Compañero Quest, te contesto aquí a tú amable réplica.
Quest dijo:El dilema es, ¿quién elige la lengua universal y como se establece? “Postulo” que es una imposibilidad porque muchas personas nunca consiguen dominar mas que una lengua y a veces pierden sus facultades en su lengua materna sin conseguir dominio de la lengua en que se inmersa. Tengo un hermano que es sumamente inteligente. Lleva 23 años en Canadá, fue a la universidad aquí, y está a la cabeza del departamento de ingeniería de una gran empresa de construcción aquí. Cuando emigró a Canadá ya podía comunicarse en alemán e inglés. Sin embargo, aun es difícil entender lo que dice en inglés hasta que se acostumbra uno a la manera de hablar de mi hermano, se ha olvidado del alemán en casi su totalidad y tiene aun mas dificultades que yo con el español. Él no es el único. Aquí hay centenares de miles de personas que llegan hablando inglés a su manera y continúan hablándolo mal el resto de sus vidas. Lo mas irónico es que la mayoría de esas personas acaban teniendo problemas con sus lenguas maternas también.
Cada idioma tiene su propia dinámica producto de la infinidad de causas que le hicieron desarrollar, entre estas las que ya has enumerado, el hábitat, los modos de trabajo, las influencias exteriores, el comercio con los vecinos, la expansión y /o colonización, etc.
No tengo ni idea cuales son las pegas “técnicas” (normalmente suelen ser relativistas) que puedan tener los diferentes idiomas, no los conozco y no tengo nociones de filología y por lo tanto malamente puedo emitir un juicio serio a este respecto. Conozco (por haberlo leído) que la estructura de un idioma puede condicionar la rapidez en que la lengua puede ser aprendida. Mao también intentó cambiar algunos aspectos del idioma chino tanto a nivel lingüístico como escrito, con el propósito de acabar con el analfabetismo. No sé a que lingüista le oí decir que la escritura china era tan expresiva que el idioma perfecto sería una combinación del castellano hablado con ideogramas chinos. También conozco el holandés, estos a lo largo de la historia han cambiado puntualmente algunas las formas de su idioma.
Según los filólogos holandeses, estos daban por sentado que los niños holandeses hasta los siete años de edad iban retrasados con respecto a los niños españoles una media de 18 meses y que era debido a los problemas de generaba el idioma, por la dificultad de entender correctamente el lenguaje escrito a tempranas edades.
Tenemos el caso del afrikáans, claramente de origen holandés cuando estos en 1962 se asentaron en Colonia del Cabo (África) y que con el paso de los años evolucionó hacía formas propias, pillando de aquí y de allá hasta conformar un pastiche multilingüístico, aunque la base sea netamente holandesa. Es evidente que todos los idiomas pueden encajar dentro de su idiosincrasia idiomática cualquier idea-vocablo, sea adoptada o producto de su propia evolución interna. Las plasticidad de la lengua a incorporar nuevos fonemas es extraordinaria y común a la inmensa mayoría de los idiomas existentes. No vamos a meternos en las causas históricas por las que han desaparecido tanto acervo cultural, ya que no creo que sea este el debate.
Dicho esto, quiero resaltar (lo he dicho pero me da la sensación de que se olvida). No hay ninguna imposición subyacente, ni económica, ni imperial, como tampoco ningún atisbo de elitismo burgués en ello. Todo lo contrario. Mi planteamiento es puramente ideológico.
Si se analiza la desaparición de las lenguas “cultas”, éstas han ido decayendo en función y paralelamente a la decadencia de los imperios que las imponían, por lo que se deduce que si caen los imperios caen sus idiomas, en una relación de causa efecto. Esto no ocurriría con el Esperanto o similar, ya que no depende de esa relación causal, por lo que nos quitamos la citada contingencia, al menos teóricamente.
Por supuesto que todas las creaciones humanas son susceptibles de evolución y el idioma no es una excepción, sea este “natural” o auxiliar, todos evolucionan en la medida que lo hacen sus “inventores”. Los distintos idiomas existentes lo harán por separado y a su ritmo y el Esperanto lo haría globalmente incorporando aquellos nuevos vocablos que puedan surgir en la praxis.
