cesarmilton escribió:Asesor económico de Benedicto XVI dicta charla a empresarios chilenos
Para el próximo jueves 19 de agosto está prevista la llegada a Chile del más estrecho asesor del Papa Benedicto XVI en materias económicas, Stefano Zamagni, quien fue invitado por la Unión Social de Empresarios Cristianos (USEC), organización encabezada por Rolando Medeiros y Jorge Matetic.
A Zamagni, de hecho, se le adjudica una alta participación en la elaboración de la última encíclica vaticana, Caritas in veritate, documento que versa sobre el desarrollo sostenible, la pobreza, las desigualdades y el rol empresarial.
Precisamente estos temas serán los que abordará el economista durante su única jornada de estadía en Chile.
Durante la mañana, Zamagni participará en la conferencia "Empresa y felicidad", organizada por Icare.
Luego sostendrá reuniones privadas con economistas y obispos y cerrará el día con una segunda exposición, organizada por la Fundación Cardenal Silva Henríquez, y que tratará sobre la economía civil y la encíclica Caritas in veritate.
Fuente
Definitivamente esto no puede ser bueno.
Ni tampoco peor de lo habitual.
En su más puro estilo cristiano, la ICAR exhibe una vez más su espíritu celestial, interfiriendo (término muy suave para lo que realmente hace que es pretender dirigir) en la economía y la vida social de un país soberano y democrático.
No me he leído la encíclica "Caritas in veritate", pero creo que no es necesario para concluir que mezclar empresarios y representantes de la ICAR bajo el lema "Empresa y felicidad" a la luz de una encíclica llamada "Caritas in veritate" es lo de siempre.
Todos los empleados serán felices si sus esposas están felizmente embarazadas o criando catoliquitos, si ellos en el trabajo tienen siempre presente el sacrificio que dios hizo por nosotros pecadores, y si, al no poder llegar a fin de mes por culpa de unos salarios insuficientes, la empresa es caritativa y les da una propina o les regala un rosario bendecido (mucho mejor que el dinero)
De sueldos y horarios justos, de libertad para asociarse y reivindicar mejoras, de un sistema de bienestar que cubra todas las necesidades básicas (mejoras en el sistema de salud, enseñanza de calidad gratuita y laica, coberturas económicas razonables para situaciones de paro y de jubilación...etc), seguro que no hablan.
A ellos les va más eso de "regalar" una mínima parte de lo que roban, que reconocer que pertenece a la sociedad a la que se lo han robado.
La ICAR siempre ha defendido un sistema de esclavos a los que se puede echar de vez en cuando algún caramelo o estampitas en una acción caritativa, caridad que jamás puede suplir a la verdadera justicia.
No es extraño que los empresarios indecentes se aglutinen a su alrededor para disfrazar así su rapiña de bondad caritativa y pía.