Lbras escribió:En primer lugar, disculpas por "resucitar" este post de hace ya algunos días pero he estado ausente y no he tenido la oportunidad de comentar. En primer lugar, vaya por delante que estoy de acuerdo contigo con lo de que la tauromaquia es incompatible con el tipo de sociedad que defiendes (que supongo por otros posts que compartimos). También aprecio esa mirada crítica sobre algo que aprecias; no es fácil llegar a la conclusión de que algo apreciado es un obstáculo y debe desaparecer.
No hay nada que disculpar. Cada uno escribe cuando puede o quiere. Y respecto de la apreciación crítica de lo apreciado, aprecio que lo aprecies
, pero suelo criticar en contra de mis propios intereses o inclinaciones. Es que si no, la cosa queda en una reafirmación permanente que impide pensar -y divertirse-.
Lbras escribió:Sin embargo, hay algo en el fondo del post que no me termina de convencer. Y es que me recuerda demasiado al argumento que emplean muchos apologistas religiosos que, aunque ellos mismos sean ateos, siguen apreciando las religiones fundamentalmente por su aspecto tradicional, por su complejidad histórica, por su riqueza cultural, lingüística, poética, etc. Sostienen que no todos los creyentes son analfabetos fanáticos y retrógrados, sino que también hay creyentes sofisticados, cuyas creencia no corresponden realmente con las caricaturas que los ateos "militantes" hacen de ellos. En definitiva, es el argumento de que el asunto es "complejo" y por tanto las críticas de los oponentes son demasiado simplistas. El problema con esta línea de pensamiento es que, aunque tengan razón en que existen creyentes más "sofisticados", sigue fallando la cuestión de fondo: que ponen su fe en algo para lo cual no tienen evidencia alguna. ....
Eso es precisamente lo que pienso: las religiones tiene subproductos muy estimables y no todo es horrible. Por ejemplo, las catedrales románicas y góticas o el gregoriano. Y muchas más cosas, no necesariamente artísticas. ¿Que sin religión se hubieran producido cosas de igual nivel?. Puede ser, pero no deja de ser una conjetura sin comprobación posible. Lo cierto es que la catedral de Ülm es una barbaridad.
Ahora bien, respecto de la "sofisticación del creyente", en un reciente hilo (
viewtopic.php?f=61&t=2772&p=40756&hilit ... dor#p40756 ) manifesté que para mí, la inteligencia funciona en varios planos independientes entre sí o, si quieres, que hay varios tipos de inteligencia. Ponía el ejemplo visual de un ecualizador gráfico que representa los sonidos que componen una melodía en las distintas frecuencias audibles que operan simultaneamente. Si la inteligencia se comporta de manera similar, se podría decir que hay gente que que tiene todos esos registros compensados -por arriba (inteligentes) o por abajo (idiotas)-. Y hay gente que las tiene descompensadas. Ponía el ejemplo del "
savant idiot" como paradigma de la descompensación, aunque el del científico creyente tampoco es mal ejemplo.
Esa metáfora ilustra mi convicción de que por supuesto existen creyentes cultísimos e inteligentísimos cuyos "diagramas" están evidentemente descompensados pues no son capaces de trasladar el nivel de conocimiento y razonamiento que tienen en otros ámbitos al de la religión. ¿Hay que considerar por ello que no son inteligentes o cultos, hablando de una manera general?. Yo creo que no. Aunque esta opinión pueda no considerarse "políticamente correcta" en un foro ateo, lo siento, pero NO.
Cosa distinta es que piense que la creencia en seres sobrenaturales es infundada y ridícula. Y perteneciente a otras sociedades y épocas -como la tauromaquia-. Y que sea una fuente de males. Y un freno al deseable progreso. Y una suerte de enfermedad mental inoculada por la educación. Y un maltrato a menores.Y muchas cosas más. O que la "melodía" del que cree y simultáneamente tiene otras capacidades estimables está fuertemente tarada por esta creencia irracional. Pero no confundamos, porque son opiniones perfectamente compatibles. No es un problema en absoluto, como dices.
Lbras escribió:Llevado este argumento al tema de la tauromaquia (salvando las distancias), la defensa de que la tauromaquia es un arte "complejo", con una amplia tradición, y altamente sofisticado, no quita la cuestión de base: que se trata de un acto de violencia extrema contra un animal sin que exista ninguna justificación racional para ello. Sofisticación o no, queda el hecho de que una corrida es torturar a un animal para entretenimiento de un público. En esto estamos (creo) de acuerdo, y por eso no es compatible la tauromaquia con una sociedad moderna. ....
Sí, estamos de acuerdo en general, pero con un matiz importante: el fin de la tauromaquia no es el sufrimiento del animal. Éste es una consecuencia de la lidia que, normalmente, es obviado por el aficionado. Por ello, "una corrida no es torturar a un animal para entretenimiento del público", como afirmas, de igual manera que degustar un "foie caliente a la reducción de Pedro Ximénez" en un restaurante no es
torturar a una oca salvajemente para deleite de los comensales. No sé si queda explicada suficientemente la objeción.
Lbras escribió:Aunque una puntualización respecto al tema de los "derechos naturales". Uno de los preceptos básicos de la sociedad moderna es precisamente la existencia de derechos naturales e inalienables. Una persona tiene derecho a la libertad, o a la vida, no porque otras personas le concedan ese derecho, sino en tanto en cuanto es un ser humano. La idea de que una persona tiene derecho a la vida porque otros se lo dan es ir en contra del desarrollo político de los últimos 300 años y volver a la situación premoderna en la cual una persona sólo tiene los derechos que le da un gobernante (hablo de derechos como se entiende en la filosofía política, no de leyes que pueda imponer un soberano; tampoco hablo de epistemología y de si existe tal cosa como un "derecho" en un universo determinista o movidas por el estilo).
En ese sentido, no me parece (del todo) descabellado hablar de ciertos "derechos" naturales de los animales. Por supuesto, estos derechos deberían estar en función de sus capacidades cognitivas (capacidades de sufrimiento por ejemplo), y nunca serían completamente equiparables a las humanas....
En esto sí que no estoy de acuerdo en absoluto:
los derechos naturales ni existen, ni pueden existir. Los derechos SÓLO PUEDEN SER POSITIVOS en tanto que son un producto humano. Si no fuera así, ¿quién los otorgaría?. ¿Dios?. Es una cuestión de principio.
Y el hecho de que esté -casi- unánimemente aceptado el derecho a la vida EN LA ACTUALIDAD y que no podamos concebir una sociedad mínimamente civilizada que no lo contemple, no quiere decir que este derecho sea natural. (En otras épocas no tan lejanas no lo estuvo, por cierto). Por ello, hablar de derechos naturales de los animales es un absurdo lógico.
Un placer debatir contigo y un saludo para ti también.