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Varias acciones en la red frenan la entrada de cursos que avalan teorías no probadas científicamente en las universidades españolas
Lo que no conseguía la razón lo está logrando la acción en internet. Buscando el prestigio que no logran por la vía del método científico, las más variopintas modalidades de pseudociencia se han ido infiltrando en los campus universitarios. A veces por ignorancia, otras por intereses económicos, las universidades ofrecen conferencias, cursos de posgrado y hasta asignaturas a cual más extravagante. Pero la red ha dado voz a los escépticos y algunos rectores empiezan a escucharla.
"Otras veces no me quejé, porque no era consciente del poder que tiene la red", cuenta Alberto Fernández, exalumno de la Universitat de Girona que dio la voz de alarma sobre el curso de posgrado que iba a formar a los estudiantes en Salud y Armonía del Hábitat. "Cuando miré el temario, era una amalgama de tonterías", añade.
Entre esas "tonterías" aparecen la conciencia global holística, la radiestesia (la supuesta capacidad para percibir radiaciones) o el análisis geomántico del espacio (que serviría para detectar la energía en movimiento o energía agua que recorre cada casa). "Me quejé e inicie una recogida de firmas en Actuable [una plataforma online]. Pretendía conseguir mil firmas en un mes, pero las logré en tan sólo 24 horas", añade Fernández. También consiguió que el curso fuera anulado.
Otra de las victorias contra la pseudociencia ha tenido lugar en Granada. La facultad de Psicología de la universidad había programado un curso llamado Constelaciones familiares, basado en las ideas del psicólogo Bert Hellinger sobre la existencia de un alma colectiva. El bloguero César Calderón lanzó una acción en Actuable, seguida después de protestas de colectivos escépticos y algunos profesores. El decano anuló los ocho créditos con los que se reconocía la asistencia y declaró en la prensa local granadina que no tenían "conocimiento del contenido del curso".
Pero al desconocimiento se une el interés económico. El viernes se supo que la Universitat de Lleida va a impartir un curso sobre terapias naturales coordinado por miembros de la misma clínica homeopática que lo patrocina. En la universidad más antigua de España, la de Alca-lá de Henares (Madrid), también hay en marcha un curso de "aplicaciones terapéuticas del Qi-gong", por 800 euros, impartido por un profesor que también tiene una academia en la ciudad.
"Internet es un arma nueva, que permite conocer lo que antes pasaba desapercibido", explica el vicepresidente del Círculo Escéptico, Fernando Frías. Desde hace un año y medio, Frías mantiene al día La lista de la vergüenza, un blog donde denuncia la presencia de las pseudociencias en las universidades y otros organismos públicos. A tenor de la cantidad de contenidos que publica, está teniendo mucho trabajo. "Antes apenas se frenaban estos cursos. Sólo sucedía en los casos aislados que llegaban a los medios", asegura. Frías explica que ahora hay "dos cursos de homeopatía que no han entrado en el blog porque los han retirado antes".
Para el astrofísico y divulgador Javier Armentia, la red hace el mundo más pequeño y genera una inmediatez que permite amplificar una protesta. "Hay otro efecto adicional, el factor de la imagen que, en internet, se daña más rápido", añade. Pero no confía. "Por cada página crítica con la homeopatía, hay mil a favor", recuerda. Para él, es el momento de abrir un debate para saber por qué se cuelan estos cursos en las universidades.
Para el astrofísico y divulgador Javier Armentia, la red hace el mundo más pequeño y genera una inmediatez que permite amplificar una protesta. "Hay otro efecto adicional, el factor de la imagen que, en internet, se daña más rápido", añade. Pero no confía. "Por cada página crítica con la homeopatía, hay mil a favor", recuerda. Para él, es el momento de abrir un debate para saber por qué se cuelan estos cursos en las universidades.
En mi opinión los laboratorios Boiron han seguido exactamente los mismos métodos que los demás laboratorios, esa estirpe cruce de petroleros y buhoneros venidos a más, vestida con galas de ciencia. Boiron hace lo mismo que ellos, pero al menos sin efectos secundarios.
Aunque un porcentaje de los medicamentos sea verdaderamente útil y a veces imprescindible, el resto es únicamente negocio inútil excepto para sus cuentas de resultados.
