Foro de Iniciativa Atea

Leyendo a Simon Blackburn, Pensar. Una incitación a la filosofía, en concreto el capítulo dedicado a Dios (¿como no?) me vino esta reflexión a la cabeza que me animé a apuntar. Espero que al menos escriban su opinión (aunque no la lean).

Hemos llegado a un momento de la historia en que la religión ha perdido todo su carácter científico. Ya no se trata de una teoría que responda ordenadamente (y, dicho sea de paso, con suma sencillez) a cada una de las preguntas que el ser humano pueda llegar a plantearse, sino que se trata de una actitud más de pleno escepticismo, de adecuación a la nada.
El hombre puramente religioso ya no se plantea la autenticidad de su soberano o de su credo; no importa más de lo que importa plantearse la autenticidad del saber científico. El hombre puramente religioso sabe que podría ser cristiano, judío, musulmán, budista e incluso ateo, pero también sabe que ninguna postura es más honesta que cualquier otra. No le importa seguir ciertos principios o ciertas normas. Incluso el más pertinaz de los ateos sigue encadenado a la costumbre, nuestra verdadera religión.
El hombre puramente religioso está tan sumido en la nada que poco le importan las preguntas que pueda plantearse, pues Dios morirá el día que yo muera.

¡Un saludo!

Lo que describes en este párrafo se parece mucho al concepto budista de iluminación. Puedes ser cualquier cosa pero, en realidad, no importa porque la realidad es la que es. Y si se elimina el dualismo sujeto (Yo) y objetos (mi casa, mi mujer mi trabajo) se percibe la realidad tal y como es. Esto que escribo en tres líneas no es tan sencillo, obviamente.

No estoy demasiado familiarizado con el concepto de iluminación budista, no obstante creo que Deba expuso un post de conceptos budistas, le hecharé un ojo.

Aquí lo que vengo a decir es que, quien a concluido, como es mi caso (postura que poca gente sino nadie del foro comparte, por tanto es posible que no estén del todo de acuerdo conmigo aquí), en que, no sólo cada una de las religiones existentes, sino también la ciencia es pura especulación humana, pensamiento carente de una realidad pura y dada fuera de nuestra mente, quien a concluido en un nihilismo tan radical, también advierte una cosa: que los hombres no pueden vivir de la nada. No se trata de dar un sentido a la vida (al menos en cierto modo), no se trata de dar una excusa para no acabar con ella, para continuar en el mundo. Se trata de que las personas piensan y actúan, nos guste o no, pero para pensar y actuar, tenemos que elegir, tenemos que adoptar una posición. Pero que más da que esa posición sea el racionalismo extremo, la consulta con el párroco o el estudio de la Torah, si da lo mismo, nos vamos a equivocar igual. He de añadir una cosa: en mi caso, a la hora de elegir, suelo decantarme por la opción que conozco, aquella con la que ya me he desenvuelto con agradables resultados, aunque no siempre se pueda contar con esa referencia. No obstante, no puedo evitar pensar que un cristiano, un judío, un ateo materialista realmente piensa que hace lo mismo.