Dios pierde fuelle
Publicado: Jue Feb 03, 2011 12:59 pm
(Publicado originalmente en http://miagoraparticular.blogspot.com/)
Siempre me ha sorprendido el peculiar desarrollo de la carrera profesional de Dios. En otros tiempos fue una figura que se manifestaba constantemente en el mundo natural: las plagas de Egipto, mares separando sus aguas, zarzas ardiendo, el sol deteniéndose y otros espectaculares efectos especiales por los que bien hubiera merecido el título de "Spielberg del más allá". Vamos, que iba a por todas; era un no parar, el tío. Luego, ya en la época recogida en el Nuevo Testamento, la cosa se había desinflado bastante, reduciéndose sus logros a curaciones, aumento de stock de productos alimentarios, paseítos sobre el agua (uy, uy, Peter, que se me mojan los bajos de la túnica) y, como mucho, alguna que otra resurrección. Que mal no está, ¿eh?, entiéndaseme, pero comparado con lo de antes como que no hay color. No pasa de un David Copperfield cualquiera, vaya. El problema lo encontramos de unos cuantos siglos a esta parte (que digo yo que eso para Dios es como la última media hora). ¿Qué ha hecho últimamente?, ¿eh?, ¿qué ha hecho? No te molestes, que ya me contesto yo: ná. No aparece ni en pintura. Con la falta que haría en estos momentos, cuando la Iglesia está perdiendo clientela a marchas forzadas y hay tal cantidad de ateos degenerados propagando sus ideas sin ningún freno, no como en los buenos tiempos de la Inquisición.
Ponte en el caso de España, por ejemplo, que ya nos dijo Benedicto que es el no va más del laicismo agresivo. Dime tú qué le costaría presentarse sobre el Congreso de los Diputados a la hora del recreo, hacer que un haz de luz se abriera paso entre las nubes y cantarle cuatro frescas a Zapatero, ese adalid del laicismo (agresivo, recuerdo), con voz grave y atronadora, esa voz de Dios de película, que ya sólo faltaría que descubriéramos que Nuestro Señor tiene registro de soprano. Pues no, el amigo ahí está, callado como una puta (pido disculpas a las beneméritas putas por la comparación; tan sólo se trata de una expresión popular).
Yo lo tengo claro: a mí ahora mismo se me aparece Dios, pero ahora, ahorita, mientras escribo esto, y me dice "existo" y por mis muertos que dejo de ser ateo, que uno es cabezón pero no tanto. A ver... Pues no, no lo ha hecho. Y eso que como omnisciente sabe perfectamente que le estoy planteando el reto, como omnipresente tanto le da estar aquí como en cualquier otro sitio y como omnipotente ni se despeinaría por el esfuerzo. O sea, que acaba de perder la oportunidad de convertir a un ateo, y además a un ateo con un blog (que no lee nadie, pero con un blog). Negligente.
En conclusión, que para lo fuerte que empezó, no se ha visto continuidad. Es como esos músicos cuyo primer disco es el mejor o esas películas que aburren tras la media hora inicial. ¿Qué ha sucedido, Dios?, ¿te has vuelto tímido?, ¿tienes poco fondo?, ¿estás echándote la pausa para el cigarrito (acaso eres español, Dios)? La verdad es que ya se te veía venir, con eso de que tras la creación tuvieses que descansar un día. Un dios cogiéndose festivos... ¿habrase visto?
Por si quedaran dudas, el siguiente gráfico, que hemos tomado de la página motorpsico.com (nombre que ya de por sí induce al satanismo), ofrece una clarificadora visión del asunto:
Y si al menos sólo fuera en tostadas, pero ¡¡¡¿y esto?!!!:
Dios, por Dios, ¿a tal hemos llegado? Ten al menos un poco de dignidad (sí, en efecto, es el culo de un perro. ¿Pegarías tú una foto tuya en el culo de un perro? No, ¿verdad? Pues eso).
Siempre me ha sorprendido el peculiar desarrollo de la carrera profesional de Dios. En otros tiempos fue una figura que se manifestaba constantemente en el mundo natural: las plagas de Egipto, mares separando sus aguas, zarzas ardiendo, el sol deteniéndose y otros espectaculares efectos especiales por los que bien hubiera merecido el título de "Spielberg del más allá". Vamos, que iba a por todas; era un no parar, el tío. Luego, ya en la época recogida en el Nuevo Testamento, la cosa se había desinflado bastante, reduciéndose sus logros a curaciones, aumento de stock de productos alimentarios, paseítos sobre el agua (uy, uy, Peter, que se me mojan los bajos de la túnica) y, como mucho, alguna que otra resurrección. Que mal no está, ¿eh?, entiéndaseme, pero comparado con lo de antes como que no hay color. No pasa de un David Copperfield cualquiera, vaya. El problema lo encontramos de unos cuantos siglos a esta parte (que digo yo que eso para Dios es como la última media hora). ¿Qué ha hecho últimamente?, ¿eh?, ¿qué ha hecho? No te molestes, que ya me contesto yo: ná. No aparece ni en pintura. Con la falta que haría en estos momentos, cuando la Iglesia está perdiendo clientela a marchas forzadas y hay tal cantidad de ateos degenerados propagando sus ideas sin ningún freno, no como en los buenos tiempos de la Inquisición.
Ponte en el caso de España, por ejemplo, que ya nos dijo Benedicto que es el no va más del laicismo agresivo. Dime tú qué le costaría presentarse sobre el Congreso de los Diputados a la hora del recreo, hacer que un haz de luz se abriera paso entre las nubes y cantarle cuatro frescas a Zapatero, ese adalid del laicismo (agresivo, recuerdo), con voz grave y atronadora, esa voz de Dios de película, que ya sólo faltaría que descubriéramos que Nuestro Señor tiene registro de soprano. Pues no, el amigo ahí está, callado como una puta (pido disculpas a las beneméritas putas por la comparación; tan sólo se trata de una expresión popular).
Yo lo tengo claro: a mí ahora mismo se me aparece Dios, pero ahora, ahorita, mientras escribo esto, y me dice "existo" y por mis muertos que dejo de ser ateo, que uno es cabezón pero no tanto. A ver... Pues no, no lo ha hecho. Y eso que como omnisciente sabe perfectamente que le estoy planteando el reto, como omnipresente tanto le da estar aquí como en cualquier otro sitio y como omnipotente ni se despeinaría por el esfuerzo. O sea, que acaba de perder la oportunidad de convertir a un ateo, y además a un ateo con un blog (que no lee nadie, pero con un blog). Negligente.
En conclusión, que para lo fuerte que empezó, no se ha visto continuidad. Es como esos músicos cuyo primer disco es el mejor o esas películas que aburren tras la media hora inicial. ¿Qué ha sucedido, Dios?, ¿te has vuelto tímido?, ¿tienes poco fondo?, ¿estás echándote la pausa para el cigarrito (acaso eres español, Dios)? La verdad es que ya se te veía venir, con eso de que tras la creación tuvieses que descansar un día. Un dios cogiéndose festivos... ¿habrase visto?
Por si quedaran dudas, el siguiente gráfico, que hemos tomado de la página motorpsico.com (nombre que ya de por sí induce al satanismo), ofrece una clarificadora visión del asunto:
Y si al menos sólo fuera en tostadas, pero ¡¡¡¿y esto?!!!:
Dios, por Dios, ¿a tal hemos llegado? Ten al menos un poco de dignidad (sí, en efecto, es el culo de un perro. ¿Pegarías tú una foto tuya en el culo de un perro? No, ¿verdad? Pues eso).