Este venerable pastor está casado y tiene hijos ya mayores. Curiosamente, a él y los que como él ya están casados cuando abrazan el catolicismo, no les obligan al celibato. Me gustaría saber cuántos sacerdotes católicos hay que están casados, y por qué los demás no protestan. Sin duda habría menos demencia en su comportamiento, en su forma de ver la vida y en su relación con los demás, consejos incluidos.
Leer la entrañable entrevistaENTREVISTA: JOHN BROADHURST Obispo anglicano que se va a convertir al catolicismo
"El sacerdocio femenino me disgusta. Rompe la tradición"
"La Iglesia de Inglaterra es menos cercana a mis creencias"
WALTER OPPENHEIMER - Londres - 14/11/2010
El obispo John Broadhurst lleva 30 años liderando el sector más conservador y cercano al catolicismo de la Iglesia de Inglaterra. Él y otros cuatro obispos anglicanos acaban de aceptar la oferta lanzada a primeros de año por Benedicto XVI para facilitar la conversión al catolicismo de los anglicanos que se sienten incómodos con la llegada de la mujer al sacerdocio, y pronto al obispado, y la apertura al fenómeno gay.
La conversación, en su hermosa residencia oficial en el barrio de Canonbury, en el norte de Londres, es a veces tensa, pero el obispo es un hombre mucho más agradable de lo que sus respuestas pueden hacer pensar.
Más allá de sus ideas conservadoras, Broadhurst sigue siendo a sus 68 años un hombre coqueto al que Judith, su esposa desde hace 45 años, lleva entre algodones y que, a pesar del cansancio de estos días, disfruta dando entrevistas, posando para la fotógrafa, presumiendo de su acceso al entonces cardenal y ahora Papa Ratzinger o buscando la complicidad picante al subrayar la sorpresa que se llevan muchos invitados al descubrir que la escultura de una mujer desnuda adorna uno de las esquinas del salón, en contrate con la austera capilla personal que llama la atención del visitante en su despacho.
Está claro que la iglesia anglicana sufrirá una renovación con la fuga de todos los retrógrados, intransigentes, homófobos y machistas, que se cambiarán de sotana para rendir pleitesía al pescador de Roma (y de los Martinelli, es que no lo aguanto )
Con esto se agrandará la ya enorme brecha que hay entre los paises sajones y algunos europeos de tradición católica en los que no terminamos de aprender que, a éstos, hay que facturarlos rápidamente a Roma para que no sigan jodiéndonos el futuro.
Y por si fuera poco, se refuerzan con anglicanos conservadores y nostálgicos (que de todas maneras les dan mil vueltas a los católicos). Ay, si Tomás Moro levantara la cabeza, querría también levantar las manos para frotárselas de gusto.
Solo le falta, al de la vocecilla temblorosa y pusilánime, empezar a reclutar evangelistas creacionistas, que no es que luzcan tanto, pero llenarían las iglesias, que buena falta le hace.