Foro de Iniciativa Atea

Cada septiembre te lamentas de lo mismo: la ruina que supone la compra de libros de texto para tus hijos. Y es que, según un estudio realizado por la Federación de Usuarios-Consumidores Independientes (FUCI) el precio medio de los libros se sitúa en los 180 euros, aunque el importe varía en función de la etapa educativa y la editorial.
Te interesa: Una campaña, por la reutilización de los libros de textoSin embargo, varias familias han logrado reducir ese gasto gracias a la iniciativa de decenas de profesores de la enseñanza pública que hace dos años decidieron comenzar un proyecto altruista y redactar 'libros de texto libres'. Nacía así apuntes marea verde.

“El comienzo no fue fácil. Había que decidir muchas cosas y organizarse en grupos de trabajo”, relata Nadia Saffouri, profesora de Lengua y Literatura a lainformacion.com. “Este año hemos tenido más colaboraciones y hemos trabajado muy bien y de forma coordinada, lo que ha permitido avanzar en el material muy rápidamente”.

De este modo, los docentes, tanto universitarios como de instituto, han logrado completar los manuales de 1º y 2º de E.S.O de Lengua y Literatura y Ciencias Naturales, mientras que de Tecnología y Matemáticas han concluído con los libros de 1º de E.S.O.

“Hay muchos profesores que querrían compartir su propio material, y se sorprenden cuando se enteran de que existe nuestro proyecto. Necesitamos que más personas colaboren”, asegura la profesora.Libros para todosTodos los libros publicados por el colectivo poseen licencia 'Creative Commons' y están adaptados al currículum educativo de la Comunidad de Madrid, así, cualquiera puede copiarlos y difundirlos. “La idea es crear libros de texto que puedan ser descargados gratuitamente desde internet, que puedan fotocopiarse libremente e incluso que se puedan modificar para que cada profesor los pueda adaptar a sus alumnos y a su forma de dar clase”, apunta Santiago Camblor, profesor de tecnología en el IES Pedro de Tolosa.

Pese a que el objetivo a corto plazo es concluir con la redacción de los libros de ESO, los docentes no descartan crear también los libros de Bachillerato e incluso de otras etapas educativas: “Pueden hacerse también cuadernillos de refuerzo, de ampliación... Un objetivo a medio o largo plazo puede ser la creación de materiales para Primaria (ya hay gente interesada en colaborar), para Formación Profesional...”, asegura Saffouri.

De momento, comentan los participantes en la iniciativa, es imposible saber cuántas personas han colaborado en la redacción de los libros o los centros que ya están utilizándolos. “Hay personas que estamos implicadas de forma más continua y otras personas que intervienen de una manera más o menos puntual”, comenta la profesora.

“Nadie nos tiene que pedir permiso para usar nuestros libros de texto, los descargan de la web y los fotocopian”, explica Camblor. “Sabemos que se están usando en muchos centros porque llevamos 400 gigas de descarga este año y porque recibimos muchos mensajes felicitándonos por el trabajo”.¿Quién elige el libro de tu hijo?Normalmente, los encargados de la elección de un libro de texto u otro son los departamentos de cada asignatura dentro del instituto, por lo que en el caso de que quieras que tu hijo utilice estos libros, tendrías que dirigirte al departamento de cada matería con esta petición.

“Es lógico que sea así puesto que son los profesores los que mejor saben qué material didáctico se adapta a sus necesidades”, asegura la profesora de Lengua y Literatura. “Las editoriales tienen sus propias estrategias de venta y ofrecen el producto al que tiene en sus manos la decisión, como toda empresa privada, destacando sus ventajas. El beneficio al centro repercute a menudo en los propios alumnos: una charla o encuentro con un autor, una pizarra digital... Mi experiencia es que siempre hemos elegido el libro de texto atendiendo a cuestiones didácticas”, asegura Nadia.

“Se dan casos en los que las editoriales regalan al departamento algún portatil o cosas por el estilo”, apunta Camblor.

Pros y contras de los libros libresAparte de ser gratuitos, estos manuales, según sus creadores, cuentan con varias ventajas añadidas. Entre ellas, apuntan, se encuentra la de estar elaborados por profesores que dan clase a los mismos alumnos a los que van dirigidos. “Se trata de un material mucho mejor adaptado a la realidad que el que venden las editoriales”, asegura Santiago y continúa, “los profesores que los usan pueden modificarlos y adaptarlos así aun más a sus alumnos”.

“Las actividades son reales, es decir, las realizamos con nuestros alumnos y si una no nos resulta bien, la cambiamos”, comenta la docente.

Asimismo, al tratarse de una labor altruista que no persigue obtener ningún beneficio con la venta, los manuales están pensados para ser reutilizados: “No se le pide al alumno el que escriba en ellos, por ejemplo, en la realización de ejercicios. Además, como no es un negocio, no vamos a cambiar los libros simplemente para obligar a los alumnos a comprar las ediciones nuevas, que es una práctica muy usada por las editoriales”, señala Camblor.

