El Arzobispado de Santiago está en déficit
Publicado: Jue May 07, 2009 3:23 am
FuenteEl 9 de mayo se inicia en todas las parroquias de Chile la Campaña del 1%. Todos los católicos están llamados a contribuir.Se necesitan cerca de tres mil millones de pesos extras para poder afrontar con tranquilidad la tarea evangelizadora. "Si todos los católicos chilenos aportaran el 1%, no estaríamos en la actual situación de estrechez
Al momento de tocar el tema de la fe y del bolsillo, es común escuchar, incluso entre los católicos, frases como: "Que el Vaticano venda todo lo que tiene, y así les da de comer a todos los niños de África" o "los curas tienen plata". Estas afirmaciones son rápidamente aclaradas por el Obispo Auxiliar de Santiago, Monseñor Fernando Chomalí, Presidente del Consejo de Asuntos Económicos del Arzobispado de Santiago: "De una parte, el Vaticano no puede vender sus bienes, porque son intangibles. Y de otra, si los sacerdotes fueran ricos, no se tendrían que redoblar entre la atención pastoral de su parroquia, hacer clases de religión para poder mantenerse".
Mucho se habla de "las platas de la Iglesia", pero las respuestas se buscan entre gente que no pertenece a ella. Son pocos los que entienden la economía doméstica de "una parroquia, donde hay que pagar luz, agua, teléfono, secretarias y personal que mantenga limpio el lugar". Muchas veces los chilenos le pasamos la cuenta a "la Divina Providencia" o sencillamente pensamos que el "maná caerá del cielo...".
Chomalí confiesa que él nació "con la marraqueta bajo el brazo", pero este obispo vive austeramente en una pequeña casa, al final de un pasaje en la comuna de Nuñoa. En su living hay dos sillones y un televisor de los años ochenta. El único gran "lujo" es una imagen del Buen Pastor realizada por las Hermanas del Monasterio de Belén de Casablanca.
Ha sido un día extenuante para Monseñor Chomalí y no se le ve cansado. Las preocupaciones por la situación económica de la Iglesia son fuertes y lo expresa con intensidad; cada cierto tiempo, durante la conversación, su mano se aferra a su pectoral de lapislázuli. Eso lo tranquiliza. Su sueño sería que todos los sacerdotes de Chile pudieran vivir como él lo hace: "Dedicado únicamente a su trabajo pastoral y sin preocupaciones económicas".
"¿Usted va a misa a la obra de beneficencia??"
Para Fernando Chomalí en la actualidad hay dos razones por las cuales los católicos chilenos no contribuyen con el 1%: "Primero, se habla de que la Iglesia es una institución rica y se piensa que podemos llegar a vender un templo: eso jamás lo haríamos, aunque nos ofrezcan todo el dinero del mundo. Segundo, la gente confunde las obras de caridad con el 1% y no es lo mismo. El otro día una persona me decía que no contribuía a la Iglesia con el 1% porque colaboraba en una obra de beneficencia, y yo le pregunté: ¿Usted va a misa o su hija se va a casar en la obra de beneficencia? Con esta pregunta al señor le quedó claro que una cosa era el culto y otra la obra de caridad; esta última contribuye al trabajo que le corresponde al Estado. En cambio, la Iglesia Católica se tiene que batir completamente sola, porque el Estado no contribuye en nada a la difusión de la fe. La Iglesia Católica tiene muy claro que no sacamos nada con tener obras de caridad llenas si tenemos los templos vacíos".
A eso hay que agregar la crisis económica, que ha golpeado a todos, incluida la Iglesia Católica chilena. Una de las grandes preocupaciones del Arzobispado de Santiago ha sido el personal que trabaja en esta institución. "Estamos preocupados por ellos como lo estamos también por todos los chilenos. Hemos hecho llamados al Gobierno y a los empresarios para que eviten el desempleo", dice.