E, incluso en el caso de productos útiles, el abuso o mal uso que se hace de ellos en perjuicio de la salud ha sido orquestado por las redes de visitadores médicos seduciendo y engañando a los médicoa que hacen efectivos estos abusos en detrimento de la salud pública y de una forma bien poco científica. El caso más evidente es el de los antibióticos: ¿Quién con dos dedos de frente, cinco años de estudios de medicina como mínimo y varios de prácticas puede justificar el uso de antibióticos para la gripe? Pues los siguen recetando. El último grito "centífico" para matar virus: la azitromizina, un antibiótico que no ha matado un virus en su vida, y que seguirá fortaleciendo a las bacterias como al primo de zumosol, igual que hicieron todos los anteriores. Toma ciencia!
Que en este contexto la pseudociencia de la homeopatía se cuele en la universidad para adquirir prestigio es casi un mal menor, si tenemos en cuenta lo injusto del prestigio que tienen los productos farmacéuticos "normales". Esa industria lleva muchos años ya infiltrada en la facultad de farmacia y en los sistemas de salud en todas las formas posibles, de una forma muy poco científica.
Al menos, si no conseguimos parar el avance de la homeopatía, podremos suicidarnos a gusto, sin consecuencias:
Re: Internet contra la pseudociencia
Publicado: Mié Dic 07, 2011 3:42 pm
por Sunami
Tal vez me anime a hacer un suicidio homeopático jugando a la ouija. Eso sí, flipo cuando cuento mis planes, se piensan que me voy a suicidar por tonto.
¡Qué ignorancia!
Re: Internet contra la pseudociencia
Publicado: Mié Dic 07, 2011 6:10 pm
por Shé
Pues no serías el primero ni el segundo en suicidarte con píldoras homeopáticas.
Y todos han sobrevivido para contarlo y descojonarse.
Lo de la Ouija no sé si funcionará, porque te dirán que no has conectado porque eres un cerrado de mente y por eso no te abres a los espíritus. Lo que sí que puedes es hacer palidecer a alguno forzándola a escribir algo, porque creer, creen, pero cuando les parece que ocurre algo de verdad, se ponen histéricos -lo digo por experiencia- y les entra miedo. Y no hace falta Ouija, que los tiempos no están para gastos inútiles. Basta con un vaso y un par de crédulos, por ejemplo tus compañeros de piso.
Re: Internet contra la pseudociencia
Publicado: Lun Dic 19, 2011 11:44 pm
por Vitriólico
Sanidad concluye que el principal efecto de la homeopatía es placebo
Un estudio encargado por el Congreso no halla pruebas del beneficio de muchas terapias naturales
Solo acupuntura y masajes salen validados
La acupuntura puede resultar efectiva para controlar las náuseas y vómitos postoperatorios y los provocados por la quimioterapia, pero no hay indicios que apoyen su uso para dejar de fumar o adelgazar. Los estudios sobre homeopatía apuntan más a un efecto placebo que una eficacia real, mientras que en las terapias físicas y manuales (como la quiropraxia o la osteopatía) se han observado efectos positivos sobre algunas dolencias, aunque los expertos recomiendan nuevas investigaciones.
Estas son algunas de las conclusiones que deja un informe elaborado por el Ministerio de Sanidad sobre las llamadas terapias alternativas o naturales, aquellas que se salen del canon de la medicina establecida pero cuya popularidad y uso se ha extendido en los últimos años. El Congreso encargó en 2007 a Sanidad que estudiara la situación de estas terapias y valorara la posibilidad de una futura regulación. Los resultados revelan un panorama muy heterogéneo con prácticamente un único punto en común: la eficacia de estas técnicas, medida en ensayos clínicos, no ha sido demostrada en casi ningún caso.
El estudio, en el que también han participado el Instituto de Salud Carlos III y algunos comunidades autónomas, ha analizado 139 terapias. Solo una parte tiene influencia directa sobre la salud, meintras que la mayoría pretende ayudar, sobre todo, al bienestar y el confort del usuario.