El último de los aspectos positivos de su utilización se halla en el peso, ya que el alumno no tiene por qué llevar todo el libro en la mochila, basta con que cargue con el tema que se esté trabajando en ese momento.Te interesa: Si quieres que a tu hijo no le duela la espalda mañana, vigila qué mete en su mochilaSin embargo, los docentes admiten que hay algo en lo que sus manuales no pueden competir con los del mercado: “en la calidad de la impresión, sobre todo en las imágenes en color y la encuadernación, muy probablemente serán mejores en los libros de las editoriales”, reconoce el profesor.De momento, aseguran que ninguna editorial ha hecho ningún comentario sobre su proyecto y que todos los mensajes que han recibido han sido positivos: “Nunca nos ha llegado ningún mensaje que no fuera de apoyo, de ánimo y de felicitación, tanto de padres como de profesores”, apunta Saffouri. “Nosotros pensamos que la educación debe ser gratuita, y eso incluye los libros de texto”, concluye Camblor.

España es uno de los pocos países desarrollados en los que la escolarización obligatoria supone un esfuerzo económico muy considerable para las familias, pese a que el artículo 27 de la Constitución consagra el derecho a estudiar y el apartado 4 del mismo artículo establece que “la enseñanza básica es obligatoria y gratuita”. Pese a tan grandilocuente declaración casi un tercio de las familias españolas se ve incapaz de asumir el gasto que supone la vuelta al colegio.

El mandato constitucional se convierte en papel mojado – otro más – ante la realidad de un negocio que mueve más de mil doscientos millones de euros al año: Los libros de texto. Un negocio que tiene detrás a poderosas instituciones capaces de dictar leyes o acomodar a su interés las existentes, para lo que han contado siempre con la colaboración de todos y cada uno de los distintos gobiernos de la nación.

¿Quién controla este negocio?

El primer grupo empresarial en volumen de negocio lo constituye la Iglesia Católica, que no satisfecha con los casi cinco mil millones de asignación directa del estado, ha tejido una maraña de empresas omnipresentes en el ámbito educativo. La Iglesia es propietaria –total o parcial- de las siguientes editoriales:

* Grupo SM: Fundada por religiosos marianistas. En la actualidad opera en 9 países. El acrónimo SM significa "Santa María".

​* Grupo Edebé: Fundada por la Congregación Salesiana. Hace negocio en todo el mundo con editoriales propias en Argentina, Chile y México. En el País Vasco tiene el sello Giltza, en Galicia Rodeira, en la Comunidad Valencia Marjal y en Andalucía Guadiel.

* Editorial Edelvives: El Grupo Editorial Luis Vives pertenece al Instituto de los Hermanos Maristas y mediante su editorial intentan fomentar lo que ellos denominan "humanismo cristiano".

* Editorial Bruño: Fundada por el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas La Salle. Como buenos empresarios, y para ampliar su patrimonio, en 2001 los Hermanos de La Salle llegaron a un acuerdo de venta con el grupo francés Hachette Livre, del que también forma parte el grupo editorial español Salvat. De hecho, existe una línea denominada "Publicaciones Generales Bruño-Salvat" que cuenta con un catálogo especializado en publicaciones infantiles y juveniles, con personajes como Kika Superbruja, Astérix, Titeuf...

Hay que resaltar que la Iglesia católica impone los libros de texto de sus editoriales en los más de 2.600 centros educativos públicos que gestiona directamente, lo que redondea el negocio y el adoctrinamiento que practica.

Los otros dos grupos empresariales que controlan el resto del negocio editorial de libros de texto son:

* Hachette Livre. Precisamente, otro importante beneficiario es el grupo Hachette que, aparte de la editorial católica Bruño, también se hizo en 2004 con el importante Grupo Anaya donde se incluyen marcas como Algaida, Vox, Cátedra, Pirámide o Alianza.

Este grupo es propiedad del conglomerado francés Lagardère que, además de dedicarse a la publicación, tiene una línea de negocio armamentística a través de la sociedad EADS, creadora, entre otros proyectos, del Airbus.

Grupo PRISA. Es el gigante de la comunicación española, propietario de El País, la Cadena Ser, etcétera. Su sección de negocio editorial lo comprende la Editorial Santillana, de la que recientemente ha vendido un 25% del capital al fondo de inversión estadounidense Liberty.

El nuevo consejo de administración de PRISA está integrado por personajes como Ernesto Zedillo, expresidente de México bajo cuyo mandato se produjo el levantamiento campesino del EZLN, Nicolas Berggruen, con un patrimonio personal de más de 2.000 millones de dólares o, como no, Juan Luis Cebrián, hijo de Vicente Cebrián, importante cargo de la prensa franquista y director del diario Arriba de la Falange.

¿Son necesarios hoy en día los libros de texto?

En la era de la información el libro de texto tal y como se conoce es un búnker al margen de la realidad. Se obliga a los escolares a un conocimiento unidireccional, normalmente de calidad pésima, sin proporcionarles herramientas de acceso al conocimiento global. El conocimiento que se adquiere es de naturaleza memorística, sin que el alumno pueda participar activamente de los saberes que se le inculcan, limitándose a abrir el libro por la página que señala el maestro y aprenderse la lección, la más de las veces incompleta y sesgada.

Conociendo a los que se encargan de elaborar las materias que han de estudiar nuestros escolares no es de extrañar que la educación así concebida esté manipulada en demasiadas ocasiones. El discurso dominante se repite machaconamente desde la escuela y así nos encontramos con textos que recitan los mantras habituales del neoliberalismo y que ocultan gran parte de la realidad social y ecológica del planeta, como demuestra el estudio comparativo sobre contenidos de libros de texto realizado por Ecologistas en Acción