Otra sentencia a favor de Educación para la Ciudadanía

[Librepensador2000]

A ver, soy profesor de secundaria. Este mismo curso he impartido, entre otras asignaturas, Educación para la Ciudadanía. O sea, que hablo de primera mano. Y oye, te puedo asegurar que es Ética pero con otro nombre.

Quien no lo quiera creer que no lo crea, pero es así.

El libro que yo he usado (de Editorial Edebé) es absolutamente neutro y descafeinado. De hecho, casi todos lo son porque si una editorial hace un libro muy escorado a la derecha o muy escorado a la izquierda encontrará muchos menos compradores que uno que sea neutro.

También tengo libros de Ciudadanía que hablan (a favor y en contra) de por ejemplo el matrimonio gay. Pero son los que menos y del tema se habla no más de cinco líneas contadas en todo el libro.

Insisto... la asignatura no es nada del otro mundo. Otra cosa es que el profesor quiera adoctrinar en un sentido u otro. Pero eso puede pasar en cualquier asignatura... lengua, historia, etc.

[Darkko]

A ver, soy profesor de secundaria. Este mismo curso he impartido, entre otras asignaturas, Educación para la Ciudadanía. O sea, que hablo de primera mano. Y oye, te puedo asegurar que es Ética pero con otro nombre.

Quien no lo quiera creer que no lo crea, pero es así.

El libro que yo he usado (de Editorial Edebé) es absolutamente neutro y descafeinado. De hecho, casi todos lo son porque si una editorial hace un libro muy escorado a la derecha o muy escorado a la izquierda encontrará muchos menos compradores que uno que sea neutro.

También tengo libros de Ciudadanía que hablan (a favor y en contra) de por ejemplo el matrimonio gay. Pero son los que menos y del tema se habla no más de cinco líneas contadas en todo el libro.

Insisto... la asignatura no es nada del otro mundo. Otra cosa es que el profesor quiera adoctrinar en un sentido u otro. Pero eso puede pasar en cualquier asignatura... lengua, historia, etc.

Gracias por tu comentario, apoya lo que llevo un rato diciendo. La única diferencia es que nuestra profesora nisiquiera tenía un libro para la asignatura. Solo tenia un puñado de fotocopias (y encima en inglés).

[Librepensador2000]

A ver, soy profesor de secundaria. Este mismo curso he impartido, entre otras asignaturas, Educación para la Ciudadanía. O sea, que hablo de primera mano. Y oye, te puedo asegurar que es Ética pero con otro nombre.

Quien no lo quiera creer que no lo crea, pero es así.

El libro que yo he usado (de Editorial Edebé) es absolutamente neutro y descafeinado. De hecho, casi todos lo son porque si una editorial hace un libro muy escorado a la derecha o muy escorado a la izquierda encontrará muchos menos compradores que uno que sea neutro.

También tengo libros de Ciudadanía que hablan (a favor y en contra) de por ejemplo el matrimonio gay. Pero son los que menos y del tema se habla no más de cinco líneas contadas en todo el libro.

Insisto... la asignatura no es nada del otro mundo. Otra cosa es que el profesor quiera adoctrinar en un sentido u otro. Pero eso puede pasar en cualquier asignatura... lengua, historia, etc.

Gracias por tu comentario, apoya lo que llevo un rato diciendo. La única diferencia es que nuestra profesora nisiquiera tenía un libro para la asignatura. Solo tenia un puñado de fotocopias (y encima en inglés).

Gracias a ti, amigo. La gente no debe dejarse llevar por lo que diga la prensa. No hay nada como vivir las cosas en primera persona para saber cómo es la auténtica realidad.

[Shé]

A ver, soy profesor de secundaria. Este mismo curso he impartido, entre otras asignaturas, Educación para la Ciudadanía. O sea, que hablo de primera mano. Y oye, te puedo asegurar que es Ética pero con otro nombre.

Quien no lo quiera creer que no lo crea, pero es así.

