Nuevo libro sobre ateísmo
Publicado: Jue Jun 02, 2011 6:41 pm
Pongo en conocimiento de quien esté interesado, la aparición de un interesante libro sobre ateísmo escrito por Juan Miguel Piquer, profesor de sociología y filosofía de la Universidad Balear,(y a quien conozco personalmente) titulado: "Sublime idiotez" (Sobre la religión)". Editorial: "La lucerna. Acentos"(Palma de Mallorca)
Contraportada:
"Las actitudes de credulidad, sumisión, obsecuencia y medrosidad
ante los extraños seres y las disparatadas fábulas que constituyen el
núcleo de cualquier concepción religiosa, resultan nauseabundas
para cualquier complexión psíquica normal. No digamos ya la
propensión a participar en rituales y celebraciones en los que se
escenifican y refuerzan tales creencias. La sensación que se deriva de
la contemplación de tales fenómenos es que los adeptos y seguidores
de un credo religioso padecen algún tipo de afección morbosa de la
que, afortunadamente, es perfectamente posible sanar. Al menos
cuando el mal no ha causado estragos irreversibles dando lugar a
aquella condición en la que se desea seguir estando enfermo para
siempre y cada vez más. Naturalmente lo primero que se le ocurre a
un observador es que las personas religiosas extraen algún tipo de
beneficio o recompensa de sus creencias y prácticas religiosas, pero
¿cuál? Consuelo, sentido, confianza, esperanza, alegría, seguridad,
complacencia,... seguramente todos estos sentimientos se conjugan
en el corazón de los creyentes. Pero la persecución de los mismos
sólo tiene razón de ser si se huye de sus opuestos: miedo, angustia,
apocamiento, decepción, dolor, conciencia acongojada de la ausencia
de sentido de la existencia,.. .debilidad en suma. Y ésta es la clave del
misterio, el sentirse a sí mismo como algo inconsistente e inerme sin
ayuda de los instrumentos de la religión. Al fin y al cabo los seres
humanos tenemos la propiedad de sentir como irrefutablemente
reales las acogedoras ficciones de nuestro cerebro. Si no podemos
vivir de realidades nos entregaremos a los fantasmas de nuestra
imaginación generados por nuestros deseos insatisfechos, y
perseveraremos en ello hasta el final. Y además, encontraremos
remedio a la soledad y un rastro de amor al sentimos acogidos e
integrados en el seno de la comunidad religiosa."
Contraportada:
"Las actitudes de credulidad, sumisión, obsecuencia y medrosidad
ante los extraños seres y las disparatadas fábulas que constituyen el
núcleo de cualquier concepción religiosa, resultan nauseabundas
para cualquier complexión psíquica normal. No digamos ya la
propensión a participar en rituales y celebraciones en los que se
escenifican y refuerzan tales creencias. La sensación que se deriva de
la contemplación de tales fenómenos es que los adeptos y seguidores
de un credo religioso padecen algún tipo de afección morbosa de la
que, afortunadamente, es perfectamente posible sanar. Al menos
cuando el mal no ha causado estragos irreversibles dando lugar a
aquella condición en la que se desea seguir estando enfermo para
siempre y cada vez más. Naturalmente lo primero que se le ocurre a
un observador es que las personas religiosas extraen algún tipo de
beneficio o recompensa de sus creencias y prácticas religiosas, pero
¿cuál? Consuelo, sentido, confianza, esperanza, alegría, seguridad,
complacencia,... seguramente todos estos sentimientos se conjugan
en el corazón de los creyentes. Pero la persecución de los mismos
sólo tiene razón de ser si se huye de sus opuestos: miedo, angustia,
apocamiento, decepción, dolor, conciencia acongojada de la ausencia
de sentido de la existencia,.. .debilidad en suma. Y ésta es la clave del
misterio, el sentirse a sí mismo como algo inconsistente e inerme sin
ayuda de los instrumentos de la religión. Al fin y al cabo los seres
humanos tenemos la propiedad de sentir como irrefutablemente
reales las acogedoras ficciones de nuestro cerebro. Si no podemos
vivir de realidades nos entregaremos a los fantasmas de nuestra
imaginación generados por nuestros deseos insatisfechos, y
perseveraremos en ello hasta el final. Y además, encontraremos
remedio a la soledad y un rastro de amor al sentimos acogidos e
integrados en el seno de la comunidad religiosa."