Aunque la pérdida real se produce cuando sabemos que ya no habrá más obras suyas, la muerte y el adiós definitivo es un hito en el recuerdo de unos pocos que consiguen, con su trabajo, dejar una huella imborrable en nuestros corazones.
Le debemos mucho, entre otras cosas una preclara visión de nuestra sociedad en momentos muy difíciles, y un humor genial que la hizo algo más soportable.
Luis García Berlanga fallece a los 89 años
Su capilla ardiente se abrirá esta tarde en la Academia de Cine
Madrid - 13/11/2010
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