Claro, nada como la lectura de la Biblia para erradicar la violencia de un país.
Deuteronomio 12
2Destruiréis enteramente todos los lugares donde las gentes que vosotros heredareis sirvieron á sus dioses, sobre los montes altos, y sobre los collados, y debajo de todo árbol espeso:
3 Y derribaréis sus altares, y quebraréis sus imágenes, y sus bosques consumiréis con fuego: y destruiréis las esculturas de sus dioses, y extirparéis el nombre de ellas de aquel lugar.
Deuteronomio 13
6 Cuando te incitare tu hermano, hijo de tu madre, ó tu hijo, ó tu hija, ó la mujer de tu seno, ó tu amigo que sea como tu alma, diciendo en secreto: Vamos y sirvamos á dioses ajenos, que ni tú ni tus padres conocisteis,
7 De los dioses de los pueblos que están en vuestros alrededores cercanos á ti, ó lejos de ti, desde el un cabo de la tierra hasta el otro cabo de ella;
8 No consentirás con él, ni le darás oído; ni tu ojo le perdonará, ni tendrás compasión, ni lo encubrirás:
9 Antes has de matarlo; tu mano será primero sobre él para matarle, y después la mano de todo el pueblo.
La tolerancia y el diálogo interreligioso ofenden a Dios. Él ordena “extirpar” a los otros credos de la faz de la Tierra. No puede haber compasión ni para familiares ni amigos. Los fanáticos religiosos pueden ponerse su piel de corderito y aparentar que son políticamente correctos, pero en el momento adecuado sacarán este as de la manga. Se ha hecho antes y se volverá a hacer
(2 Crónicas 14)
9 Y salió contra ellos Zera Etiope con un ejército de mil millares, y trescientos carros; y vino hasta Maresa.
12 Y Jehová deshizo los Etiopes delante de Asa y delante de Judá; y huyeron los Etiopes.
Estos versículos, que nos cuentan como Dios asesinó a más de un millón de negros, han sido de gran utilidad al Klu Klux Klan y a otros grupos racistas cristianos.
Salmos 58
10 Alegrárase el justo cuando viere la venganza: Sus pies lavará en la sangre del impío.
Salmos 68
21 Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos, La cabelluda mollera del que camina en sus pecados.
23 Porque tu pie se enrojecerá de sangre de tus enemigos, Y de ella la lengua de tus perros.
El creyente tiene dos opciones. O bien trata de justificar esta inmoralidad, o bien la acepta y se convierte en un “buen creyente”; es decir, en un intolerante que condena y, a veces, ejecuta la condena por su cuenta para “hacer la voluntad de Dios”.
Éxodo 11
4Y dijo Moisés: Jehová ha dicho así: A la media noche yo saldré por medio de Egipto,
5 Y morirá todo primogénito en tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sienta en su trono, hasta el primogénito de la sierva que está tras la muela; y todo primogénito de las bestias.
Éxodo 12
29 Y aconteció que á la medianoche Jehová hirió á todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono, hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales.
30 Y levantóse aquella noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los Egipcios; y había un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiese muerto.
Estamos hablando de la matanza de miles niños inocentes directamente a manos de Dios. No se salvaron ni las crías de animales. No hay palabras…
(Números 25)
3 Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de Jehová se encendió contra Israel. 4 Y Jehová dijo a Moisés: Toma a todos los príncipes del pueblo, y ahórcalos ante Jehová delante del sol, y el ardor de la ira de Jehová se apartará de Israel
Dios pide que sean ahorcados y expuestos de forma pública los cuerpos de aquellos que profesan otra fe y creen en otro dios.
(Números 31)
16 He aquí ellas fueron á los hijos de Israel, por consejo de Balaam, para causar prevaricación contra Jehová en el negocio de Peor; por lo que hubo mortandad en la congregación de Jehová.
