Foro de Iniciativa Atea

Ocasionalmente, cuando pierdo una partida de ajedrez, repaso los movimientos jugados, veo los errores y pienso que pude haber ganado si hubiera movido de otra forma distinta a como lo hice. La letal regla del ajedrez: una vez movida la pieza, no cabe rectificar, es determinista.
Miro atrás en mi vida: hay algunas cosas buenas, otras malas y otras que no entiendo. Es mi pasado, el mío, y nada ya puedo cambiar, ni siquiera aquello que ahora ya no me parece tan bueno. Ahora escribo estas letras; puedo corregir, revisar el estilo, elegir una fuente, tamaño, color, etc., porque yo decido lo que voy a hacer. Cuando este mensaje sea leído por alguien, ya no podré modificar ni decidir nada sobre este mi inmediato pasado. Podría armar mis razonamientos con palabras de otros, pero no suelo citar fuentes de terceros, prefiero evitar la contaminación intelectual de los demás; admiro a muchos personajes, pero me convence ser yo mismo y no otro. Sigo. Sé que el determinismo tiene varios apellidos (genético, cosmológico, estructural, psíquico, etc, más todos los que en adelante se quieran poner). Sinceramente, la teología jamás me importunó ni ha sido causa de duda en mí. No obstante, la intocabilidad del pasado me inquieta porque siento una ausencia de reprochabilidad moral al saber que cumpli con el guión que la vida me atribuyó. En mi consecuencia, cuando miro el pasado no busco ni excusas, ni justificaciones, ni me arrepiento de nada. Lo que fue mi vida es lo que fue y no puedo restar ni un microsegundo de lo vivido. Así lo tengo asumido (si esto parece estoicismo, pido disculpas, es inintencionado: no he sabido explicarme mejor). Si el arrepentimiento nos permitiera viajar mentalmente al pasado y quitar lo que no nos gustase, la primera agencia hacia el pasado de viajeros arrepentidos que se registrase en el mundo ganaría muchos euros; aunque esto es una falacia pués la mayoría retrocedería en el tiempo para rectificar las cosas a su manera; caeríamos en un bucle de pasado/presente/futuro sin solución.
La ausencia de arrepentimiento no es un pasaporte para que yo haga daño a los demás; vivo conforme a mis principios, y éstos no justifican el dolo.
En esta idea, si no pude evitar lo que hice, tampoco debo arrepentirme; además dentro de poco estaré muerto y seré parte de la entropía.
Termino. Los personajes históricos (citad los más crueles...) ya no están aquí, su arrepentimiento es irrelevante para el presente; nuestra historia es lo que es gracias al comportamiento de todos los que nos precedieron. ¿Puede alguien arrepentirse de los errores futuros?; ¿y si fuera posible?, ¿cambiaría eso el futuro?. Tal vez, el determinismo molesta porque desvirtúa el arrepentimiento.

salvador escribió:Ocasionalmente, cuando pierdo una partida de ajedrez, repaso los movimientos jugados, veo los errores y pienso que pude haber ganado si hubiera movido de otra forma distinta a como lo hice. La letal regla del ajedrez: una vez movida la pieza, no cabe rectificar, es determinista.
Miro atrás en mi vida: hay algunas cosas buenas, otras malas y otras que no entiendo. Es mi pasado, el mío, y nada ya puedo cambiar, ni siquiera aquello que ahora ya no me parece tan bueno. Ahora escribo estas letras; puedo corregir, revisar el estilo, elegir una fuente, tamaño, color, etc., porque yo decido lo que voy a hacer. Cuando este mensaje sea leído por alguien, ya no podré modificar ni decidir nada sobre este mi inmediato pasado. Podría armar mis razonamientos con palabras de otros, pero no suelo citar fuentes de terceros, prefiero evitar la contaminación intelectual de los demás; admiro a muchos personajes, pero me convence ser yo mismo y no otro. Sigo. Sé que el determinismo tiene varios apellidos (genético, cosmológico, estructural, psíquico, etc, más todos los que en adelante se quieran poner). Sinceramente, la teología jamás me importunó ni ha sido causa de duda en mí. No obstante, la intocabilidad del pasado me inquieta porque siento una ausencia de reprochabilidad moral al saber que cumpli con el guión que la vida me atribuyó. En mi consecuencia, cuando miro el pasado no busco ni excusas, ni justificaciones, ni me arrepiento de nada. Lo que fue mi vida es lo que fue y no puedo restar ni un microsegundo de lo vivido. Así lo tengo asumido (si esto parece estoicismo, pido disculpas, es inintencionado: no he sabido explicarme mejor). Si el arrepentimiento nos permitiera viajar mentalmente al pasado y quitar lo que no nos gustase, la primera agencia hacia el pasado de viajeros arrepentidos que se registrase en el mundo ganaría muchos euros; aunque esto es una falacia pués la mayoría retrocedería en el tiempo para rectificar las cosas a su manera; caeríamos en un bucle de pasado/presente/futuro sin solución.
La ausencia de arrepentimiento no es un pasaporte para que yo haga daño a los demás; vivo conforme a mis principios, y éstos no justifican el dolo.
En esta idea, si no pude evitar lo que hice, tampoco debo arrepentirme; además dentro de poco estaré muerto y seré parte de la entropía.
Termino. Los personajes históricos (citad los más crueles...) ya no están aquí, su arrepentimiento es irrelevante para el presente; nuestra historia es lo que es gracias al comportamiento de todos los que nos precedieron. ¿Puede alguien arrepentirse de los errores futuros?; ¿y si fuera posible?, ¿cambiaría eso el futuro?. Tal vez, el determinismo molesta porque desvirtúa el arrepentimiento.

