LA IGLESIA CATÓLICA EN ALEMANIA
Publicado: Vie Sep 28, 2012 8:25 pm
Reproduzco algunos interesantes artículos sobre el funcionamiento económico de la Iglesia Católica en Alemania, incluso uno desde el punto de vista católico, que espero sean de vuestro interés y os estimulen a comparar con lo local -para bien y para mal-.
El 'precio de la fe' en Alemania
No pagar el polémico impuesto eclesiástico supondrá dejar de pertenecer a la iglesia católica germana, que recaudó casi 5.000 millones en 2011 por este tributo.
Pertenecer a la Iglesia en Alemania no es tan fácil como pueda parecer, antes hay que pasar por caja bajo pena de quedar excomulgado si no se desea contribuir fiscalmente a las arcas eclesiásticas.
Y así lo determinó el Tribunal Federal Administrativo de Leipzig, que acaba de dar la razón a la Iglesia católica al determinar que quien se declare apóstata deja de ser miembro de la Iglesia.
El polémico impuesto eclesiástico en Alemania se remonta a la época de la República de Weimar en 1919 cuando se estableció una unión indisoluble entre la Iglesia como entidad pública y la Iglesia como comunidad religiosa.
Desde ese momento, todo aquel que resida en el país y que declare su pertenencia a una comunidad religiosa como la católica o protestante deberá pagar un 9% de su salario mensual a la Iglesia.
Actualmente, dos de cada tres contribuyentes en Alemania pagan este impuesto eclesiástico. Sin embargo, la crisis y los bajos salarios en determinados sectores, junto con los escándalos sobre abusos a menores, empujan año tras año a cerca de 100.000 personas a darse de baja de la Iglesia católica, un colectivo que cuenta con cerca de 24 millones de feligreses en el país.
La semana pasada un decreto de la conferencia episcopal alemana, aprobado por el Vaticano, estableció que quien no pague el impuesto religioso no podrá acceder a los sacramentos. De esta manera, si se sale de la parte fiscal, se sale de la parte espiritual.
Sin embargo, la conferencia episcopal indicó que no se les excomulgará inmediatamente, sino que se les invitará a hablar con su párroco correspondiente para que reconsideren su decisión.
"Quien salga de la Iglesia, sale de toda la Iglesia", declaró el secretario de la conferencia episcopal, Pater Hans Langendörfer, en la radio de Colonia. "Es absurdo pensar que se puede salir de la Iglesia como organización y permanecer, sin embargo, como católico", agregó.
Este decreto fue duramente criticado por el movimiento reformista "Nosotros somos la Iglesia". "¡Paga y reza! es una señal errónea en un momento inadecuado", declaró Christian Weisner, miembro de la organización.
En su opinión se debe al miedo de la conferencia episcopal y del Vaticano de ver mermar sus arcas. "En 2011 más de 126.000 personas salieron de la Iglesia en Alemania", señala Weisner.
Pero el miércoles el Tribunal Federal Administrativo de Leipzig se colocó de parte de la Iglesia. Asimismo estableció que el Estado está obligado a recaudar los impuestos eclesiásticos de todos los ciudadanos declarados miembros de la Iglesia.
La sentencia daba respuesta a la demanda del obispado de Friburgo contra el jurista experto en derecho canónico Hartmut Zapp, que en 2007 salió de la Iglesia "como corporación administrativa" para no pagar más impuestos, pero que quería permanecer siendo miembro de la comunidad religiosa. Zapp ya ha anunciado que acudirá al Vaticano si lo excomulgan.
La Iglesia católica recaudó el año pasado un total de 4.918 millones de euros en Alemania gracias al impuesto eclesiástico.
Fuente:
ALMUDENA DE CABO (DPA), BERLÍN
diariodesevilla.es
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Apóstatas dejan formalmente de ser miembros de Iglesia, según Tribunal alemánEl Tribunal Federal Administrativo alemán ha dado la razón a la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica alemana al dictaminar que los fieles que hagan apostasía y dejen de pagar el impuesto eclesiástico en este país no podrán participar en los sacramentos de la Iglesia.
El detonante del decreto, aprobado por el Vaticano, es el caso de un jurista experto en derecho canónico, Hartmut Zapp, quien tras apostatar en 2007 y quedar por tanto exento del pago del impuesto eclesiástico, reclamaba sin embargo su derecho a seguir siendo miembro de la Iglesia.
El tribunal determinó que el Estado está obligado a recaudar impuestos eclesiásticos de los ciudadanos cuando estos se declaran fieles de la Iglesia.
Al mismo tiempo sostiene que toda persona que se declare apóstata deja de ser, desde el punto de vista del Estado, un miembro de la Iglesia, sean cuales sean los motivos que le impulsaron a tomar voluntariamente esta decisión.
"No se puede dejar de pertenecer a la Iglesia como organización y continuar formando parte de la comunidad espiritual", declaró hoy el secretario de la Conferencia Episcopal alemana, Hans Langendörfer, a la televisión pública ARD.
Agregó que a través del impuesto eclesiástico, los católicos hacen una contribución adicional a la comunidad y citó como ejemplo los centros sociales que pueden funcionar gracias a esta vía de recaudación.
El decreto de los obispos alemanes, difundido en Bonn (oeste), aclara que dejar de pagar ese impuesto significa dejar de pertenecer a esa Iglesia, de acuerdo a lo que hasta ahora era ya la norma en esos casos.
