Hoy me ha dado con el islam,así que ahí va una noticia,en forma de carta,del Periódico de Catalunya:
http://www.elperiodico.com/default.asp? ... idioma=CAS
Carta para Aisha
• Lo terrible de los matones es que incitan a los pacíficos a rebajarse a su nivel, a comportarse como ellos
IAN Gibson*
Querida Aisha: Me entero por la prensa, con hondo dolor, de que medio centenar de fanáticos islamistas de tu Somalia natal han acabado contigo de la manera más vil imaginable, enterrándote en un agujero y lapidándote hasta la muerte. Alegando tu adulterio. Según los medios consultados, el jeque rebelde Hayakallah, mandamás de la ciudad portuaria de Kismayo, donde se llevó a cabo tu ejecución, ha manifestado que admitiste tu "crimen" ante una corte islámica. Y que, además, pediste ser juzgada y castigada según los preceptos de la sharia. ¡Como si ello --caso de ser verdad-- fuera justificación para tamaña atrocidad!
Digo caso de ser verdad porque, según leo en los mismos medios, tus familiares han declarado, llevándole la contraria al personaje de marras, que ni confesaste ser adúltera ni pediste que te lapidaran. ¡Cómo lo ibas a pedir! Varios testigos presenciales de la ejecución han confirmado a Reuters, por más señas, que no hubo, de hecho, docilidad alguna por tu parte, que fuiste arrastrada a la plaza contra tu voluntad, atada de pies y manos, y que el saco negro que te cubría la cabeza no impidió oír tus gritos. Cuánto lo lamento y cuánto odio todas las sentencias de muerte de la Tierra.
En un primer momento, la prensa occidental te adjudicó 23 años. Ahora, Amnistía Internacional ha revelado que solo tenías 14 y que, según tu padre y otras fuentes, todo empezó cuando te violaron tres energúmenos que, al querer tú denunciarlos, maquinaron para que fueses acusada de adúltera y detenida. Resulta que ninguno de los hombres que señalaste ha sido arrestado. "No fue un acto de justicia ni una ejecución --ha declarado David Copeman, adjunto de investigación y acción sobre Somalia de Amnistía. Esa niña sufrió una muerte horrible a instancias de los grupos armados de oposición que actualmente controlan Kismayo". Amnistía ha sabido por tu padre, además, que solo llevabas tres meses en la ciudad, después de una estancia en el campo de refugiados de Hagardeer, en el noreste de Kenia, donde me imagino que ya sufrirías lo tuyo; que durante tu lapidación te desenterraron para comprobar si seguías con vida; y que, al constatar que sí, te colocaron otra vez en aquel maldito hoyo para seguir apedreándote hasta el final. ¡Qué asco!
LO TERRIBLE de los matones, Aisha, es que no solo en Somalia, sino en todos los rincones del globo, incitan a los pacíficos a ser como ellos, a rebajarse a su nivel, a comportarse de la misma manera, a abandonar sus principios. Yo no puedo olvidar que, cuando tenía 16 años, fui humillado e insultado en clase, injustamente, delante de todos mis compañeros, por un maestro que no me podía ver. Un maestro agresivo y borrachín. No te oculto que lamenté durante muchos años no haber tenido la gallardía de agredirlo físicamente en aquel momento o, como dicen en España, de pegarle una hostia, en vez de liarme con él solo verbalmente, y ello de manera tímida. El tipo encendió en mi ánimo un odio que nunca había experimentado y un deseo de venganza casi irreprimible. Está claro que a los matones hay que hacerles frente de alguna manera, eso sí, porque si no encuentran a quien se les oponga, se hacen cada vez más brutales. Pero qué difícil es cuando uno es débil e inerme y sin apoyos.
