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Con 97 años ya se podía esperar, pero es que hace tan solo un mes estaba estupendamente a pesar de los últimos sustos, el hombre...
La lucidez, la memoria viva de los últimos cien años de la historia de España, se apagó para siempre.
Palabras mayúsculas para un hombre mayúsculo, Santiago Carrillo. El hombre que durante toda su vida fue un icono de la izquierda, el histórico líder del Partido Comunista de España (PCE), el dirigente que desde la clandestinidad abanderó la lucha contra el franquismo, el político imprescindible de la Transición, murió esta tarde en Madrid. A los 97 años. Sobre las 17.30 horas. Y con los suyos, con su familia, en su casa de la capital madrileña.
Nunca perdió su extraordinaria lucidez, ni tampoco dejó nunca de hacer política, de participar en tertulias, entrevistas, homenajes, pero su salud sí se fue desgastando. Especialmente en los últimos meses, cuando sufrió un ictus y cuando fue intervenido de apendicitis. Hasta que su pulso se agotó.
Le envidio la vejez que tuvo fumando como un carretero, pero nada más. Las concesiones que hizo en la Transición han devenido en el estado de cosas que todos conocemos. Habría que haber estado ahí, pero gran parte de sus camaradas nunca se lo perdonaron. Yo, tampoco.
Si pretendes razonar sobre religión con un creyente piensa que, si pudiera razonar sobre ello, ... ¡no sería creyente!
"La primera vez que alguien te engaña, es culpa suya. La segunda, tuya.".(Proverbio árabe).
Es muy difícil, por lo menos para un cuarentón avanzado ponerme en situación, esa distancia e ignorancia me da la capacidad de perdonar vistas otras facetas. Aunque no tuviera mas merito que otros miembros del PCE.
Supongo que es mas lo que se oculto que lo que se supo, y en mi opinión la transición se debió completar una vez consolidada, evitando riesgos. Esa es la gran carencia que padecemos.
Nunca sabremos qué hubiera ocurrido en la transición si la izquierda no hubiera contemporizado tanto en la transición.
Probablemente la amenaza de fracaso y vuelta a una dictadura era bien real y la prueba está, no ya en el golpe de estado que se llevó a efecto en el 81, sino en intentos anteriores como la operación Galaxia, precisamente a raíz de la legalización del PCE, o en los atentados de Atocha del 77. La derecha entonces estaba, por un lado, acojonada y, por otro, decidida a no ceder ni un ápice de su poder. Además, controlaban -igual que hoy- prácticamente toda la economía nacional, lo que, precisamente, hundió a Suárez, que no era precisamente de izquierdas.
No es por echar balones fuera, pero, en mi opinión, eso que llamamos "comunidad internacional" se portó de puta pena con España, tanto después de consumado el golpe de estado de Franco como durante la transición. Una "comunidad internacional" que no duda(mos) en intervenir armando grupos, ayudando a disidentes, financiando partidos -como lo hizo el partido democristiano alemán con el PSOE- o participando directamente en atentados terroristas, pero cuya diplomacia y política exterior nunca ha sabido manifestarse con firmeza y de forma inequívoca.
Digamos que, en la transición, se tapó la olla a presión y los políticos al mando desde entonces han mantenido la tapa bien apretada hasta la tímida Ley de la Memoria Histórica de 2007, que más que liberar vapor, ha aumentado la temperatura. Igual que la iglesia, la derecha española considera un ataque todo aquello que no es sino una defensa contra sus abusos.
Si a esto le añadimos la histórica desunión de la izquierda, tenemos el panorama completo. Es posible que si Carrillo se hubiera mantenido firme, el cabreo cavernario se habría avivado tanto que se habría materializado con éxito un golpe de estado. Claramente no era él el único en temer tal cosa. Si lo hizo por responsabilidad o afán de protagonizar algo en la política española, nunca lo sabremos. En mi opinión, lo hizo por lo primero, con muchísima más justificación que el PSOE, que, también en mi opinión evidentemente, tenía más afán de liderazgo y protagonismo que de hacer auténtica política. Al menos eso es lo que ha demostrado, de una forma u otra, en sus años de liderazgo.
Vitriólico escribió:Le envidio la vejez que tuvo fumando como un carretero, pero nada más. Las concesiones que hizo en la Transición han devenido en el estado de cosas que todos conocemos. Habría que haber estado ahí, pero gran parte de sus camaradas nunca se lo perdonaron. Yo, tampoco.
Tienes razón en que Carrillo hizo demasiadas concesiones. Y yo tampoco perdono aquello por las consecuencias que ha tenido. Pero no está de más repartir responsabilidades entre todos los comunistas españoles para quienes el suicidio político parece una opción más fácil que hacer un frente unido. Por no saber ceder dentro, la fuerza de la izquierda en el panorama político nacional queda limitada a la mínima expresión. Esto, por no hablar de los nacionalismos de izquierdas, que un día de estos me propondré empezar a entender si me sacudo la pereza de encima.
