Horror: bendijeron el lugar donde trabajo.
Publicado: Mar Jul 27, 2010 4:13 am
Producto del terremoto del 27 de febrero, se cambiaron las dependencias del lugar donde trabajo, un call center de un banco de origen español. Primero a una ubicación provisoria y luego a la definitiva, donde estamos desde hace dos meses.
Hoy fue un sacerdote a realizar una bendición de nuestras instalaciones. Ni idea de quien organizó todo el asunto, pero da igual. Lo que me molestó no fue el acto en sí, sino que cuando éste iba a dar inicio, pasaron por mi puesto tres superiores (dos directos de mi área y una de otra sección) y sin siquiera consultarme si yo deseaba adherir a la ceremonia en cuestión, me dieron orden de dejar de estar en estado "Disponible" en el PC, para participar en la ceremonia. Ante las tres solicitudes, hice presente mi rechazo y continué trabajando. Recién al constatar mi oposición, preguntaban "¿no va a participar?" y mi respuesta en las tres ocasiones fue un rotundo no.
Mis colegas, las que se sientan a mi inmediata izquierda y derecha, me preguntaron la razón de mi negativa. Sin dudarlo les dije "porque soy ateo". Y como en tantas otras veces, comenzaron a hacerme preguntas, pero con afán de curiosidad mas no de cuestionamiento. En ese sentido, me sentí a gusto dando respuestas a sus inquietudes.
Momentos después de que el charlatán finalizó su ritual anacrónico, una de mis colegas pasó puesto por puesto dejando una cartulinas rectangulares amarillas que tenían unas frases de bendición y unos dibujos ad-hoc. Al rato, se lo devolví. Cuando me preguntó por qué lo hacía, le dije "porque soy ateo, anticlerical y laicista". Ella me dijo que de todas maneras debía dejar la bendición, porque era para el puesto. Yo de inmediato me puse a la defensiva diciéndole que no sería así mientras yo estuviese en ése puesto. Ahí me dí cuenta que ella no estaba hablando en serio y le dije en tono de broma "¿para que me provocas? ¿no ves que engancho de inmediato?". Nos sonreímos, di media vuelta y volví al trabajo.
Al rato, otra colega (la de más manifiesta vocación creyente y cristiana) también comenzó a dejar las susodichas bendiciones puesto por puesto. Y cuando estaba a punto de dejar la que me correspondía, le dije sin titubear "no, gracias". En el acto cesó su intento y continuó con los demás.
Me molestó sobremanera la actitud impositiva de todo el asunto, el dar por hecho que todos, sin excepción, adhieren a una religión o que estarían de acuerdo con hacer una bendición del lugar de trabajo. Bien podrían haberme preguntado si deseaba participar y dependiendo de la respuesta, darme la instrucción a seguir. Supongo que la culpa es mía por no hacer más evidente mi ateísmo desde tiempo atrás. Es que no soy de andar proclamando a viva voz "soy ateo", a menos que se me pregunte al respecto o las circunstancias, como las que me sucedieron hoy, ameriten que haga expresa mi descreencia.
Por lo menos, estoy seguro que de ahora en más ya sabrán a qué atenerse conmigo sobre este tipo de asuntos. Saludos.
Hoy fue un sacerdote a realizar una bendición de nuestras instalaciones. Ni idea de quien organizó todo el asunto, pero da igual. Lo que me molestó no fue el acto en sí, sino que cuando éste iba a dar inicio, pasaron por mi puesto tres superiores (dos directos de mi área y una de otra sección) y sin siquiera consultarme si yo deseaba adherir a la ceremonia en cuestión, me dieron orden de dejar de estar en estado "Disponible" en el PC, para participar en la ceremonia. Ante las tres solicitudes, hice presente mi rechazo y continué trabajando. Recién al constatar mi oposición, preguntaban "¿no va a participar?" y mi respuesta en las tres ocasiones fue un rotundo no.
Mis colegas, las que se sientan a mi inmediata izquierda y derecha, me preguntaron la razón de mi negativa. Sin dudarlo les dije "porque soy ateo". Y como en tantas otras veces, comenzaron a hacerme preguntas, pero con afán de curiosidad mas no de cuestionamiento. En ese sentido, me sentí a gusto dando respuestas a sus inquietudes.
Momentos después de que el charlatán finalizó su ritual anacrónico, una de mis colegas pasó puesto por puesto dejando una cartulinas rectangulares amarillas que tenían unas frases de bendición y unos dibujos ad-hoc. Al rato, se lo devolví. Cuando me preguntó por qué lo hacía, le dije "porque soy ateo, anticlerical y laicista". Ella me dijo que de todas maneras debía dejar la bendición, porque era para el puesto. Yo de inmediato me puse a la defensiva diciéndole que no sería así mientras yo estuviese en ése puesto. Ahí me dí cuenta que ella no estaba hablando en serio y le dije en tono de broma "¿para que me provocas? ¿no ves que engancho de inmediato?". Nos sonreímos, di media vuelta y volví al trabajo.
Al rato, otra colega (la de más manifiesta vocación creyente y cristiana) también comenzó a dejar las susodichas bendiciones puesto por puesto. Y cuando estaba a punto de dejar la que me correspondía, le dije sin titubear "no, gracias". En el acto cesó su intento y continuó con los demás.
Me molestó sobremanera la actitud impositiva de todo el asunto, el dar por hecho que todos, sin excepción, adhieren a una religión o que estarían de acuerdo con hacer una bendición del lugar de trabajo. Bien podrían haberme preguntado si deseaba participar y dependiendo de la respuesta, darme la instrucción a seguir. Supongo que la culpa es mía por no hacer más evidente mi ateísmo desde tiempo atrás. Es que no soy de andar proclamando a viva voz "soy ateo", a menos que se me pregunte al respecto o las circunstancias, como las que me sucedieron hoy, ameriten que haga expresa mi descreencia.
Por lo menos, estoy seguro que de ahora en más ya sabrán a qué atenerse conmigo sobre este tipo de asuntos. Saludos.