17 Matad pues ahora todos los varones entre los niños: matad también toda mujer que haya conocido varón carnalmente.
18 Y todas las niñas entre las mujeres, que no hayan conocido ayuntamiento de varón, os reservaréis vivas.
Moisés ordena el asesinato de aproximadamente 100,000 jóvenes y 68,000 mujeres indefensas. Supongo que sois capaces de imaginar la suerte que esperaba a las niñas que se reservarían vivas ¿verdad?
Deuteronomio 2
34 Y tomamos entonces todas sus ciudades, y destruimos todas las ciudades, hombres, y mujeres, y niños; no dejamos ninguno:
Deuteronomio 3
6Y destruímoslas, como hicimos á Sehón rey de Hesbón, destruyendo en toda ciudad hombres, mujeres, y niños.
7 Y tomamos para nosotros todas las bestias, y los despojos de las ciudades.
(Ver también Deuteronomio 20:16-17 y Josué 6:2)
Isaías 13
15 Cualquiera que fuere hallado, será alanceado; y cualquiera que á ellos se juntare, caerá á cuchillo.
16 Sus niños serán estrellados delante de ellos; sus casas serán saqueadas, y forzadas sus mujeres.
Bonitas palabras que deben formar parte de toda arenga militar que se precie. ¿Qué soldado, después de oírlas, seguirá dudando en cumplir su “sagrado deber” para con Dios y la Patria? Por otra parte, hacen que los gángteres de Chicago en los años veinte parezcan hermanitas de la caridad. Ellos te partían las piernas delante de tus hijos, mientras que el pueblo elegido de Dios estrellará a los niños babilonios ante sus padres y violará a las mujeres delante de sus esposos.
(Jueces 4 )
16Mas Barac siguió los carros y el ejército hasta Haroseth de las Gentes, y todo el ejército de Sísara cayó á filo de espada hasta no quedar ni uno.
17 Y Sísara se acogió á pie á la tienda de Jael mujer de Heber Cineo; porque había paz entre Jabín rey de Asor y la casa de Heber Cineo.
18 Y saliendo Jael á recibir á Sísara, díjole: Ven, señor mío, ven á mi, no tengas temor. Y él vino á ella á la tienda, y ella le cubrió con una manta.
19 Y él le dijo: Ruégote me des á beber una poca de agua, que tengo sed. Y ella abrió un odre de leche y dióle de beber, y tornóle á cubrir.
20 Y él le dijo: Estáte á la puerta de la tienda, y si alguien viniere, y te preguntare, diciendo: ¿Hay aquí alguno? Tú responderás que no.
21 Y Jael, mujer de Heber, tomó una estaca de la tienda, y poniendo un mazo en su mano, vino á él calladamente, y metióle la estaca por las sienes, y enclavólo en la tierra, pues él estaba cargado de sueño y cansado; y así murió.
22 Y siguiendo Barac á Sísara, Jael salió á recibirlo, y díjole: Ven, y te mostraré al varón que tú buscas. Y él entró donde ella estaba, y he aquí Sísara yacía muerto con la estaca por la sien.
23 Así abatió Dios aquel día á Jabín, rey de Canaán, delante de los hijos de Israel
Toda una delicia para cualquier perturbado sanguinario. Barac ataca por sorpresa y extermina el ejército de Sisara. Éste único superviviente huye y pide cobijo a un aliado. Cuando duerme confiado, una estaca atraviesa su cabeza. Por si quedaba alguna duda, la salvajada es reivindicada para Dios.
(Ezequiel 9)
5 Y á los otros dijo á mis oídos: Pasad por la ciudad en pos de él, y herid; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia.
6 Matad viejos, mozos y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno: mas a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no llegaréis; y habéis de comenzar desde mi santuario. Comenzaron pues desde los varones ancianos que estaban delante del templo.
Estas palabras sólo pueden salir de la boca de un degenerado sin escrúpulos. Sólo degenerados sin escrúpulos ordenan el asesinato de viejos, mujeres y niños.
