Foro de Iniciativa Atea

Por una vez, estoy totalmente de acuerdo con las declaraciones de la Conferencia Episcopal en las que se afirma que estamos en “una sociedad enferma”.
Pero no por la existencia del matrimonio homosexual, ni de la reproducción asistida, sino porque, a estas alturas, estamos todavía en una sociedad que pone la educación de los niños en manos de unos psicópatas que creen en seres imaginarios y que pretenden imponer sus delirios -y de lo que de ellos se deriva- al resto de la sociedad.

La Conferencia Episcopal redobla sus ataques tras el Orgullo Gay y a la espera de que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre la reforma legal

Los obispos alertan de que el matrimonio homosexual conduce a una “cultura de la muerte” y muestra a “una sociedad enferma”

Recién terminada la Semana del Orgullo y en vísperas de que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre el recurso del PP contra el matrimonio homosexual, los obispos españoles han reforzado sus ataques al colectivo gay. Según la Conferencia Episcopal Española (CEE), las actuales leyes sobre esta materia conducen a una “cultura de la muerte” que demuestra que la actual es una “sociedad enferma”.

El secretario general de la CEE, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, ha presentado hoy el documento La verdad del amor humano. Orientaciones sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar, donde se recogen la mayoría de barbaridades explicadas por el portavoz.

El momento adecuado
Lo llamativo es que el texto lo aprobaron los obispos hace tres meses, en abril, y su presentación coincide con la finalización del Orgullo Gay y cuando se espera un inminente pronunciamiento del Tribunal Constitucional sobre el recurso que presentó el Partido Popular contra la ley del matrimonio homosexual del Gobierno de Zapatero.

“Sociedad enferma”
Camino ha denunciado que la “ideología de género” ha supuesto la “deshumanización” del ser humano, la devaluación de matrimonio y la desprotección de la familia, imponiendo una “cultura de la muerte” a través de leyes que ponen de manifiesto que la actual es un “sociedad enferma”.

Ideología de género
Se trata, según el texto de los obispos, de una “cultura anclada en la llamada revolución sexual, influida por la ideología de género, presentada jurídicamente como ‘nuevos derechos’ y difundida a través de la educación en los centros escolares.

“Cultura de la muerte”
Así, los obispos llaman la atención sobre la presencia en la legislación española de presupuestos que devalúan el matrimonio, causan la desprotección de la familia y llevan a una cultura que califican de “cultura de la muerte”. Los obispos advierten contra la “ideología de género”, según la cual “cada uno puede optar en cada una de las situaciones de su vida por el género que desee, independientemente de su corporeidad”, una filosofía que “deriva hacia el permisivismo más radical y en última instancia hacia el nihilismo más absoluto”.

Presiones veladas
Por eso mismo no han ahorrado presiones a los representantes de las instituciones para que apliquen “la recta razón” y actúen “de acuerdo con su conciencia, más allá de cualquier disciplina de partido”. Y un velado aviso a los responsables del Constitucional: “Nadie puede refrendar con su voto leyes como las vigentes, que dañan tan gravemente las estructuras básicas de la sociedad. Los católicos, en particular, deben tener presente que, como servidores del bien común, han de ser también coherentes con su fe”.

Fuente: EL PLURAL.COM
http://www.elplural.com/2012/07/04/los- ... %E2%80%9D/" onclick="window.open(this.href);return false;

"Cultura de la muerte"...

Lo dicen los que dedican una semana entera a celebrar el proceso de defunción de su mesías y su figura representativa es un artilugio de tortura.

Santa Paciencia....

Pues nada, las mujeres casadas, a parir como conejos.

Echan de menos la edad media, esos si que eran buenos tiempos

¡Qué discurso más repugnante! Otra vez tengo que estar de acuerdo con sus excremencias: Una sociedad que le da miles de millones de euros a semejantes canallas ha de estar muy, pero que muy enferma.

Pero, en el fondo, a estos pederastas o encubridores de pederastas ¿Qué les importará que los homos se casen o no? O sea, si en este triste país se da la paradoja de que gran cantidad de mariquitas son católicos ¿a qué perseguirlos y humillarlos?

Yo no me lo explico.

Si ellos dicen que creen que al final el Boss apartará a los "buenos" (Pinochet, Franco, Escrivá, Marcial Maciel, etc.) de los "malos" (Diderot, Gandhi, Shé, Vitriólico, yo, etc.) y a los malos nos mandará a freirnos en las calderas de Pedro Botero por toda la eternidad ¡Alabada sea Su Bondad Infinita! ¿Por qué han de perpetrar la ordinariez de recurrir a los imperfectos tribunales del imperfecto siglo para salirse con la suya? ¿Acaso les parece leve el aleve castigo que su jefe nos tiene preparado a los pecadores insumisos? ¿Tampoco nos dejarán disfrutar de libertad (o su fantasma) durante el efímero momento que es esta vida, según dicen ellos?

Con estas cosas, doy en pensar que esta mancha de sinvergüenzas no se creen ni una palabra de lo que predican y que las glorias las prefieren en este mundo, que luego de muerto "la cebada al rabo".

Ah, por favor que alguien me explique que tiene que ver el cambio de sexo con el nihilismo... y de camino la relación del culo con las témporas.

Acabo de leer en un diario local a un "sesudo" columnista que afirmaba que la insuficiente reproducción de las españolas, que no cumplen, las pécoras, con la cuota de alumbramientos de futura mano de obra barata, acarreará la desaparición de una cosa que llama "la cultura española". No se si será cierto, pero en mi opinión, si lo es, poco, muy poco se pierde.

“Cultura de la muerte”
Así, los obispos llaman la atención sobre la presencia en la legislación española de presupuestos que devalúan el matrimonio, causan la desprotección de la familia y llevan a una cultura que califican de “cultura de la muerte”. Los obispos advierten contra la “ideología de género”, según la cual “cada uno puede optar en cada una de las situaciones de su vida por el género que desee, independientemente de su corporeidad”, una filosofía que “deriva hacia el permisivismo más radical y en última instancia hacia el nihilismo más absoluto”.

Discurso repugnante, sí. Y presiones a los jueces y a los políticos para que sancionen y legislen según sus delirios.

Normal, viniendo de quien viene. Pero el problema de fondo es que lo hacen con recursos que les facilitamos nosotros y que se perpetúan -o lo intentan- controlando la educación. No solo mediante la que ofrecen en sus colegios, sino con injerencias en la educación pública como su lucha -ganada- por la eliminación de "Educación para la ciudadanía y los derechos humanos". Es de suponer que también era germen de esa "cultura de la muerte" que combaten.

Una cultura que reconoce plenos derechos a personas por ellos condenadas a ser de segunda clase o directamente enfermos endemoniados, claramente implica la muerte de tanta superchería y represión. Por eso están tan cabreados.

De todas formas, exageran. La institución católica está gravemente enferma, pero tanto como agonizando... Hipocondríacos.