http: //www.aciprensa.com/noticia.php?n=33582Revista de gobierno argentino sobre educación sexual es inmoral, advierte Arzobispo
BUENOS AIRES, 24 May. 11
El Arzobispo de La Plata (Argentina), Mons. Héctor Aguer, criticó la revista "Educación Sexual Integral. Para charlar en familia", presentada por el Ministerio de Educación porque "se entromete en los hogares argentinos con una propuesta carente de sentido moral".
"Llama la atención desde el comienzo la falta de toda consideración moral, como si ese ámbito de la conducta humana no debiera regirse por la conciencia recta y el empeño de la voluntad en el bien. Si se habla de responsabilidad, ésta no se refiere a parámetros objetivos de orden moral", afirmó el sábado en el programa televisivo Claves para un Mundo Mejor.
Mons. Aguer advirtió que esta publicación, editada con apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas, confunde a los escolares al afirmar que tienen igual validez las familias con padre y madre, con "las formas antinaturales de unión", como los matrimonios gay, que quieren ser "presentadas como verdaderas familias".
También denunció que la revista presentada por el Gobierno el 28 de abril, afirma que la masturbación es "algo absolutamente normal y prácticamente necesario en el desarrollo de la pubertad (…). Aquí no se ofrece tampoco ninguna consideración moral".
"En cuanto a las relaciones sexuales de los adolescentes, la revista señala que ellos tienen el derecho a decidir cuándo iniciarse en tales experiencias. No se insinúa la necesidad de presentar una orientación; sólo se constata que algunos muchachos y chicas deciden tener relaciones, otros deciden esperar al matrimonio, como si fuera exactamente lo mismo", criticó.
Mons. Aguer dijo que la publicación del Ministerio tiene "una obsesión por el preservativo (…). Se emplean varias páginas para insistir en la necesidad de su uso, con precisas instrucciones. Contradiciendo datos científicos fehacientes se oculta que el preservativo no es absolutamente eficaz, sobre todo para impedir el contagio del virus que provoca el SIDA".
"No hay ninguna referencia explícita a la finalidad misma de la sexualidad, vinculada como valor auténticamente humano con el amor, con el matrimonio, con la familia (…). No se habla de virtudes, de continencia, de castidad", señaló.
El Arzobispo de La Plata criticó que se oculte que la píldora del día siguiente pone en peligro la vida del embrión y pueda provocar "un aborto ultratemprano".
Mons. Aguer señaló que se trata de una revista "inaceptable" y pidió a los padres de familia tomar conciencia, a la vez que lamentó que el Ministerio de Educación "haya desperdiciado una magnífica oportunidad de hacer las cosas bien".
La alocución completa está en http: //www.aica.org/docs_blanco.php?id=1195
Aunque no conozco esta revista argentina, vista la opinión que merece entre los pastores del rebaño, he de decir ¡BRAVO!
Estos cabrones se revuelven en todas partes: la imperiosa necesidad de invadir la mente de los niños con su basura es patente, y no pueden soportar que nadie venga a decirles que lo siempre han prohibido ellos -reservando, por supuesto, el derecho tácito de algunos "educadores" en el amor de dios a contravenir sus propias enseñanzas- es precisamente lo normal y saludable.
Al margen del daño que hacen con la implantación emocional de creencias que condicionan limitando la vida, también quieren mantener la sexualidad en el terreno del tabú, y, por supuesto, nada les frena a la hora de citar "datos científicos" para impedir el uso del preservativo: nada, que se propague bien el SIDA entre los adolescentes.
¡No te jode!
Más allá de que me congratule oirles hablar de esta manera y descubrirse sin pudor como lo que son, me duele pensar en los pocos o muchos niños que les escucharán, debiendo pagar el resto de sus vidas unas consecuencias terribles.
La única razón por la que no reivindicamos ya la necesidad de liberar a los niños prohibiendo el adoctrinamiento (igual que se prohibe su prostitución, que trabajen antes de una edad determinada, o que se les maltrate) es porque no podemos creernos que ello sea posible.
Algún día parecerá imposible que tal aberración haya sido considerada nunca como algo normal, con la aquiescencia de tantos padres y financiada por fondos públicos.