(Josué 6)
21Y destruyeron todo lo que en la ciudad había; hombres y mujeres, mozos y viejos, hasta los bueyes, y ovejas, y asnos, á filo de espada.
“ Mas toda la plata, y el oro, y vasos de metal y de hierro, sea consagrado á Jehová, y venga al tesoro de Jehová. ” (Josué. 6:19)
Estamos hablando de la toma de Jericó. Ese día doce mil seres humanos, e incluso sus animales domésticos, encontraron una muerte atroz. Por otra parte, el botín del saqueo; el dinero manchado de sangre siempre fue del agrado de Dios. Si no pregunte en el Vaticano.
(2 Samuel 12)
31 Sacó además el pueblo que estaba en ella, y púsolo debajo de sierras, y de trillos de hierro, y de hachas de hierro; é hízolos pasar por hornos de ladrillos: y lo mismo hizo á todas las ciudades de los hijos de Ammón. Volvióse luego David con todo el pueblo á Jerusalem.
En capítulos anteriores David ha matado a 22.000 Sirios y Abishai a 18.000 Edomitas, pero el baño de sangre no ha terminado. Ahora, tras el cese de las hostilidades, les toca el turno a los indefensos civiles prisioneros de guerra. ¿Quién sabe? Quizá el mismísimo Hitler encontró la inspiración divina en este pasaje que hace referencia al exterminio en hornos crematorios.
(1 Samuel 15 )
2 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Acuérdome de lo que hizo Amalec á Israel; que se le opuso en el camino, cuando subía de Egipto.
3 Ve pues, y hiere á Amalec, y destuiréis en él todo lo que tuviere: y no te apiades de él: mata hombres y mujeres, niños y mamantes, vacas y ovejas, camellos y asnos.
Las instrucciones de este Dios sanguinario que ordena venganza son claras; ni siquiera los pequeños en edad de ser amamantados escapan a su sed de sangre.
(1 Crónicas 21)
12 Escógete, ó tres años de hambre; ó ser por tres meses deshecho delante de tus enemigos, y que la espada de tus adversarios te alcance; ó por tres días la espada de Jehová y pestilencia en la tierra, y que el ángel de Jehová destruya en todo el término de Israel: mira pues qué he de responder al que me ha enviado.
14 Así Jehová dio pestilencia en Israel, y cayeron de Israel setenta mil hombres.
Dios andaba emcabronado con David y le da a elegir entre tres castigos. Al parecer, David se hace el loco y no determina su castigo, por lo que Dios se cepilla a 70.000 inocentes. Y todavía nos quejamos de nuestro sistema de justicia.
(1 Samuel 6)
19 Entonces hirió Dios á los de Beth-semes, porque habían mirado en el arca de Jehová; hirió en el pueblo cincuenta mil y setenta hombres. Y el pueblo puso luto, porque Jehová le había herido de tan gran plaga.
Suma y sigue, otras 50.070 victimas por la gracia de Dios. Está claro que la idea de su naturaleza benéfica es de difícil justificación.
Apocalipsis 7
3 Diciendo: No hagáis daño á la tierra, ni al mar, ni á los árboles, hasta que señalemos á los siervos de nuestro Dios en sus frentes.
4 Y oí el número de los señalados: ciento cuarenta y cuatro mil señalados de todas las tribus de los hijos de Israel.
Apocalipsis 9
3 Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y fueles dada potestad, como tienen potestad los escorpiones de la tierra.
4 Y les fue mandado que no hiciesen daño á la hierba de la tierra, ni á ninguna cosa verde, ni á ningún árbol, sino solamente á los hombres que no tienen la señal de Dios en sus frentes.
Es elevado el número de degenerados que babean soñando con la inminencia del Apocalipsis. Por supuesto, todos ellos están convencidos de que serán uno entre esos 144.000 enchufados de Dios. Cuando alguno de esos fanáticos religiosos alcanza posiciones de poder todos corremos el peligro de que pretenda hacer realidad sus creencias.