Quest dijo:El dilema es, ¿quién elige la lengua universal y como se establece? “Postulo” que es una imposibilidad porque muchas personas nunca consiguen dominar mas que una lengua y a veces pierden sus facultades en su lengua materna sin conseguir dominio de la lengua en que se inmersa. Tengo un hermano que es sumamente inteligente. Lleva 23 años en Canadá, fue a la universidad aquí, y está a la cabeza del departamento de ingeniería de una gran empresa de construcción aquí. Cuando emigró a Canadá ya podía comunicarse en alemán e inglés. Sin embargo, aun es difícil entender lo que dice en inglés hasta que se acostumbra uno a la manera de hablar de mi hermano, se ha olvidado del alemán en casi su totalidad y tiene aun mas dificultades que yo con el español. Él no es el único. Aquí hay centenares de miles de personas que llegan hablando inglés a su manera y continúan hablándolo mal el resto de sus vidas. Lo mas irónico es que la mayoría de esas personas acaban teniendo problemas con sus lenguas maternas también.
Prohibir una lengua materna seria un crimen contra la humanidad y la libertad de expresión. Imponer una segunda lengua una imposición imposible porque hay personas que nunca consiguen dominar ni una lengua. Una lengua universal solo podría desarrollarse para satisfacer una necesidad lingüística percibida universalmente como la solución a esa necesidad.
Un saludo
No hay tal dilema, puesto que nadie tiene que elegir nada, al menos de momento. No existe un debate mundial sobre ello, sino simplemente una apuesta enmarcada en la idea de la globalización que yo defiendo y que ésta se debe de dar en igualdad, sin imposiciones que limiten la características e idiosincrasias culturales de cada pueblo y/o sociedad, sea grade o pequeña. Por tanto, igualdad en la diversidad y respeto mutuo. Más que globalización, lo denominaría “armonía global” ante los retos que la humanidad tendrá que afrontar mas temprano que tarde y sin reposo, como gustaba decir al “Presidente”. Esta armonía está en las antípodas de la imposición, nadie (ningún pueblo) está obligado a aceptar un idioma que límite sus capacidades y, que es precisamente lo que está ocurriendo en la actualidad. En consecuencia, el Esperanto debe ir acompañado (a su vez) por elementos (políticas) que eliminen los desequilibrios económicos, ya que son estos en primera instancia los que condicionan el progreso de las sociedades, la igualdad, la justicia y naturalmente la libertad. El Esperanto sería en este caso un idioma anti-involucionista, por no ser de nadie, sino de todos. Esto en lineas generales es la filosofía que a mí en particular me anima, sin dejar de lado los aspectos materiales (salud, eliminación de la hambruna, comercio justo, etc) que imperativamente deben acompañar al Esperanto o similar. De lo contrario, sería un capricho que tendría los días contados. No me cabe ninguna duda que la labor es titánica. Pero el elemento subjetivo es también muy importante, para hacer proyectos se necesita creer en ellos, si no, estaríamos hablando por no callar. Las condiciones objetivas condicionan pero no determinan totalmente, por ello y también son necesarias las condiciones subjetivas, querer es poder.
Naturalmente que hay personas incapaces para muchas cosas, pero el Esperanto precisamente tiene el “don” de ser fácil y sencillo, no trato de soslayar que todo sea de color de rosas. Una apendicitis se tarda con anestesia local en operar diez minutos, pero depende de la edad del paciente, no es igual un chaval de 18 años que un anciano de 90 años, en el último caso los costos se disparan, porque la necesidad obliga a ser más cuidadoso, al margen de que si no quisiera operarse nadie le obligaría hacerlo.
Hay personas, en las que me incluyo que por una capacidad mimética desmedida tienden a aprender un idioma rápidamente y olvidan “momentáneamente” otro que han dejado aparcado, ya que la praxis se impone. Aprendí holandés rápidamente, pero en detrimento del francés, éste se debió quedar en algún sótano oscuro de mi cerebro. Digo más, el castellano cuando regresé entendía todo pero me costaba arrancar y sin darme cuenta la mayoría de las veces contestaba en holandés, se me pasó en dos meses. Esta anécdota sirva para dar a entender que estas cosas ocurren, pero no hay mal que cien años dure.
Conclusión, ni limitaciones a ningún idioma-cultura, ni imposiciones de ningún tipo, haciendo especial hincapié en que son las causas económicas con sus desequilibrios tabulados (e los despachos) las verdaderas razones de todas las imposiciones. Los idiomas no son culpables de nada, son los que utilizan el idioma como poder añadido para introducir su cultura y así dominar eficazmente, controlando todos los aspectos sociales por intereses espurios, ajenos al bien general. Saludos.