El libro que yo he usado (de Editorial Edebé) es absolutamente neutro y descafeinado. De hecho, casi todos lo son porque si una editorial hace un libro muy escorado a la derecha o muy escorado a la izquierda encontrará muchos menos compradores que uno que sea neutro.

También tengo libros de Ciudadanía que hablan (a favor y en contra) de por ejemplo el matrimonio gay. Pero son los que menos y del tema se habla no más de cinco líneas contadas en todo el libro.

Insisto... la asignatura no es nada del otro mundo. Otra cosa es que el profesor quiera adoctrinar en un sentido u otro. Pero eso puede pasar en cualquier asignatura... lengua, historia, etc.

¿Adoctrinar en un sentido o en otro? WTF?????

¿Que los niños estudien que es legal el matrimonio entre personas del mismo sexo, es adoctrinar?

No puedo entender que para esta asignatura haya libros que hablen "a favor o en contra" del matrimonio gay.

¿¿Es que se habla a favor o en contra de los malos tratos también??

Se trata de que los niños sepan cual es la ley, y que ese matrimonio existe. Que es legal. No de darles una opinión en contra de la legalidad vigente.

Alucino.

[Librepensador2000]

A ver, soy profesor de secundaria. Este mismo curso he impartido, entre otras asignaturas, Educación para la Ciudadanía. O sea, que hablo de primera mano. Y oye, te puedo asegurar que es Ética pero con otro nombre.

Quien no lo quiera creer que no lo crea, pero es así.

El libro que yo he usado (de Editorial Edebé) es absolutamente neutro y descafeinado. De hecho, casi todos lo son porque si una editorial hace un libro muy escorado a la derecha o muy escorado a la izquierda encontrará muchos menos compradores que uno que sea neutro.

También tengo libros de Ciudadanía que hablan (a favor y en contra) de por ejemplo el matrimonio gay. Pero son los que menos y del tema se habla no más de cinco líneas contadas en todo el libro.

Insisto... la asignatura no es nada del otro mundo. Otra cosa es que el profesor quiera adoctrinar en un sentido u otro. Pero eso puede pasar en cualquier asignatura... lengua, historia, etc.

¿Adoctrinar en un sentido o en otro? WTF?????

¿Que los niños estudien que es legal el matrimonio entre personas del mismo sexo, es adoctrinar?

No puedo entender que para esta asignatura haya libros que hablen "a favor o en contra" del matrimonio gay.

¿¿Es que se habla a favor o en contra de los malos tratos también??

Se trata de que los niños sepan cual es la ley, y que ese matrimonio existe. Que es legal. No de darles una opinión en contra de la legalidad vigente.

Alucino.

A ver, cuando yo hablo de adoctrinar no me refiero al ejemplo concreto del matrimonio gay. De hecho, no me refiero a ningún tema en concreto. Sino que hablo en general.
¿O es que no se puede adoctrinar en la asignatura de Historia?


Además, para tu información estos temas (aborto, eutanasia, matrimonio gay, etc) ni siquiera entran en el currículum legal de la asignatura. Por lo que teóricamente, no se debería hablar de ellos.

[Shé]

Pues no se debería. Pero posiblemente no le damos el mismo significado a la palabra:

adoctrinar.
1. tr. Instruir a alguien en el conocimiento o enseñanzas de una doctrina, inculcarle determinadas ideas o creencias.

La historia no es una doctrina. Con todo, la visión de la historia puede ser, y de hecho por desgracia lo es, parcial.
Y se puede por tanto dar una visión u otra. Por ejemplo, yo estudié acerca del Pirata Drake (uno de mis héroes entonces, por cierto). Pero en el Reino Unido era Sir Francis Drake.

Yo no diría que decir Pirata Drake sea adoctrinar, sino dar una visión parcial de la historia. Igual que llamarle Sir, sin explicar cómo se ganó el favor de la reina.

Si lo que se está enseñando no es una doctrina, caso en el que impartir la asignatura significa adoctrinar, no se debe adoctrinar a un niño.

Al niño hay que enseñarle hechos y datos para que los conozca y comprenda lo mejor posible, educarle en las disciplinas del curriculo, y enseñarle a pensar por sí mismo.