Carrillo, el asesino de Paracuellos según Federico Jimenez Losantos (dice que mató a más de 5000 personas, la mitad menores de edad) y claro, apoyado por los tertulianos y presentadores de varios programas de "opinión" de Intereconomía (que no hace falta nombrar).
Es muy gracioso ver como hacen el ridículo con estas afirmaciones y lo bajo que caen al hacer estas declaraciones justo a su muerte.
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"Argumentar con una persona que ha
renunciado a la lógica, es como dar
medicina a un hombre muerto".
— Thomas Paine
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Vitriólico escribió:... Las concesiones que hizo en la Transición han devenido en el estado de cosas que todos conocemos. Habría que haber estado ahí, pero gran parte de sus camaradas nunca se lo perdonaron. Yo, tampoco.
Ejemplo (el resaltado es mío):
En la muerte de Rodrigo Moreno, un comunista contra Carrillo
Fue fundador y ex-responsable político del Partido Comunista del Pueblo de Catalunya. Con los militantes expulsados de la dirección del PCE, colaboró en la fundación del Partido Comunista de los Pueblos de España.
[center[ Rodrigo Moreno Planisolis. PCPC[/center]
Rodrigo Moreno Planisolis, fundador y ex-responsable político del Partido Comunista del Pueblo de Cataluña (PCPC), falleció el pasado martes en Lleida. Natural de la localidad oscense de Fonz (1921), sólo pudo estudiar hasta los doce años en la escuela primaria de Monzón. Incorporado a las Juventudes Socialistas Unificadas, fue uno de aquellos adolescentes que combatieron en la Guerra de España en defensa de la República, concretamente en la 27 división Karl Marx. Durante el exilio en Francia, hubo de vivir la miseria y desolación de los campos de concentración en san Lorenzo de Cerdans y Septfonds.
Participó en la lucha clandestina contra los nazis y posteriormente en la lucha antifranquista, por la que fue encarcelado, vivió seis años en la clandestinidad y fue deportado. En 1966, después de duros años de trabajo en explotaciones forestales y canteras, se estableció en Alcarràs (Lérida) con su familia y se dedicó a la albañilería, no cejando en su lucha clandestina contra la dictadura. En 1979 fue elegido concejal del ayuntamiento de esa localidad por el PSUC, cargo que abandonó en 1981 por no estar de acuerdo con la política reformista de la dirección, que consistía en la defensa de los Pactos de la Moncloa. Con los militantes comunistas disidentes que habían sido expulsados de la dirección del Partido Comunista de España (PCE), que entonces encabezaba el recientemente fallecido Santiago Carrillo, colabora en la fundación del Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE).
Fue muy activa la trayectoria de Rodrigo Moreno en múltiples luchas sociales a lo largo de los últimos treinta años. Entre ellas cabe destacar su participación en la campaña contra el ingreso de España en la OTAN (1984-1985). También prestó su colaboración en las reivindicaciones de los colonos de Montagut (1988-1991), por la cual hubo de ir a los tribunales junto a otros miembros de Unió de Pagesos. En 1991, al lado del cristiano Eulogio Vallina, impulsó un movimiento unitario de rechazo contra la primera Guerra del Golfo, que trajo consigo dos manifestaciones multitudinarias por las calles de Lleida. Participó en 1990 en la Brigada Solidaria Internacional José Martí con objeto de ayudar al pueblo cubano frente al bloqueo económico impuesto por Estados Unidos contra aquel país. En 1993 fundó con otros compañeros el Casal Amigos de Cuba de Lleida, del que ha formado parte de su Junta Directiva hasta el final.
En 2002 dio a conocer la primera parte de sus Memorias de un comunista, en las que da cuenta de su biografía hasta 1966, fecha de su regreso a España. En este libro analiza y defiende su postura ideológica, opuesta a la de Santiago Carrillo por su política eurocomunista, basada en el abandono de los principios del marxismo-leninismo y en la defensa de la reconciliación nacional, que para el fallecido militante comportaba un pacto con el franquismo.
Rodrigo Moreno Planisolis mantuvo su entusiasta actividad hasta los últimos meses de su vida. Hace dos años participó en el encuentro "Enlazando culturas", que contó con la presencia del presidente de Bolivia, Evo Morales. En diciembre de 2010 asistió como delegado al IX Congreso del PCPE, cuyo acto de presentación en la Universidad de Lleida corrió a su cargo, en compañía de la hija de Che Guevara, Aledia Guevara. El año pasado leyó una ponencia en la biblioteca pública de Lleida sobre el golpe de Estado del 23-F, cuestionando el papel del rey Juan Carlos I como salvador de la democracia. Ya gravemente enfermo, el pasado 14 de abril, asistió al homenaje que se le ofreció en Casal Amigos de Cuba en Lleida donde se hizo un balance de su generosa y larga trayectoria en defensa de las ideas que profesó siempre, desde aquella temprana adolescencia combativa en lucha contra el fascismo 76 años atrás.
