Pues sí. Sólo que no es un partido de baloncesto. Los entrenadores y capitanes de equipo son banqueros, y la pelota es el estado del bienestar.
A la cabeza, el presidente del Banco Central Europeo,
Mario Broghi, ex-director ejecutivo del Banco Mundial, ex-gobernador del Banco de Italia y
ex-vicepresidente para Europa de Goldman Sachs. Su principal colaboradora, Angela Merkel.
En Italia,
Mario Monty,
presidente europeo de la Trilateral, primer presidente de Bruegel, el
think tank -laboratorio de ideas- de economía,
durante el periodo anterior a la crisis, y
consejero internacional de Goldman Sachs.
Y qué decir de
Papadimos, el capitán del equipo griego -que ha dado entrada a la extrema derecha, pero que no ha sido capaz de integrar a la izquierda en el gobierno de transición-, involucrado en el proceso de la transición del dracma al euro en Grecia, economista educado en EEUU, que relega su previo bagaje intelectual como físico e ingeniero para los ratos de ocio. Ex-economista senior del Banco de la Reserva Federal de Boston, ex-presidente economista del Banco de Grecia y ex vicepresidente del BCE a las ódenes de Trichet.
También miembro de la Trilateral desde 1998.
No es conspiranoia, esto es la guerra. De momento, sin demasiada artillería.
A nuestro favor, el número.
Al suyo, la capacidad de seguir engañando a la mayoría, aún adormecida.