En realidad, querida Aisha, sabemos muy poco de ti, solo que eras una niña de 14 años, que a la vuelta de la esquina te encontraste de repente con el espanto del fanatismo. Vengo de una isla donde quienes profesan dos variantes de la misma religión --en su caso la cristiana, no la islámica-- se enzarzaron durante años y años en inútiles odios y recelos e incluso en desmanes fratricidas. ¡Y eso que decían en ambos bandos creer en el mismo Dios del amor! A esta altura de mi vida veo con claridad que los creyentes en el más allá --más allá nunca demostrado por nadie, que yo sepa-- pueden ser muy peligrosos, sobre todo cuando se sienten de alguna manera amenazados por los que no piensan como ellos. Yo de joven estaba convencido de que nosotros, los protestantes, teníamos razón y de que los católicos no solo se equivocaban en sus creencias, sino de que eran, en el fondo, gente retorcida. Lo mismo pensaba de los judíos. Es decir, creo conocer desde dentro el fanatismo, aunque en mi caso fuese solo incipiente. Luego me di cuenta de que me habían llenado el coco de dogmas y de prejuicios, y poco a poco, gracias a otros maestros más ilustrados y, sobre todo, gracias a la literatura, fui abriendo los ojos y tratando de formar mis propias ideas, de componer mi propio mapa del mundo. Difícil tarea, porque lo que nos hacen creer cuando somos jóvenes, con la ayuda del miedo, difícilmente nos abandona del todo después.
LEYENDO tu triste historia ha surgido ante mis ojos tu tocaya, la "morilla" que con sus lindas amigas Fátima y Marién va alegremente a recoger olivas en una canción popular del sur de España hecha famosa por el poeta García Lorca, que, como tú, murió a manos de los bárbaros. A partir de ahora te recordaré cada vez que la oiga, Aisha. Y lo que te hicieron. Que la tierra te sea leve.
*Escritor.
Carta para Aisha
- EduardoAteo
- Participante veterano
- Mensajes: 679
- Registrado: Dom Sep 28, 2008 5:15 pm
Carta para Aisha
Aunque en el Génesis Dios dijese hágase la luz, de poco sirvió eso a la humanidad hasta que el ateo Thomas Edison inventó la bombilla. Y queda así demostrado que más vale un científico que ilumine, que un místico iluminado.
http://www.cyberateos.org/asociarse.php
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Re: Carta para Aisha
Eduardo, antes de nada, gracias por traer esta carta a título póstumo.
Como dije en su momento, como mujer, como atea, es indignante para mi barbaries como esta justificadas en nombre de tal o cual versión de dios.
Dentro del respeto a ley y a las buenas formas, sin que lo valiente quite lo cortés, debemos luchar sin tregua, con todos los medios que seamos capaces de disponer, contra todo este tipo de cosas. Animo a todos a unirnos, a arrimar el hombro como se pueda, para poder hacer frente a actos como este que pisotean lo más básico de la justicia de la dignidad humana.
Es muy dura la carta, y conmueve profundamente, mas pienso es necesaria para concienciar sobre la lacra de las religiones, ya sea islámica, ya sea cristiana, ya sea otra de las consideradas hostiles, porque han hecho más daño a la sociedad que beneficio.
Miserables clerigos!!!!, los condeno yo, y la historia también los condenará como ha condenado ya a sus antecesores.
Que arda esta antorcha en memoria de todas las víctimas del fanatismo, directo e indirecto, que promueven los clérigos, especialmente por su influencia, duración en tiempo e impunidad ante sus crímenes atroces, cristianos e islámicos.
De nuevo, gracias por compartir esta carta.
Un cordial saludo.
Luisa Serrano
Como dije en su momento, como mujer, como atea, es indignante para mi barbaries como esta justificadas en nombre de tal o cual versión de dios.
Dentro del respeto a ley y a las buenas formas, sin que lo valiente quite lo cortés, debemos luchar sin tregua, con todos los medios que seamos capaces de disponer, contra todo este tipo de cosas. Animo a todos a unirnos, a arrimar el hombro como se pueda, para poder hacer frente a actos como este que pisotean lo más básico de la justicia de la dignidad humana.
Es muy dura la carta, y conmueve profundamente, mas pienso es necesaria para concienciar sobre la lacra de las religiones, ya sea islámica, ya sea cristiana, ya sea otra de las consideradas hostiles, porque han hecho más daño a la sociedad que beneficio.
Miserables clerigos!!!!, los condeno yo, y la historia también los condenará como ha condenado ya a sus antecesores.
