El Papa pide cambios.
El Papa Benedicto XVI instó ayer a los mandatarios del mundo a hacer cambios profundos al "modelo dominante de desarrollo" y consideró que las respuestas a corto plazo para la crisis financiera son insuficientes. Al mismo tiempo, llamó a la paz en todo el mundo y condenó la escalada de violencia en Oriente Medio.
"Nadie pone remiendo de paño nuevo, como Jesús dijo, en vestido viejo", dijo Benedicto XVI en su bendición de Año Nuevo ante miles de personas que se acercaron a la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, pese a la lluvia. Se refería a los cambios necesarios para hacer frente a la crisis económica "de vastas proporciones" surgida en la segunda mitad de 2008.
"Vista en su profundidad, la crisis debe verse como un síntoma serio que requiere una intervención radical", remarcó el Papa, y agregó que la situación actual debe verse como un caso de prueba sobre el futuro de la globalización.
"¿Estamos listos para leerlo en su complejidad como un medio hacia el futuro y no sólo como una emergencia ante la cual responder con respuestas de corto plazo?", se preguntó. "¿Estamos listos para hacer una revisión profunda del modelo dominante de desarrollo, para corregirlo de una manera sagaz y convenida?", agregó.
"Mi primer objetivo es invitar a todos los gobernantes y a todos los ciudadanos a no desalentarse ante las dificultades y los fracasos, sino a renovar su empeño", afirmó el pontífice, y ofreció a los líderes mundiales "la contribución de la Iglesia para promover un orden mundial digno del hombre".
El miércoles, durante la víspera y el Te Deum de acción de gracias, y ayer durante la misa solemne en San Pedro y el ángelus recitado desde la ventana de su despacho particular, el pontífice remarcó la idea de un futuro incierto y difícil para toda la humanidad.
En ese marco, exhortó a la comunidad internacional a afrontar con "solidaridad y sobriedad" la crisis económica mundial y combatir la pobreza que genera cada vez más "injusticia, desigualdad y amenazas a la paz".
"Poner a los pobres en el primer plano significa pasar decididamente a la solidaridad global que ya Juan Pablo II había indicado como necesaria, con una concertación de las potencialidades del mercado con las de la sociedad civil", remarcó.
En el Día Mundial de la Paz, que la Iglesia católica celebra el 1° de enero, Benedicto XVI se refirió en su homilía al conflicto en Oriente Medio y afirmó: "El profundo anhelo de paz de la gran mayoría de la población israelí y palestina" puede poner freno "a la violencia masiva en la Franja de Gaza".
VENGA A NOSOTROS LA NUEVA EDAD MEDIA...
El Papa pide cambios.
El Papa pide cambios.
"La duda, Adso, es enemiga de la fe."
Guillermo de Baskerville
Guillermo de Baskerville