COMENTARIO DEL TEXTO “ATEÍSMO” de MARCO FOCCHI
Alexandre Stevens
Tres puntos para abordar el texto de Marco Focchi, de Milán, de suma claridad:
1- La tesis
“El verdadero ateo es el que arriba a eliminar el fantasma del Todo–Potencia”. “La posición atea para Lacan (no es concebible sino a partir de una) ascesis psicoanalítica”. Fragmento de Lacan del Seminario de la Angustia: el ateísmo es “la negación de la dimensión de la presencia de una Todo-Potencia en la constitución del mundo”. Agreguemos que la cuestión del ateísmo no es para Lacan un simple debate filosófico. Es el punto extremo del psicoanálisis. Cito a Jacques Lacan en su Seminario El reverso del Psicoanálisis pagina 127: “el punto extremo del psicoanálisis es el ateísmo” (a propósito del padre).
2- Un análisis del falso ateísmo
Marco Focchi distingue del modo clásico el Dios de los filósofos y el Dios viviente que exige el sacrificio. Pero sobre todo destaca el famoso demonio de Laplace, al que llama el Dios de los eruditos. Recuerda que Laplace es quien refutaba a Napoleón argumentando no tener necesidad de la hipótesis “Dios” para formular la mecánica celeste. Pero es al precio del postulado determinista que es ese “famoso demonio”. Es una posición de falso ateísmo.
Un aspecto importante del texto de Marco Focchi es que nos muestra algunos de los avatares más recientes del fantasma del Todo–Potencia:
-En principio, en el orden de las utopías que ordenan y planifican, ubica la posición del actual presidente Bush. Jamás habría pensado en presentar a Bush como un utópico, sin embargo es él en esto muy riguroso. Cito: “el impulso exportador de democracia a partir de una fortaleza sitiada cuyo comandante divide con absoluta certeza el imperio del bien y el del mal”. Se percibe un dios demoníaco de la utopía: el orden y la planificación.
-Está luego la acción revolucionaria en nombre de un materialismo ateo, que cree que “la historia sabe adonde va. Ella no comete errores”. La historia aquí, entonces, como forma de un Dios oscuro que, por la creencia que provoca, viene a desmentir esa afirmación de ateísmo.
-Finalmente, tercer avatar reciente del Todo–potencia, el cálculo del cientificismo, que mezcla neurociencias y cognitivo–comportamentalismo y culmina con el cálculo estadístico del DSM y – agrego –
los análisis, informes del INSERM. El Dios aquí es el cálculo. No es una ciencia, es una ideología cientificista que, cito a Marco Focchi: “...revela ser, en última instancia, una técnica de control social”.
He aquí denunciadas tres ideologías del falso ateísmo que son otras tantas formas del “Nombre-del-Padre en la perspectiva teológica”. El fundamento de esta perspectiva es considerar que “la normalidad... es un bien a alcanzar... (por) la supresión del síntoma.”
3- El uso pragmático del Nombre–del–Padre
El tercer punto entonces, en esta perspectiva, es el uso pragmático de un ateísmo auténtico, es decir con un Nombre-del–Padre “ateológico” , que equivale al síntoma. “No es necesario creer en él para que haya efectos, (...): opera nombrando efectivamente el goce. Su acto no es normativo, sino inmediatamente ejecutivo”.
“Nombrando efectivamente el goce”, esto puede abrir muchas perspectivas. La del fin de análisis y del “saber hacer ahí con el síntoma”, pero también singularmente lo desarrollado por Eric Laurent en un artículo sobre el tratamiento de las psicosis: “El esfuerzo de traducción”.
Hasta aquí el texto de Focchi. Quisiera agregar un punto. En las conferencias de la Universidad de Yale, Lacan dice: “el ateísmo es la enfermedad de la creencia en Dios, la creencia de que Dios no interviene en el mundo. Dios interviene todo el tiempo, por ejemplo bajo la forma de una mujer. Los curas saben que una mujer y Dios son el mismo tipo de veneno. (...) Es posible que el análisis sea capaz de crear un ateo viable, es decir alguien que no se contradiga a cada instante”. Quise verificar si nuestro volumen de Scilicet Nombre-del- Padre responde a esta definición de un ateísmo viable, es decir que, si se contradice, que no se contradiga demasiado.
Otros tres autores hablan allí de otros ítems del ateísmo.
Vicente Palomera subraya bien, a propósito del asesinato del padre, cómo el asesinato salva al Padre, es decir, la religión del padre. Lo que es absolutamente coherente, ya que el asesinato sostiene, verdaderamente funda esta dimensión del Todo-Potencia que Focchi ubica en el corazón de la problemática del ateísmo. Dicho de otro modo; la definición freudiana del ateísmo, Dios ha muerto, no vale para nosotros.
Antonio Di Ciaccia formula igualmente, escribiendo sobre Dios, una definición lacaniana del ateísmo. Lo cito: “un ateísmo verdadero, el único que merecería ese nombre, (...) es esto: la posibilidad del pensamiento de poder afrontar la puesta en cuestión del sujeto supuesto saber. La verdadera fórmula del ateísmo no es que Dios ha muerto, sino que Dios es inconsciente”. Hay en esta definición el mismo acento que en la de Focchi, con un pequeño grano de sal suplementario. Para Focchi el verdadero ateísmo es eliminar el fantasma del Todo-Potencia; para Di Ciaccia es la puesta en cuestión del Sujeto Supuesto Saber, lo que se corresponde, me parece, con eliminar en la cura eso que Focchi llama el fantasma del Todo-Potencia. Aunque esta formulación diferente muestra que, en esta parte de su texto, Focchi se dirige más a los filósofos, mientras que Antonio Di Ciaccia se dirige a la clínica. Razones por las que, en efecto, no es que Dios no esté, sino que él es inconsciente.
Y entonces, como lo articula Gabriela D’Argenton bajo el ítem “Trauma” y tomando el testimonio de los AE: a partir del momento del fin del análisis como saber hacer con el síntoma –cito- “se es responsable de una inserción en el goce, a la que se ha consentido, y que está más allá del inconsciente, más allá del padre, y que se encarna en un estilo de vida. Es el ateísmo de nuestra práctica, que no nos vuelve de ningún modo cínicos, sino más bien analizantes advertidos de eso que lo real produce: su propio desconocimiento permanente”. Es el uso ateológico del Nombre-del-Padre –como lo expresa Focchi- que opera nombrando el goce sin que haya necesidad de creer en él. Es la razón por la que el análisis, de ser exitoso, es decir de arribar a su fin, demuestra que del Nombre-del-Padre se puede prescindir, a condición de servirse de él.( cita libre de Jacques Lacan en su Seminario Le Sinthome, p. 136).
Pienso que se puede concluir diciendo que el sujeto colectivo de estos textos conforma un ateo viable, en el sentido en el que no se contradice demasiado.
el texto completo esta en este link :http://www.eolrosario.org.ar/eol_congr01_15.htm
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- debakan_buda
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Re: lo que piensan de nosotros
¿ateismo verdadero, ateismo falso?
me recordo un foro creyente, ¿sana doctrina, doctrina falsa?, ¿religion verdera, religion falsa?
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Golpeame y te golpearas, insultame y te insultaras, todo lo que crees hacerme a ti lo haces: Soy el espejo en que te reflejas.