Que arda esta antorcha en memoria de todas las víctimas del fanatismo, directo e indirecto, que promueven los clérigos, especialmente por su influencia, duración en tiempo e impunidad ante sus crímenes atroces, cristianos e islámicos.
Un cordial saludo.
Luisa Serrano
Re: Carta para Aisha
Después de leer este excelente artículo, siento una rabia e impotencia capaz de humedecer mis ojos. Ésta es una más e importante razón por la que no hay que respetar a las religiones, se pueden y deben respetar a las personas que profesan una determinada religión, de acuerdo; pero en este caso no merecen respeto los energúmenos capaces de hacer una atrocidad de este tipo.
Y esta realidad existe y ha existido a lo largo de la historia, que lejanos nos cae la inquisición, la caza de brujas, aquellos calvinista que quemaron a Miguel Servet y tantos otros, cuanto daño han hecho a la humanidad y al progreso para crear un mundo más justo, sin fanatismo. Y aún hoy en el siglo de la tecnología, en el siglo de la información, ocurren estas cosas, propias no ya de la Edad Media, sino de tiempos de Constantino.
Podremos darle muchas vueltas filosóficas a la idea de dios, algunos en plan intelectual, otros con los pies en el suelo, pero lo real es que hoy día se sigue asesinando en nombre de dios, me da igual como se llame ese dios y sus seguidores.
Las religiones y sus dioses se inventaron por el hombre para explicar la naturaleza, meter miedo a la población para tenerla sometida y vivir una clase sacerdotal a costa de un pueblo oprimido e inculto. Hoy día que tenemos todo el saber en nuestras manos a través de libros, Internet… ¿cómo podemos aún creer en dioses?
En Afganistán los fanáticos talibanes rocían con ácido la cara de las niñas que van al colegio, que mejor manera de seguir con el secular analfabetismo y todo siga como hasta ahora.
De todas maneras el problema, en mi opinión, no es la creencia en dios/dioses, sino el poder que tienen sus seguidores y su fanatismo, aplicando unas leyes salidas de unos libros, según ellos sagrados e infalibles; y ocurren cosas tan trágicas como estas, es la ley, la cruenta ley de los fanáticos.
Con lo hermosa que es la vida para disfrutarla, siempre hay fanáticos dispuestos a fastidiarla.
Cuántas Aisha tendrán aún que morir hasta que acabemos con tanto fanatismo, que triste.
Y esta realidad existe y ha existido a lo largo de la historia, que lejanos nos cae la inquisición, la caza de brujas, aquellos calvinista que quemaron a Miguel Servet y tantos otros, cuanto daño han hecho a la humanidad y al progreso para crear un mundo más justo, sin fanatismo. Y aún hoy en el siglo de la tecnología, en el siglo de la información, ocurren estas cosas, propias no ya de la Edad Media, sino de tiempos de Constantino.
Podremos darle muchas vueltas filosóficas a la idea de dios, algunos en plan intelectual, otros con los pies en el suelo, pero lo real es que hoy día se sigue asesinando en nombre de dios, me da igual como se llame ese dios y sus seguidores.
Las religiones y sus dioses se inventaron por el hombre para explicar la naturaleza, meter miedo a la población para tenerla sometida y vivir una clase sacerdotal a costa de un pueblo oprimido e inculto. Hoy día que tenemos todo el saber en nuestras manos a través de libros, Internet… ¿cómo podemos aún creer en dioses?
En Afganistán los fanáticos talibanes rocían con ácido la cara de las niñas que van al colegio, que mejor manera de seguir con el secular analfabetismo y todo siga como hasta ahora.
De todas maneras el problema, en mi opinión, no es la creencia en dios/dioses, sino el poder que tienen sus seguidores y su fanatismo, aplicando unas leyes salidas de unos libros, según ellos sagrados e infalibles; y ocurren cosas tan trágicas como estas, es la ley, la cruenta ley de los fanáticos.
Con lo hermosa que es la vida para disfrutarla, siempre hay fanáticos dispuestos a fastidiarla.
Cuántas Aisha tendrán aún que morir hasta que acabemos con tanto fanatismo, que triste.