Sin embargo, quien tome esa decisión no queda de inmediato excomulgado, sino que será invitado por carta por el párroco competente a una cita, en la que se le tratará de "convencer" de que "reconsidere" ese paso.
El Obispado de Friburgo (sur de Alemania) presentó demanda contra Zapp ante el Tribunal Federal Administrativo que hoy dio la razón a la Conferencia Episcopal, al tiempo que subrayó que es asunto de la Iglesia y no de Estados la manera en la que la comunidad religiosa se relaciona con los apóstatas.
El sistema fiscal alemán establece que queda exento del pago del impuesto religioso todo aquel que declare no pertenecer a ninguna iglesia o haberla abandonado, lo que implica hacer declaración de apostasía.
La posibilidad de quedar exento de esa tasa hace que muchos fieles abandonen formalmente la Iglesia, aunque siguen participando explícitamente de los sacramentos.
En Alemania hay cerca de 24 millones de católicos, aproximadamente el mismo número que de protestantes, el otro colectivo religioso mayoritario del país.
Cada año se producen unas 100.000 bajas, solo de la Iglesia católica, principalmente atribuidas al interés por quedar exentos del impuesto, aunque también como protesta por el inmovilismo de sus jerarquías en temas como el celibato o el sacerdocio de las mujeres.
Fuente: EFE
elcorreo.com
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Obispos alemanes e impuesto religiosoNo creo que sea cierto que dejar de pagar un impuesto signifique no recibir los sacramentos. Primero porque hay situaciones personales que no pueden pagar ningún impuesto, de hecho es la Iglesia la que abona el recibo de la luz y el agua de los fieles más necesitados, de manera que sería curioso recibir ayudas sociales de la Iglesia y excluir de la comunión a los parados sin subsidio o los endeudados hasta las cejas.
Pero es que además, los obispos pueden decir oficialmente que no pagar un impuesto supone un acto de rebeldía, pero nunca de apostasía. Eso no se sostiene jurídicamente y lo diga quien lo diga. Lo que sí pueden hacer es llamar a los feligreses que no pagan y pedirles y explicarles que deben colaborar con la iglesia.
Muy diferente el caso de la apostasía, es indudable que en este último supuesto no tiene sentido acudir a los sacramentos. Sería bastante estúpido por parte del receptor de los mismos. Por otra parte firmar una apostasía para no pagar un impuesto es la trampa del pícaro avaricioso, del creyente usurero, del feligrés cara dura. Todos debemos apoyar en la medida de nuestras posibilidades a la Iglesia. Pero es que además el principio de subsidiariedad forma parte del ADN del cristianismo. De manera que cada uno colabora en proporción a sus ingresos. No existe un límite para donar dinero a la Iglesia, pero sí puede establecerse un mínimo como sustento para los diversos cometidos que se realizan en la parroquia.
No pagar el impuesto religioso por causa de fuerza mayor, nunca debe suponer una exclusión de los sacramentos, quien manifieste lo contrario estaría cayendo en una simonía, y no creo que sea el caso de los obispos alemanes.
Por otra parte, entramos en el complejo mundo de las realidades cotidianas, las que superan con mucho un titular. Es imposible que cada párroco conozca la situación económica de sus feligreses y si están al día en dicho impuesto religioso. Más aún, es difícil en el universo del católico por libre, que asiste puntualmente a la iglesia, que se pueda saber si ha pagado dicho impuesto. Por tanto, la comunión no se la niega ningún sacerdote al fiel que acuda al altar. Otra cosa diferente, será las predisposiciones interiores de los fieles que pueden provocar un sacrilegio si concurren al altar sin las debidas condiciones.
En el caso de quienes han firmado una apostasía para estar libres del impuesto religioso, parece vergonzoso que además quieran recibir todas las ventajas de los sacramentos, sin ninguna colaboración de su parte en los gastos de la Iglesia. A nadie le cabe en la cabeza que se puedan sostener los gastos económicos de mantenimiento de una parroquia, si no existen ingresos. De manea que es lógico que los obispos les abronquen y les indiquen que no son aptos para recibir los sacramentos.
Podemos por tanto resumir con claridad: Los obispos alemanes recuerdan a los fieles sus obligaciones. Primeo colaborar en el mantenimiento de la Iglesia pagando el impuesto adecuado, de la misma manera que pagan los impuestos al Estado para poder recibir las prestaciones sociales. Es un deber y una obligación que se recoge en el catecismo y que se debe aclarar a los fieles que no tengan criterio formado sobre esta materia.
Los obispos alemanes habían recibido la insólita petición de un apostata que quiere eludir dicho impuesto pero exigía recibir los sacramentos. Ciertamente los sacramentos no se pagan con nada, son una gracia que la Iglesia otorga gratuitamente a los fieles. Sin embargo, si usted hace profesión de apostasía, es un contrasentido que acuda a los mismos.
Y eso es todo. Así concluye la historia aunque podamos encontrar a los detractores de siempre, acusando a la Iglesia de cobrar por evangelizar. Sin caer en la cuenta de que el obrero merece su salario y sustraer la paga del mismo es un robo que peca contra el séptimo mandamiento. Lo demás, como se suele decir, pelillos a la mar.
Fuente: http://blogs.periodistadigital.com/dial ... -religioso" onclick="window.open(this.href);return false;