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LECTURA FRÍA; PODERES PSÍQUICOS AL DESCUBIERTO

Publicado: Jue Feb 23, 2012 11:08 pm
por Reficul
Sigo desempolvando mis colección de archivos escépticos y compartiendo algunos de ellos con la esperanza de que sirvan de vacuna. Porque nunca se sabe... Me han dicho que hay hombres malos que ofrecen caramelos a la salida del trabajo, y si te los comes (a los caramelos me refiero, aunque la antropofagia puede ser una solución para salir de la crisis :twisted: ) igual empiezas a creer en elefantes voladores, banqueros honrados,...

Bueno espero que os guste y que la araña le suba la asignación a su hija para que pueda hacer muchas fotocopias. :love:


¡Desvelados los secretos de la Psique!
O cómo ganar amigos y timar a la gente.


Por Steven Novella (doctor en medicina)- 23 de diciembre 2004


En una reciente conferencia médica, una compañía farmacéutica ofreció análisis grafológicos gratuitos a los asistentes - por supuesto, solo para “entretener”. Siempre lúdicamente, accedí a desnudar las profundidades de mi personalidad, traicionada por el barrido de mi “s” y la audacia de mi “t”. Para mi escéptico ojo, los resultados fueron cómicamente mundanos y predecibles. El lector sabía, por supuesto, que yo era médico, de modo que no me sorprendí cuando “leyó” en mi manuscrito que me atraía la ciencia y que sentía el deseo de cuidar de las personas. ¡Guau!

Pero otras personas estaban impresionadas por la aparente exactitud de sus lecturas. Los resultados no diferían demasiado de los obtenidos por algunos amigos y conocidos míos que han visitado a videntes locales, echadores de cartas del tarot, o astrólogos; similares también a lo que casi todos hemos visto en la televisión en boca de psíquicos famosos como John Edward y Sylvia Browne. “¿Cómo explicar esto?” se pregunta la gente muy impresionada y convencida de que algo sobrenatural está sucediendo.

Pero como cualquier juego de magia, la respuesta real es mucho más simple de lo uno podría imaginar. Los médiums seguirán gritando “no preste atención al hombre que hay tras la cortina”, mientras intentan deslumbrarnos con fuego y humo para ocultar sus trucos – pero una vez que has visto al hombre detrás de la cortina, el espectáculo se acabó.

Así que vamos a echarle un vistazo.

La verdadera respuesta a la habilidad de los mentalistas se llama “lectura fría”, este es el truco que han venido usando durante siglos para convencer a la gente de sus poderes psíquicos. La técnica ha evolucionado hasta convertirse en un refinado arte, y ciertamente los expertos pueden asombrarnos. Pero hasta la más sencilla técnica de lectura fría puede parecer convincente. Algunos “psíquicos” ingenuos incluso llegan a confundir el instinto, o la lectura fría involuntaria, con su “intuición psíquica” – es decir, consiguen convencerse a si mismos de que poseen poderes psíquicos, cuando en realidad solo están usando intuición básica y sentido común instintivo.

Las bases de la lectura fría requieren comenzar a base de declaraciones genéricas, que probablemente son ciertas para cualquiera: “Veo que te preocupa tu economía”. “Sientes como si en realidad nadie te entiendese”. “Últimamente has pensado mucho en tu familia”. Frases tan vagas y genéricas como estas pueden parecer bastante específicas cuando alguien las aplica sobre ti. A medida que asientes con la cabeza y expresas sorpresa, el lector hace otros comentarios, continuando con ellos solo cuando estas frases causan una buena reacción. El mentalista dice, “Tal vez tu hermana.. o una tía… definitivamente una mujer cercana a ti…” – y él, o ella, observa tus reacciones calibrando en que punto el rastro se pone “caliente”. Trabajando de este modo, en tan solo unos momentos el lector frío estará contándote tus secretos más íntimos. Priven a un lector frío de respuestas corporales, y sus poderes psíquicos sufrirán rápidamente un corto circuito.

Un lector frío también puede comenzar haciendo una declaración genérica, y después, una vez que el sujeto responde positiva o negativamente, continuar con frases más específicas, pretendiendo que eso es lo que tenía en mente todo el rato. Por ejemplo, pueden decirte que están “viendo” una letra “J”. Un participante servicial podría entonces completar obedientemente la palabra “Juan”. El lector la tomaría entonces diciendo “Si, Juan, veo una figura masculina llamada Juan que es importante en tu vida”.

"Juan es mi padre", acordaría libremente el sujeto.

"Si", continuaría el lector, "porque veo que es una persona mayor, y estaba contigo cuando eras un niño." Pero más tarde, el sujeto estará probablemente contándole a todo el mundo que el médium supo que su padre se llamaba “Juan”.

Otra estrategia de los videntes en la de hacer suposiciones de alta probabilidad. Es decir, los médiums verán muy a menudo las letras “J” y “M”, o de hecho adivinarán los nombres Juan o María, ya que estos son los nombres más comunes. Observe a los videntes televisivos cuidadosamente – nunca ven la letra “Q”. Son capaces de decirle a un anciano y opulento habitante de Nueva Inglaterra que ven palmeras un su futuro cercano. Los así llamados detectives psíquicos verán a menudo agua, o una puerta roja – elementos que parecen específicos pero son lo suficientemente comunes como para que probablemente podamos encontrarlos en algún lugar cercano a la ubicación final de la víctima. John Edward es muy aficionado a la adivinación “Veo el número ‘3’, puede ser un mes.. o un día… o parte del año”. Así continuará su cantinela hasta que se anote un tanto.

Pero el elemento más importante para que un lector frío alcance fortuna, no depende del psíquico sino de su público. La mayoría de las personas que visitan a un vidente quieren creerle; quieren que su médium triunfe – aún cuando algunos clientes se consideren escépticos en principio. Estos sujetos normalmente solo recordarán todos los golpes de suerte, olvidando los fallos e incluso las meteduras de pata monumentales, de modo que a la hora de contarles a los amigos la actuación del vidente, dirán que fue de lo más impresionante.

Piense en estas técnicas la próxima vez que vea a un vidente televisivo o que un amigo le cuente su increíble experiencia. Descorra la cortina de los lectores fríos; el brujo no es tan asombroso después de todo.