Las escuelas Salesianas de Pamplona fueron construidas con capital privado de un "benefactor" navarro, que quiso traer a esta orden a Navarra tras ver su labor en Argentina, a principio de los años 20, como una aportación a la sociedad navarra. A la pregunta hecha unos años antes al P. Fierro de ¿Cuándo vendrán los salesianos a Pamplona?, éste contestó:
Cuando nos faciliten la venida. La pretensión de este preclaro y buen padre era
"elevar moral y profesionalmente, a la juventud pobre o expuesta a los peligros del ocio". Don Antonio de Aróstegui construyó el centro como aportación a la ciudad de Pamplona, para dotarla de un centro educacional dirigido por los salesianos, santos padres.
Menos de dos décadas después, en 1947, se firmó un acuerdo entre la pía orden y la Diputación de Navarra que pasó a adoptar este centro de formación profesional como Las Escuelas del Trabajo de Navarra, previendo en el acuerdo los cauces de financiación necesarios. O sea, yo te pago los gastos, y tú les enseñas a usar la llave inglesa junto con el catecismo, la misa, la oración y todo lo que quieras. Una fábrica de meapilas, no hay más que ver la asociación de antiguos alumnos, que celebran sus aniversarios con eucaristía, sermón y lo que haga falta.
Vamos que estos formadores del espíritu nazional, digo de profesionales, no han puesto en su vida un duro, pero sí han conseguido un negocio seguro. Los terrenos y las obras fueron una donación privada a la ciudad, y los gastos corren por cuenta del gobierno de Navarra. Pero eso sí, su educación cristiana no tiene parangón, porque es la mejor que hay y porque así lo desean, aún en 2011, las autoridades de la comunidad, o sea UPN de SanzBarcina, S.A.
La zona en donde está el colegio es un enclave maravilloso en pleno centro de Pamplona, al lado de los jardines de la media luna y de la plaza de toros. No se entiende que el gobierno utilice a su empresa Vinsa, supuestamente creada para la promoción de VPO, para comprar a los curas un local en el que se construirán viviendas de lujo, que comprarán los del opus y los fachas PTV, cuando su asustado dinero decida salir de donde lo tienen escondido si cede la crisis. Que la promoción es un fiasco? No es problema, el dinero que está en juego no es el de la Barcina, sino el de todos los navarros, en nombre de quienes luego irá llorando al gobierno central buscando la financiación de infraestructuras.
Sí hay motivos para cabrearse. Además somos muy mal pensados: es de suponer que Barcina ya tendrá en mente el futuro de la operación.