[roget]

Esta es la demostración papable de lo mucho que le preocupa nuestra educación al PP. No duermen pensando que están torciendo nuestras posibilidades. Conseguimos que no nos cobrasen por sacar libros, al menos por ahora, ¿conseguiremos evitar que nos las cierren?

GUSTAVO VIDAL MANZANARES
05/08/2009

Entre columnas

Esperanza Aguirre comienza a cerrar bibliotecas públicas

Aseguraba Concepción Arenal que abrir una biblioteca implicaba cerrar una cárcel. Ignoro cuántas prisiones habría que construir de aplicarse las recetas neocon de Esperanza Aguirre (sospecho que muchas), pero la “lideresa” ha comenzado a cerrar bibliotecas públicas en Madrid.

De momento, dos, la Menéndez Pelayo y la Concha Espina. El cierre se ha perpetrado aprovechando el relajo estival y de manera sorpresiva. A traición.

La explicación de estos cierres no ha podido ser más cínica: “Este cambio (omiten decir cierre) se enmarca en la política de la Comunidad de Madrid de potenciar las bibliotecas de distrito que puedan dar más mejores servicios a los vecinos”.

La frase chorrea hipocresía y, lo peor, constituye una colosal tomadura de pelo: donde antes había tres bibliotecas ahora habrá una. Este es el “mejor servicio” y la “potenciación” que ofrece esta derecha.

Pero lo más grave no es el descaro y la manipulación. A eso se acostumbra uno si conecta Telemadrid. Lo realmente grave es el desprecio que la derecha neocon destila sobre la función social de las bibliotecas.

Lo que ignora—y quiere ignorar—Esperanza Aguirre es que las bibliotecas son usadas fundamentalmente como salas de lectura y estudio por miles de estudiantes que no disponen en sus domicilios de espacio ni condiciones para estudiar.

Pero ya sabemos que el problema de la “lideresa” no es vivir en una casa pequeña, sino la altura de los techos, circunstancia que le ha valido el apodo de “marquesa de Techos Altos”.

Así, la marquesa de Techos Altos parece ignorar que, todos los días, miles de estudiantes atornillan sus codos en las bibliotecas públicas. Disponer de un espacio para estudiar determinará, en muchos casos, concluir una carrera o aprobar una oposición. Sí, disponer de un lugar tranquilo donde estudiar puede librar a muchos del “libre mercado”. Imagino que esto repugnará a la marquesa.

Sin duda la demagogia aguirrista alegará que se han construido bibliotecas en la Comunidad de Madrid. Pero esto es una verdad a medias. Conociendo a los neocon, enseguida comprendemos que la obra pública es tan solo un pretexto para otorgar suculentos contratos a empresas privadas. Del mismo modo que se edifican hospitales y el número de camas por habitante no se incrementa, se construyen bibliotecas pero no aumentan los puestos de lectura y estudio.

No resulta, por tanto, difícil vislumbrar que estas “maniobras orquestales en la oscuridad” devienen en negocio para unas pocas empresas y perjuicio para los ciudadanos.

E ineludiblemente, surge la pregunta… ¿Cuánto tardará la marquesa de Techos Altos en ofrecer la “gestión” de las bibliotecas (construidas con dinero público) a alguna empresa?

La respuesta es sencilla: en el momento en que algún mercachifle (perdón, empresario) atisbe un mínimo de rentabilidad, aunque ello suponga perjudicar al común de los ciudadanos.

Me atrevo a pronosticar lo que ocurrirá... en cada distrito quedará una sola biblioteca. Aunque, eso sí, con mucho relumbrón. Pero muchos estudiantes que necesiten puestos de estudio, obviamente, se quedarán sin ellos.

En realidad, la muerte de asientos públicos de estudio y lectura es el reflejo de la estafa neocon: mucha apariencia, y la sociedad, al servicio de unas pocas empresas. Mientras, el político demagogo de turno—hoy, la marquesa de Techos Altos—venderá la moto.