, la química para producir oro con plomo. Una cosa práctica. Lo demás terminamos de perderlo para siempre cuando finalmente borraron Constantinopla del mapa en 1453, así que gracias, pero no, gracias.
Reficul escribió:
Verás, nací en el norte de África y llevo toda mi vida relacionándome con musulmanes. Te aseguro que hay de todo, como en botica.
Anda, yo también. Bueno, en la costa de Almería que es lo mismo, por lo menos ahora.
En serio, estamos sentados sobre una bomba con la mecha encendida, y es ésta: cuando nuestros idiotas del
empiecen a salir con palos y cadenas a cazar moritos como en El Ejido, y nuestros políticos respondan limitando la libertad de expresión, la civilización europea habrá desaparecido. El imam de Al-Azhar, el Vaticano suní mal y pronto, es listo bastante para haber promulgado una fatwa que prohíbe rezar por la destrucción de los infieles, antes bien por su conversión. No hemos de ser nosotros una medicina peor que la enfermedad, y vamos a exponer la falsedad y la maldad intrínseca de una doctrina política totalitaria, porque queremos para esas personas lo que para nosotros, que sean libres, productivas y felices, no que mueran. Lo que queremos evitarles y evitarnos es el horror de una edad media que nunca termina, el infierno en la tierra que es un país bajo la
sharia. He tenido el gusto de pasar unos meses en oriente medio, y vale la pena luchar y morir para no vivir así.