La acupuntura es la que sale mejor parada. Se han realizado ensayos clínicos que demuestran que ayuda a controlar las náuseas y vómitos postoperatorios y los causados por la quimioterapia. Además, podría ser “útil” para pacientes con cefalea tensional o ataques de migrañas y en casos de dolor lumbar crónico. Aunque el estudio advierte de que en varias aplicaciones se obtenían ligeras mejoras tanto si se usaba bien como si se hacía mal, lo que apunta a un fuerte efecto placebo.
Las terapias físicas y manuales, centradas casi siempre en masajes, pueden efectos beneficiosos sobre determinadas dolencias
Menos evidencias científicas hay sobre el uso de la acupuntura para tratar otras patologías como la fibromialgia, la artritis de rodilla, el insomnio, la epicondilitis o el dolor de espada, aunque los expertos creen que los indicios son “prometedores”. Sin embargo, no hay datos que respalden su uso para dejar de fumar o perder peso y tampoco hay pruebas de que sirva para tratar el cáncer y el asma. Eso sí, como la mayoría de estas terapias, tiene la ventaja de que es un tratamiento seguro, con apenas efectos adversos, más allá de algún pequeño hematoma o sangrado en el lugar de la inyección.
Sobre homeopatía, el grupo que ha elaborado el informe ha analizado nueve estudios que pueden considerarse científicos. Los ensayos se referían a un amplio abanico de supuestas utilidades, como gripe y otras infecciones, cáncer y efectos adversos de la quimioterapia, osteoartritis, inducción al parto, asma, demencia, depresión y cólico del lactante. Pero los resultados son “muy contradictorios” y muchos apuntan al “efecto placebo”. En cualquier caso, los medicamentos homeopáticos utilizados bajo la supervisión de profesionales se consideran “seguros”, sobre todo porque se suelen preparar en disoluciones muy altas y el paciente prácticamente agua.
El informe ha analizado también la eficacia de terapias físicas y manuales, centradas casi siempre en masajes. Los estudios realizados hasta ahora demuestran efectos beneficiosos sobre determinadas dolencias. En el caso del dolor lumbar, por ejemplo, el informe considera que el masaje, la quiropraxia o la manipulación espinal pueden ser beneficiosos para determinados pacientes, “especialmente cuando se combina con ejercicios y consejo”. Con todo, el estudio considera necesarios nuevos informes que confirmen estos datos a largo plazo. Por otra parte, el masaje espinal no se ha demostrado útil para paliar el dolor de cabeza, pero los masajes sí pueden tener beneficios psicológicos para los pacientes con cáncer.
El estudio concluye que Hay personas que realizan terapias naturales “sin poseer ninguna titulación ni cualificación profesional”
Uno de los objetivos del trabajo era estudiar la posibilidad de regular estas terapias. Ahora no existe una regulación estatal específica, aunque el Real Decreto 1277/2003, que fija las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios, reconoce unas unidades denominadas “Terapias no convencionales”. El real decreto las define como “unidad asistencial en la que un médico es responsable de realizar tratamientos de las enfermedades por medio de medicina naturista o con medicamentos homeopáticos o mediante técnicas de estimulación periférica con agujas u otros que demuestren su eficacia y su seguridad”. La comunidad que tiene más centros autorizados con esta unidad, es Andalucía, con 59 centros, seguida de País Vasco, con 37. Al margen del desarrollo de dicho real decreto, solo Cataluña ha llegado a aprobar una norma específica, pero la Sala Tercera de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo la anuló el pasado 7 de abril. La mayoría de las comunidades consultadas para el informe se han mostrado partidarias de regular estas técnicas.
Sobre los profesionales que las aplican, el informe advierte de la dificultad de realizar un censo por falta de información fidedigna. “No es sencillo identificar claramente a los profesionales de las terapias naturales, porque tampoco es fácil saber cuáles son estas, como consecuencia de las múltiples tipologías, procedimientos y concepciones que se engloban bajo esta denominación, o bajo la de medicinas no convencionales o naturales”, advierte el informe. Una aproximación citada en el estudio procede del laboratorio Boiron, que cifra en cerca de 9.000 los médicos que prescriben homeopatía de forma habitual u ocasional.
