La prensa alemana revela nuevos datos sobre la complicidad d

[hond73]

El Papa, "consternado", reprochaba ayer a sus obispos “la inadecuada respuesta” ante la pedofilia.
La prensa alemana revela nuevos datos sobre la complicidad de Benedicto XVI en un caso de pederastia.

Benedicto XVI está dando muestras de una hipocresía escandalosa ante los múltiples casos de pederastia protagonizados por sacerdotes católicos, y sacados a la luz pública en los últimos tiempos. Ayer, el Papa anunciaba en el Vaticano que hará una inspección a algunas diócesis y seminarios de Irlanda y reprochaba a los obispos la "inadecuada respuesta" ofrecida a las víctimas, motivada, decía, por la preocupación por evitar el escándalo. Sin embargo, en su país natal están siendo un escándalo las noticias aparecidas en los medios de comunicación de ese país sobre el ocultamiento de actos de pederastia cometidos por el sacerdote Peter Hullermann, silenciados por el propio Joseph Ratzinger, cuando era obispo en Múnich, en 1980.

El semanario Der Spiegel publicó ayer nuevos datos sobre el sacerdote pedófilo Peter Hullermann, que fue ocultado en Baviera, cuando el ahora Papa Benedicto XVI era obispo en Múnich. Según esa publicación, Ratzinger era "más consciente de lo que se ha contado hasta ahora" de los abusos cometidos por el pederasta.

La carta.
En una carta enviada entonces desde Essen se informaba a la diócesis de Múnich, al frente de la cual estaba Ratzinger, de los abusos que Hullermann había cometido.

La alerta de un psiquiatra.
Por otra parte, en la publicación Tagesspiegel, el psiquiatra Werner Huth, quien asistió al pederasta Hullermann entre 1980 y 1992, confirma que alertó de que este hombre "no debía volver a trabajar con niños". Según su descripción, el sacerdote era un pedófilo y además "no manifestaba intención de cambiar". La Iglesia católica, sin embargo, no escuchó sus consejos.

Lo trasladó a Baviera.
Joseph Ratzinger, durante su etapa como obispo en Múnich era también responsable de asignar las misiones y ordenar los traslados de los curas. No sólo ocultó "conscientemente" al pederasta, sino que aprobó el traslado de Hullermann a Baviera.

"Verguenza" por la "inadecuada respuesta"
El Papa censuró duramente, ayer, desde el Vaticano la "inadecuada respuesta" ofrecida a las víctimas por parte de los obispos, motivada, según dijo, por la preocupación de evitar el escándalo. En su condena, expresaba "vergüenza y remordimiento" por lo ocurrido, se declaraba "profundamente consternado" por el sufrimiento al que se han visto sometidos "jóvenes indefensos", y criticaba con dureza a los curas y religiosos culpables de los abusos por haber "traicionado la confianza de los jóvenes y de sus familias”. ¿Hasta qué punto podemos creer en sus palabras, sabiendo lo que ahora sabemos acerca de su silencio sobre Hullermann?


Fuente: http://www.elplural.com/macrovida/detail.php?id=44555

[Wilalgar]

Si es que todos los políticos son iguales, y Ratzinger está demostrando ser única y exclusivamente uno de ellos. Me está recordando (aunque lo que me recuerda no sea tan grave) a lo que está haciendo Rajoy al protestar porque los ayuntamientos obedezcan una ley (inmigración) que él mismo puso en vigor, pero hace años.

En este caso, como los hechos han sucedido en diferentes naciones se piensa que los de una no se van a enterar de lo sucedido en la otra, o como sucedieron hace mucho tiempo "ya no vale, ahora es ahora". Lo que pasa es que la globalización le ha jodido, ahora que cualquier minga puede llevar una información al mundo entero en menos de lo que canta un gallo.

Pero que estén tranquilos los fans de Ratzinger, que no le va a pasar nada. Como es Jefe de Estado sólo será enjuiciado si su propio estado inicia los trámites, y como es rey absoluto de dicho estado (en definitiva, él es la Ley en su Estado) no va a ser tan gilipollas de enjuiciarse a sí mismo (bueno, quizá sí, que de los locos se puede esperar cualquier cosa).

Me da en la nariz que las lunas del papamóvil en breve volverán a ser blindadas si no lo son ya, no sea que venga un padre o una madre de mala hostia y les agüe la fiesta a los del Vaticano al ver que su dios no protege a su representante directo.