En términos de violencia, una revolución y una guerra pueden ser lo mismo (excepto porque una revolución puede ser incruenta y una guerra no).JohnyFK escribió:Perdon, he estado de puente
Vale, la francesa admito que si fue práctica, eficaz y necesaria, aunque inevitablemente se perdieran vidas en ella. La revolución rusa... en sí fue buena, pero creo recordar que el régimen soviético terminó fracasando a la larga. De todas maneras las de aquella época se hacían porque no había otro remedio. Ahora mismo el sistema democrático admite cambios, y no sería necesario ese tipo de revolución violenta a mi modo de ver. Además muestra sociedad aburguesada rechaza los cambios bruscos, y mucho más los violentos. Son tiempos diferentes y hay que usar métodos diferentes, revoluciones diferentes.Vitriólico escribió: Por ejemplo ... ¿la francesa?. ¿O la rusa?.
¿No fueron "prácticas" ni "eficaces" a la larga?.
Y, en mi opinión ambas tienen el mismo objetivo: la conquista de bienes o de poder. Quienes habitualmente han iniciado guerras (Reyes, dictadores, el mismísimo papa de Roma) nunca se han echado atrás por el coste en vidas humanas.
En las revoluciones suele ser la población quien las provoca a fin de conquistar el reconocimiento de libertades y derechos. A mayor opresión, mayor odio y desesperación y mayor violencia.
A mí tampoco me gusta la violencia. Pero en el momento actual vería con mejores ojos una revolución global que costase algún sacrificio que otro en las cúpulas de los poderes fácticos, que las semieternas guerras que se prolongan desde hace décadas en, por ejemplo, África, y que solo esconden intereses de dictadorzuelos al servicio de grandes corporaciones occidentales que luego nos meten por las narices los productos que fabrican con los materiales allí robados. Solo su publicidad me dan ganas de vomitar.
Una revolución de lo más eficaz, y creo que ya se ha dicho aquí, sería la de dejar de consumir en exceso, dejar de acudir a la compra durante una semana, repostar sólo en dos o tres enseñas de petróleo dejando a las otras mordiéndose las uñas y pergeñando suculentos descuentos para cambiar la situación (y ya solo repostaríamos donde hicieran suculentos descuentos), etc. etc. No habría derramamiento de sangre, aunque probablemente habría más de un infarto.
Pero esto es una utopía porque la mayoría de la gente no escucha, estamos siendo cocidos a fuego lento y para cuando nos demos cuenta será demasiado tarde.
No sigo porque está lejos de mi ánimo el hacer apología alguna de la violencia.