En teoría, para ejercer profesionalmente estas técnicas hay que ser licenciado o diplomado en Ciencias de la Salud y, por ahora, no existe ninguna titulación de FP sobre terapias naturales. Sin embargo, el estudio concluye que hay personas que realizan terapias naturales “sin poseer ninguna titulación de formación ni cualificación profesional”. “Pese a no estar reguladas ni las titulaciones ni la formación en este ámbito, universidades, sociedades, centros privados, etc. proporcionan formación para profesionales sanitarios y no sanitarios”, advierte el estudio.
Muy interesante. Puede que la intención detrás de estos estudios sea el posible ahorro en fármacos, algo que deberíamos aplaudir con entusiasmo en cualquier caso, en lugar de poner en tela de juicio.
La realidad es que algunas terapias alternativas pueden ser interesantes, pero esto no se puede saber si no se hacen los estudios adecuados, algo que la industria no está dispuesta a hacer por razones obvias.
Corrobora además mi defensa de la acupuntura y la osteopatía, aunque al no estar regulados debidamente hay mucho cretino suelto haciendo negocio con una preparación insuficiente y pretendiendo hacer terapias imposibles con estas especialidades. Y por supuesto, defiendo los masajes como una buena solución a muchos problemas causados por lesiones y por la vida sedentaria, mucho más efectivos que los tratamientos tradicionales a base de corticoides, relajantes musculares y antiinflamatorios, que son eficaces únicamente para paliar los síntomas a corto plazo, tienen efectos secundarios muy adversos y no solucionan el problema.
En mi opinión, las llamadas medicinas alternativas cuya eficacia se demuestre científicamente deberían ser debidamente consideradas y su enseñanza incluida en la carrera de medicina, incluso como especialidad -en el caso de la acupuntura, los estudios llevan varios años-. Un sistema nacional de salud debería integrar todo lo que es útil y desechar al máximo lo superfluo -incluido un alto porcentaje de los tratamientos actuales-.
Lo que me sigue pareciendo una locura es la intrusión de los laboratorios Bairon en el sistema de salud. Si vamos a usar placebo, y creo que se debería visto el éxito, no hay por qué gastar tanto dinero ni tanta tinta.
Re: Internet contra la pseudociencia
Publicado: Mié Dic 28, 2011 12:12 am
por Vitriólico
Resituando las dudosas terapias alternativas
Un informe de Sanidad sobre técnicas naturales en auge como la homeopatía reabre la polémica sobre su eficacia
Los defensores niegan el efecto placebo y discrepan sobre la necesidad de regularlas
Aliviar un dolor cervical con un masaje en los pies, combatir mediante acupuntura unas migrañas que se resisten a todos los medicamentos o paliar los síntomas de un ataque de asma con gotas de un remedio homeopático. Puede que usted sea más partidario de la medicina tradicional y nunca se le haya ocurrido prestarse a estos tratamientos. Pero el 23,6% de la población ha utilizado alguna vez terapias alternativas, principalmente yoga, acupuntura y quiromasaje, según un estudio del Observatorio de Terapias Naturales (en el que se integran varias sociedades de profesionales de esta materia) de mayo de 2008.
Un informe que acaba de publicar el Ministerio de Sanidad constata el auge de estos tratamientos y advierte de la falta de estudios científicos que avalen su eficacia en la mayoría de los casos. Pero entonces, ¿a qué se debe su éxito?
El propio informe relativiza las dudas en torno a estas técnicas. “Pocas terapias naturales han demostrado su eficacia en situaciones clínicas concretas mediante la aplicación de métodos científicos. Sin embargo, esta ausencia de demostración de su eficacia no debe ser considerada como sinónimo de ineficacia”, señala el texto, que admite que “muchos pacientes refieren cierto grado de satisfacción” por la mejoría de los síntomas o en su calidad de vida.
Esta afirmación es compartida por la mayoría de los expertos y profesionales que aplican dichos tratamientos. “Hay estudios que demuestran que la acupuntura es eficaz para tratar cefaleas, náuseas y vómitos como los causados por la quimioterapia, dolor facial o dental. Pero hay otros problemas como la fibromialgia o el insomnio donde no hay grandes evidencias, lo cual no quiere decir que sea ineficaz”, sostiene Juan Antonio Guerra, médico con amplia experiencia en acupuntura y que actualmente dirige el Plan Andaluz de Atención a Personas con Dolor.