"Tenemos muchas deudas"
Con sinceridad, comenta que "el Arzobispado de Santiago está en déficit. Esto es un secreto a voces. Nuestros balances son públicos y tenemos muchas deudas, pero no por falta de recursos vamos a dejar de cumplir con nuestras obligaciones sacerdotales y pastorales. Eso sí, apelamos a las personas que se han visto beneficiadas en su vida a que reconozcan el valor que tiene la Iglesia Católica en la sociedad. En mi caso, todo lo que tengo en la vida se lo debo a Dios, a mi familia y a la Iglesia. Nuestros feligreses se alegran de que defendamos el derecho a la vida, que apoyemos a los más pobres, que seamos motivo de alegría y de consuelo. Pero para continuar entregando este mensaje necesitamos sacerdotes bien formados, y para eso la contribución de cada uno es importante".
Chomalí puntualiza que "la Iglesia Católica en Chile siempre ha tenido menos recursos de los que necesita" y explica que "a nivel del país contamos con aproximadamente cuatro mil templos que tenemos que mantener y cuidar, y con un importante número de colegios en los lugares más pobres. Además, tenemos un gran número de consagrados que mantener", señala.
Parroquias de sectores acomodados financian a las más pobres
De las 208 parroquias que existen en Santiago, sólo veinte se financian "generosamente y redistribuyen sus ingresos". Chomalí explica que hay aproximadamente 150 parroquias, concentradas en las zonas sur, norte y oeste de la capital, que tienen enormes dificultades para sacar adelante sus proyectos pastorales.
"Hay un grupo de parroquias del sector alto que contribuye a financiar a las de sectores que tienen menos. Eso nos alegra, no por el dinero sino porque quienes tienen mayores recursos se dan cuenta de que existen personas más pobres. En zonas más desposeídas existen parroquias con cuatro o cinco capillas, donde la colecta dominical no pasa de los veinte mil pesos. Ningún templo se mantiene con esa cantidad de dinero, pero tenemos claridad en que todo católico, docto o ignorante, sano o enfermo, debe tener la misma atención sacerdotal. Sería muy triste para nosotros que por falta de recursos económicos exista una mala atención en esos sectores".
-¿Y la Iglesia, en estas circunstancias, tiene proyectos que involucren dinero, inversiones por hacer?
-Tenemos proyectos de parroquias y mejoras de infraestructura en general que están sin poder realizarse. Pero lo que más nos duele es que a los funcionarios del Arzobispado sólo les pudimos ofrecer un aumento de salarios conforme al IPC y a los sacerdotes no pudimos aumentarles la ayuda mensual que les entregamos, que son $ 120 mil. Me gustaría recordarle a la gente que los servidores públicos pasan y que nosotros somos la estabilidad que recuerda que Dios es amor. Eso es algo que la sociedad chilena debe cuidar, y eso se cuida con oraciones y con el 1%.
-En números, ¿cuánto se necesita?
-Si pudiésemos disponer de unos tres mil millones de pesos extras [unos € 3.940.000 aproxm.], claramente podríamos afrontar situaciones que nos urgen, como la ayuda a los sacerdotes ancianos, la formación de los seminaristas y procurar a todas las parroquias los recursos para que se dediquen con tranquilidad a la tarea evangelizadora. Si todo católico aportase el 1% de sus ingresos, no tendríamos ninguna estrechez.
¿Cómo y dónde pagar
Haciendo su aporte mensual en la oficina parroquial.
Cancelando a través de la recaudación mensual en el domicilio, con los visitadores debidamente acreditados.
Pagando con cargo automático mensual en la cuenta corriente o tarjeta de crédito.
Durante los fines de semana del 9 y 10; 16 y 17 de mayo se desarrollará en todas las parroquias la campaña del 1%.
Por mí, que quiebren de una buena vez. Curioso: me recordó a Al Capone, que en lugar de quedar tras las rejas por sus crímenes, fue por evasión de impuestos.