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¿Alguien ha oido las declaraciones de Rouco Varela en la radio hoy?

Urge conversión para salir de la crisis:

para oir

Rouco Varela llama a la conversión política por la crisis económica
El presidente de los obispos ha expresado su preocupación por cómo se garantizarán las prestaciones para el desempleo y se pregunta por "quién nos ha fallado"

CADENASER.com / AGENCIAS 14-02-2010
El arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Antonio María Rouco Varela, ha expresado en su alocución semanal su preocupación por la crisis económica y por las cifras del desempleo

para leer

¿Quien le ha fallado a Rouco? Pues supongo que dios...¿no? Sus caminos son inexcrutables; que le pregunte en la próxima sesión de rezos...

Ya, claro. Como que Rouco se va a poner a rezar.

No tiene tiempo, está muy liado para esas cosas de forma. No pensarás que cree en dios, éste, ¿no?

Su plan es que nos convirtamos todos para que nos entretengamos rezando, y así, mientras tanto, él va llevando a cabo los suyos (sus planes, que parecen también inexcrutables)

¿Y qué tal si los fondos públicos destinados a la iglesia los destinamos a ayudas sociales? Ah, claro, olvidaba que para labor social ya está la iglesia.

La iglesia hace sus labores sociales desde el Amor de Cristo. No se puede comparar.

La caridad para la iglesia es siempre mejor que la justicia, y es caridad invertir tiempo y esfuerzo en mantener unidos los matrimonios en donde hay maltrato a la mujer y a los niños, porque los caminos del señor son inexcrutables y por algo les pegará el hombre, convertido en la mano ejecutora del altísimo cuyos fines no podemos alcanzar a entender.

También es una labor caritativa salvar el alma de la mujer que ha abortado legalmente, sometiéndola a una labor de purificación del alma mediante la culpa que la hará arrepentirse y volver de nuevo al redil para expiar sus pecados que tanto ofenden a nuestro señor.

Cáritas se encarga también de acoger y ayudar a la explotación por parte de particulares de esos inmigrantes que cuando llegan acuden a ellos, crucifijo en ristre para ver si les consiguen un trabajo a menudo indigno al servicio de alguien que les pagará una miseria y no les ayudará a legalizar su situación. ¿Papeles, para qué?

Donde esté la caridad, que se quite la justicia.

Vamos, que el dinero público destinado a servicios sociales para equilibrar un poco las desigualdades e intentar paliar los efectos de la injusticia social que tanta gente sufre, está en mejores manos en la Iglesia, que no solo administra mejor la pasta, sino que cuida de las almas descarriadas.