En Andalucía hay 12 unidades públicas en las que se aplica regularmente la acupuntura. Unas están en hospitales y otras en centros de salud. Jorge Vas, médico de familia de 54 años, atiende desde hace 15 la del centro de salud de Dos Hermanas (Sevilla), por la que pasan cada día entre 35 y 40 pacientes. La acupuntura no está incluida en la cartera de servicios de la sanidad pública, por lo que se ofrece “a modo de pilotaje” a aquellos pacientes a los que se considera que les puede beneficiar.
Hasta la consulta de Vas llegan derivados por otros médicos de familia o especialistas. “Antes venían muchos pacientes en los que habían fracasado otros tratamientos, pero los compañeros están viendo la eficacia de la acupuntura y cada vez nos llegan más como primera instancia”, cuenta. Algunos pacientes los rechazan. “Pero son los menos. La mayoría está muy agradecido porque lleva tiempo sufriendo dolores crónicos y está saturado de dolor y de fármacos”, asegura Vas.
Entre todas las llamadas terapias alternativas, la acupuntura es sobre la que se han hecho más ensayos científicos que avalan sus beneficios para determinadas dolencias. El estudio de Sanidad recoge 139 técnicas distintas y sobre la mayoría no se han hecho estudios. “Solo muy recientemente se ha visto la necesidad de aplicar a estas técnicas los ensayos que habitualmente se hacen. No es fácil protocolizar todo como con los medicamentos. En técnicas como la acupuntura depende mucho de la capacidad de la persona que pone las agujas, por ejemplo. Por eso hay ensayos con resultados muy heterogéneos”, explica Jesús González, de la Agencia de Evaluación de Técnicas Sanitarias del Instituto de la Salud Carlos III.
Los que viven de estas terapias, sobre todo los homeópatas, sostienen sin embargo que hay evidencias suficientes para garantizar su eficacia. La Asamblea Nacional de Homeopatía, órgano de representación de “la mayor parte de los médicos homeópatas españoles”, lamenta en una carta remitida a este periódico que el informe sobre terapias naturales elaborado por el Ministerio de Sanidad solo haya tenido en cuenta una parte muy reducida de estos trabajos.
“En muchos de los estudios y meta-análisis no contemplados por el Instituto Carlos III (más de 200 artículos publicados en revistas de referencia) se demuestra repetidamente que la homeopatía funciona como método terapéutico y con un efecto superior y distinguible del placebo”, asegura la asamblea.
Uno de los objetivos del estudio de Sanidad era evaluar la necesidad de hacer una regulación específica sobre estas terapias. El equipo de trabajo que elaboró el informe —con representantes del ministerio, el Carlos III y varias comunidades autónomas— se mostró bastante a favor de regular aquellas que tienen más relación con la salud (como la acupuntura y la homeopatía) y de aparcar por ahora las que están más enfocadas al confort o el bienestar, explica Raúl López, técnico de la Agencia de Evaluación de Tecnología Sanitaria de Andalucía, que ha participado en el estudio. “La regulación ayudaría a que el ciudadano se sienta seguro al acceder a estos tratamientos”, argumenta López.
De plantearse, esta regulación debería abordar también el ejercicio profesional de las llamadas terapias naturales. Miquel Vilardell, presidente del Colegio de Médicos de Barcelona, que cuenta con secciones específicas de homeopatía y acupuntura, no duda de que estos tratamientos tienen que estar siempre “liderados” por médicos. “Quien tiene competencia para hacer diagnósticos es el médico. Otra cosa es la práctica y ahí no veo especial problema en que se ejerza por personas con formación en esas técnicas, pero siempre supervisados por médicos”, dice Viladrell. La importancia del diagnóstico es advertida por todos los médicos consultados para este reportaje.
Pero los profesionales que no tienen formación sanitaria no opinan lo mismo. “Estos médicos de hoy han aprendido la homeopatía o la acupuntura de profesionales no médicos. Y ahora quieren que sean ellos quienes enseñen. Ellos estudiaron en escuelas no regladas con profesores no sanitarios”, apunta la presidenta de la Asociación Española de Terapias Naturales y No Convencionales, Rafi Tur.
