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Ese texto de los cojones tiene más años que el canalillo, no le veo la ventaja de dárselo a leer al robot desesperante que te desquicia a los 10 segundos... ¡Muerte a Loquendo!
Aquí pego el texto, lo tengo hace 8 años en un documento de texto, pero seguro que es más antiguo...
LA RIQUEZA DEL LENGUAJE CASTELLANO
Un ejemplo de la riqueza del lenguaje castellano es el numero de acepciones
distintas de una simple palabra, como puede ser la muy conocida y
frecuentemente utilizada, que hace referencia a los atributos masculinos
"cojones".
Si va acompañada de un numeral, tiene significados distintos, según el
numero utilizado. Así, "uno" significa caro o costoso (valía un cojon),
"dos" significa valentía (tiene dos cojones), "tres" significa desprecio
(me importa tres cojones), un numero muy grande y par significa dificultad
(lograrlo me costo mil pares de cojones).
El verbo cambia el significado. Tener indica valentía (aquella persona
tiene cojones), aunque con admiración puede significar sorpresa (¡tiene
cojones!), poner expresa un reto (puso los cojones encima de la mesa),
cortar se utiliza para apostar (me corto los cojones...) o para amenazar
(te corto los cojones).
El tiempo del verbo precisa aun mas el significado de la frase. Así, el
tiempo presente indica molestia o hastío (me toca los cojones), el
reflexivo significa vagancia (se tocaba los cojones), mientras el
imperativo significa sorpresa (¡tócate los cojones!).
Los prefijos y sufijos modulan su significado: "a-" expresa miedo
(acojonado), "des-" significa cansancio o hilaridad (descojonado), "-udo"
nos indica perfección (cojonudo), pero "-azo" refiere indolencia, abulia
(cojonazos).
Las preposiciones matizan la expresión. "De" significa éxito (me salió de
cojones) o cantidad (hace un frío de cojones), "por" expresa voluntad (lo
haré por cojones) y "sin" la cobardía (un hombre sin cojones).
El significado también varia según el color, la forma, la simple textura o
el tamaño. El color violeta expresa frío (se me quedaron los cojones
morados), la forma cansancio (tenia los cojones cuadrados), y el desgaste
significa experiencia (tenia los cojones pelados de repetirlo). Es
importante considerar el tamaño y la posición (tiene los cojones grandes y
bien plantados), sin embargo, hay tamaño máximo (tiene los cojones como los
del caballo de Espartero), que no puede superarse por significar torpeza o
vagancia (le cuelgan, se los pisa, se sienta sobre ellos e incluso necesita
una carretilla para llevarlos).
La interjección ¡cojones! significa sorpresa y cuando uno se sorprende
mucho, los solicita (¡manda cojones!). Son el lugar donde reside la
voluntad y de allí surgen las ordenes (no me sale de los cojones).
En resumen, será difícil encontrar una palabra en castellano, o cualquier
otro idioma que posea un mayor numero de acepciones. Le zumban los cojones.
Re: La palabra en castellano con más acepciones
Publicado: Sab May 19, 2012 3:30 am
por Quest of knowledge
Gracias Skeptic. Lo he copiado. Alguien sabe quien es el autor?
Re: La palabra en castellano con más acepciones
Publicado: Sab May 19, 2012 11:29 am
por jasimotosan
Naturalmente hay muchas más, como la blasfemia, depende de la imaginación. En mi pueblo he oído algunas que no me atrevo a escribir aquí.
Por cierto ¿sería posible hacer un "blasfemario" o nos meterían en la cárcel?
Hay una acepción o figura que me llamó la atención. La leí en Diccionario para un Macuto de Rafael García Serrano (lectura por otra parte perfectamente prescindible en mi opinión) creo recordar, donde se leía: "... tengo percebes en los cojones de ser coronel y me llamas comandante..." (para los que no hayan estado en el glorioso ejército, la confusión entre ambos grados es fácil porque usan la misma estrella, el "huevo frito" sólo que en distinta posición, creo recordar de mis tiempos de conscripto).
En el Diccionario Secreto de Cela aprendí lo que era la "cojona del navío" (como veis el género también tiene importancia), que en los barcos de antes era un par de bolas de hierro pintadas de rojo y verde (babor y estribor) que se colocan a ambos lados de la columna donde se monta el compás para evitar desvíos de la aguja debidos a las masas metálicas de la nave.
Aquí se ve perfectamente la bitácora y se puede apreciar el motivo de llamarla la "cojona del navío". Falta la rueda del timón en la foto.