bukowski escribió:
El reparto de las riquezas por parte de los países occidentales me parece una utopía. Además las necesidades creadas por el capitalismo están ya arraigadas de tal manera en el primer mundo que una verdadera reforma me parece impensable.
Un ejemplo típico es la ropa. ¿De verdad es necesario comprarse un traje o un vestido que solo te vas a poner en una ocasión? Y si por ejemplo tienes dos eventos en un corto periodo de tiempo necesitas dos vestidos porque no puedes repetirte. Parece una gilipollez, pero esto lo hacen el 99% de las personas del primer mundo. Toda la parafernalia de la ropa es un despilfarro que no sería aceptable en un sistema verdaderamente sostenible, al igual que un coche donde solo monta una persona, al igual que 2 teles por casa etc.
Veo mas plausible una reducción de la población que un cambio de mentalidad. Se acabará el petroleo y los países que renazcan querrán llevar la vida de los occidentales, y los occidentales querrán seguir con ese nivel de consumo. Y aunque la gente estuviera por la labor, a ver quien le intenta quitar el poder a los ricos.
Primero quisiera aclararte que no hablo de “repartir nada”, en cuanto a tal, sino de una riqueza que es planetaria, lo cual significa que pertenece a la humanidad y no al 22% de ella.
El "reparto" de las riquezas es un concepto colonial, concepto que como comprenderás, no forma parte de mi vocabulario, mi aserto era y es,
“Es curioso que la mayoría de los “preocupados” ninguno propone el reparto de la riqueza, aunque se sepa que los occidentales (tampoco todos) consumimos y despilfarramos el 75% de los recursos producidos en el planeta, aunque seamos sólo el 22% de la población mundial”. Está claro que el reparto lo circunscribo a los
“preocupados” (bien pensantes), pero a continuación digo claramente,
“producidos en el planeta”, o sea, de todos, sin propiedad privada. Esto es similar a echar en cara a los “preocupados” que ni siquiera hablan de la “caridad” cristiana, concepto también colonial. Nosotros tenemos más (se obvian las razones, simplemente es un hecho) y lo que se impone es la caridad. Concepto que necesariamente va unido al de injusticia, ya que si hubiera igualdad-libertad y justicia, la caridad sería innecesaria. La caridad es el mantenimiento perpetuo de la desigualdad, de la opresión y del robo sistemático de los recursos, este es su verdadero “modus vivendi”.
Por otro lado, te apunto que, lo utópico es pretender que este estado de desequilibrio se puede mantener indefinidamente. No sólo es utópico, sino ilusorio, mezquino e insostenible.
Considerar que el “reparto” de las riquezas naturales es una utopía, es lo mismo que asegurar que la igualdad-libertad y la justicia es una ilusión imposible. Con lo cual, se está aseverando que las cosas son como son y el cambio es un imposible. Por tanto, ya no hay nada que hacer, el fatalismo está servido y la humanidad tiende a su propia destrucción.
¡Viva el pragmatismo!… tres hurras por la eficacia y un homenaje póstumo para los que nos dejemos por el camino. El Sistema actual se torna infinito y los predicadores se dedicarán a dar limosnas Ad eternum.
Los ejemplos que has colocado sólo me constatan que, son un hecho, lo que se trata es de cambiar esos hábitos, fruto de la sociedad de consumo que el Sistema necesita y alimenta para seguir generando negocio. Por eso he preguntado, ¿cómo se puede luchar contra la sociedad consumista, sin minar las bases del propio Sistema que la sustenta?, yo concretamente no lo entiendo. Sé que es costumbre hablar de los efectos obviando las causas, a este estilo de discurso se le denomina reformista. ¡Ya sabes!, los mercados tienen la culpa, el FMI tiene la culpa, etc. pero las causas se soslayan; los mercados son la "mano invisible", como gustaba decir a Adam Smith.
Claro, tú pretendes decirles al resto de la humanidad que se la envainen, porque si no los guapos occidentales perderemos nuestros privilegios. Por lo menos eres coherente, al menos no escondes tus intenciones. Esperemos que la situación de predominio entre las naciones no cambie y tengas tú que probar de tu propia medicina. La coherencia obliga, ¿o no?
No te has parado a pensar el porqué los occidentales tenemos menos hijos en contraposición con los países del “tercer mundo” (maldito concepto). No será que, la solución está precisamente en el “reparto”, ya que si los africanos tuvieran una calidad de vida semejante a la nuestra sus índices de población relativa se asemejarían a los nuestros. No piensas que la clave a la solución de la pobreza, no es caparles y/o esterilizarles por una recompensa de 100$. De lo que se trata es de eliminar la pobreza y esto sí sería una acción que pararía la tasa de crecimiento. Claro que, esto también atenta contra las propias bases del Sistema actual.
Todas y cada una de las estadísticas que se han aportado en este hilo, obvian este dato, aunque es impepinable que es un hecho constatado. Europa y en general todos los países del “Primer Mundo” (ya veremos hasta cuándo), su tasa de crecimiento poblacional es negativa. Solución, que trabajen los desgraciados de siempre para los listos de “siempre”, eso sí, que ni se muevan de donde están. Todo un chiste.
El petróleo, de momento no se acaba, esto es otra falacia para subir los precios. Parece mentira que el escepticismo militante que profesáis, se torna de una ingenuidad alarmante cuando se trata de tragarse las cifras que interesadamente dan las multinacionales que controlan la energía. Si algún día ocurriera lo que afirmas, no es preocupante, salvo que te pillen con un coche acabado de comprar y te jodan su disfrute, pero a pesar de todo la Tierra seguirá dando vueltas.
Hay tecnología de sobra para suplir estas contingencias, lo que ocurre es que la tienen guardadita para la ocasión.
En fin, ya he planteado alguna idea acerca de la sobrepoblación y pobreza (son inherentes al Sistema), porque no deseo debatir acerca de las falaces estadísticas, ni si los recursos naturales se agotan o no. Me importan si contaminan, si destruyen más de lo que construyen o sí su control genera violencia por apropiación indebida. En una palabra, me preocupa todo lo que a ti parece no preocupar. Nada extraño, porque es evidente que no compartimos, ni siquiera nos aproximamos ideológicamente, aunque tanto tú como yo o, nuestros hijos, padecerán las consecuencias de este modelo económico depredador que sólo mira por sus propios beneficios.
Saludos.