¿Véis, amigos?: ésto es lo que quería demostrar. Yo soy el primero en contestar a mi propio tema, y ya no puedo rectificar lo arriba escrito. El momento pasó, lo escrito ya está hecho, y de nada me arrepiento.

Mi pasado es dinámico, no estático.

Mi cerebro ya no funciona como tiene que hacerlo, y mi concepto del "pasado claro y diáfano" no se extiende mucho más allá de las dos semanas. Si tiramos más atras, a medida que pasan los años los recuerdos pasan de borrosos a esporádicos, más tarde a seleccionados y finalmente, en un amplio margen de mi infancia y juventud, nulos.

De esta forma, cuando algo me termina recordando mi pasado (sucede muy raramente), una ventana olvidada se abre y prácticamente vivo una experiencia nueva con el mismo suceso. O en otros casos, otras personas me recuerdan cosas de mi pasado y me parece como si hablaran de otra persona, pues no tengo recuerdos.

Cosas que no tenía conciencia de haberlas hecho, las hice (con lo que cambia mi visión de mi pasado), y como la concienciación del hecho y el nuevo recuerdo pronto desaparecen, en un futuro pueden volver a sorprenderme.

De esta manera vivo de una forma muy extraña, y es no aceptando nada por supuesto sobre mi pasado. No es fácil, pero tampoco desagradable.

Hay veces que me sorprendo a mí mismo, nunca mejor dicho xDD

Wilalgar escribió:Mi pasado es dinámico, no estático.
De esta forma, cuando algo me termina recordando mi pasado (sucede muy raramente), una ventana olvidada se abre y prácticamente vivo una experiencia nueva con el mismo suceso. O en otros casos, otras personas me recuerdan cosas de mi pasado y me parece como si hablaran de otra persona, pues no tengo recuerdos.

Cosas que no tenía conciencia de haberlas hecho, las hice (con lo que cambia mi visión de mi pasado), y como la concienciación del hecho y el nuevo recuerdo pronto desaparecen, en un futuro pueden volver a sorprenderme.

Me quedo con esto tuyo de arriba.
No tienes recuerdos del pasado, no sufres, y conservas intacta tu capacidad de sorprenderte por hechos nuevos. Está muy bien. Es como una mente joven con hambre de nuevas expreiencias. Pero y el "arrepentiemiento"?. ¿Quieres decir que así tampoco tienes arrenpentimiento?

Hace no mucho escribía por aquí que considero el arrepentimiento como un sentimiento tramposo porque juega con el conocimiento del resultado a posteriori.
Uno hace lo que hace en el momento que lo hace y con la información, sentimientos y objetivos que en ese momento considera mejores. Y si el resultado no gusta, sólo queda el análisis y LA REPARACIÓN para los perjudicados por lo hecho -si los hubiere- (cosa a la que, por cierto, los creyentes católicos dan muy poca importancia y, en realidad, es lo crucial). Pero, sí, yo tampoco me arrepiento porque si se volvieran a dar las mismas circunstancias y tuviera el mismo conocimiento, volvería siempre a hacer lo mismo.
Pero son este tipo de cosas con tintes claramente religiosos las que te inculcan de pequeño y que luego cuesta una vida desprenderse de ellas.

Pues es difícil arrepentirme de algo si no recuerdo haberlo hecho, salvador xDD

Y si te lo cuentan no es lo mismo, como el recuerdo no sale de ti no piensas siquiera en arrepentirte.

Vitriólico escribió: Pero son este tipo de cosas con tintes claramente religiosos las que te inculcan de pequeño y que luego cuesta una vida desprenderse de ellas.

El arrepentimiento no es patrimonio de las religiones (a pesar del manipulador uso) es una respuesta de los hombre ante un hecho anterior que disgusta. Mi primer post no va relacionado con arrepentimientos religioso; sí con el de cualquier persona, creyente o no. Hablo del arrepentimiento como una conducta que, ligada al determinismo, puede exculpar al sujeto de toda reprochabilidad moral. Así, dado el determinismo, un sujeto puede considerarse siempre impune al excusarse en la inevitabildad de lo ya hecho; el arrepentimiento deviene irrelevante en el iter de la vida.