Casi todos los llamados terapeutas se forman en escuelas privadas, en España o en el extranjero, la mayoría de las cuales ofertan titulaciones que no están homologadas en nuestro país. “Algunas han ido adquiriendo prestigio y son reconocidas por los profesionales como referencias de buena formación. Nos hemos autorregulado porque no nos han dado otra opción”, sostiene Tur, que aboga por que existan grados universitarios oficiales sobre estas materias o Formación Profesional de grado superior.
Esta meta se está topando con grandes detractores. Uno de ellos es Fernando Frías, abogado y vicepresidente de Círculo Escéptico, contrario a que la formación y la investigación sobre las terapias alternativas se lleve a cabo en los campus. “La Universidad no puede legitimar estas disciplinas seudocientíficas basadas en creencias y supersticiones. Va en contra de los fundamentos de esta institución, que debe promover el pensamiento crítico” afirma tajante. “Lo que ocurre es que están de moda. Los cursos sobre terapias naturales tienen una salida comercial muy lucrativa que aprovechan con las matrículas”, añade.
Frías ha extendido su reclamación por Internet en lo que ha llamado La lista de la vergüenza, un blog donde recoge los cursos de terapias naturales que se ofertan en facultades de toda España. Entre ellos cita el de Especialización en aplicaciones terapéuticas del qi-gong, de la Universidad de Alcalá de Henares, y otro de Especialización en homeopatía, de la Universidad Pública de Navarra. Más de 2.000 personas han votado ya en Actuable, una web de participación ciudadana, para que se retire este último seminario.
No sería la primera vez que los internautas dictaran sentencia. Una campaña en la misma página tumbó en la Universidad de Girona un curso de Salud y armonía del hábitat que se iba a impartir a 30 alumnos durante 120 horas a cambio de 1.175 euros por cabeza.
Eloy Echeverría, director de pedagogía del Centro de Enseñanza y Desarrollo de la Homeopatía (CEDH), es el encargado de preparar el temario de estos cursos. Lanza un mensaje a los descreídos: “Tener un arma terapéutica más en la mano es una ventaja para cualquier profesional. Llevo ejerciendo terapias alternativas desde 1995 y animo a mis colegas a que busquen en ellas un método seguro que minimiza los riesgos. Los medicamentos homeopáticos no tienen efectos secundarios y están indicados para bronquitis en bebés, amigdalitis con repetición y dolores lumbares, entre otras muchas dolencias”.
Peter Schmidt, presidente de la Asociación Española de Pacientes de Homeopatía (AEPH), se ha sometido a estos tratamientos “desde la cuna”. “En 1947, cuando tenía dos años, me salió un forúnculo que los médicos eran incapaces de curarme”, cuenta. “En Alemania no había apenas fármacos después de la II Guerra Mundial y la infección se estaba poniendo fea. Mi madre conoció a un médico que le hablo de los medicamentos homeopáticos y gracias a eso me curé”.
Albert Jovell, el presidente del Foro Español del Paciente, se muestra escéptico: “Nosotros siempre hemos mantenido una postura firme contra las pulseras mágicas, los curanderos y las leches con efectos no demostrados. Este es el mismo caso. Un paciente no puede sustituir la medicina oficial por un placebo porque ese abandono podría poner en riesgo su salud”.
La mejor prueba de la eficacia de estos tratamientos reside, según Rafi Tur, la presidenta de APTN-Cofenat, en la satisfacción de los pacientes. “El usuario no es tonto. Si más de 60.000 profesionales trabajamos en esto y se siguen abriendo consultas es porque dan resultado. Esa es la mayor prueba de que estas terapias funcionan. Si fuese un placebo, ¿cree que muchos médicos la estarían recomendando?”, pregunta.
Al contrario de lo que ocurre en otros países, en España la gran mayoría de estas terapias solo se ofrecen en consultas privadas. “Tal y como está montada la medicina pública en nuestro país, los homeópatas estamos marginados”, asegura Isidro Lara, representante en Europa de la Federación Española de Médicos Homeópatas (FEMH), que lamenta que, al estar fuera del sistema público, muchos ciudadanos no pueden recurrir a estos tratamientos. Lara sitúa el precio de una primera cita (de una o dos horas de duración) para la evaluación del paciente, entre los 80 y 130 euros. Las revisiones (de 15 a 45 minutos), pueden costar desde 40 a 100 euros.