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Mike Prysner es un soldado del Ejercito Estadounidense, que estuvo destinado en Irak. Tras dos años volvió a casa con todo lo vivido en el frente. A partir de su experiencia, vivida en primera persona, Mike ha sentido la necesidad de contar a su familia, a sus amigos, y a todo el mundo, la verdad de todo cuanto ha vivido y la verdad de lo que ha pasado y está pasando en Irak.

"He derribado estatuas y destrozado retratos mientras usaba una bandera norteamericana en mi manga, y luchaba por aprender a entenderlo. Me uní al Ejército en cuanto tuve el mínimo de edad; rechacé una beca en una Universidad Estatal para servir a mi país, listo para morir por unos ideales que aprendí a amar".

Pero Mike vió claro en Irak quién es el verdadero enemigo. El enemigo no son las familias a las que el soldado Prysner empujaba para sacarlas fuera de sus casas, ni los niños que lloraban, asustados.

“Nuestro verdadero enemigo no es el que vive en una tierra lejana, cuyos nombres no conocemos o culturas que no comprendemos; el verdadero enemigo es un sistema que hace la guerra cuando es rentable, los gerentes que nos echan de nuestros puestos de trabajo cuando es rentable, las Compañías de Seguros que nos niegan la atención de la salud cuando es rentable, los bancos que nos quitan nuestros hogares cuando es rentable. Nuestros enemigos no están a cientos de millas de distancia. Ellos están aquí, en frente de nosotros".

Shé escribió:...

el soldado de marras escribió: “Nuestro verdadero enemigo no es el que vive en una tierra lejana, cuyos nombres no conocemos o culturas que no comprendemos; el verdadero enemigo es un sistema que hace la guerra cuando es rentable, los gerentes que nos echan de nuestros puestos de trabajo cuando es rentable, las Compañías de Seguros que nos niegan la atención de la salud cuando es rentable, los bancos que nos quitan nuestros hogares cuando es rentable. Nuestros enemigos no están a cientos de millas de distancia. Ellos están aquí, en frente de nosotros".

RomaSanta escribió:Estos veteranos de guerra en ocasiones me repatean un poco. Lo digo porque muchos ignoran que estos bravos y valientes soldados norteamericanos son profesionales voluntarios. Esto es, que nadie les ha obligado a ejercer el oficio más antiguo del mundo ( junto con el de las prostitutas) y además lo hacen cobrando.... una pasta.

Saben estos guerreros del Tío Sam - o deberían saber- que están en el ejército para hacer la guerra - justa o injusta es irrelevante - allá donde su gobierno los envíe. Es decepcionante que ya luego de su período matando moros, vietnamitas o somalíes recorran las calles y plazas de su país haciendo propaganda en contra de quien les ha dado de comer.